Lo mejor

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Levy fue abriendo los ojos poco a poco, la luz que entraba por las ventanas hizo que los cerrara de nuevo.

—Buenos días, creí que nunca despertarías.

—Mmmm.... ¿Que hora es?—preguntó Levy.

—Es casi mediodía.

Levy se incorporó de golpe, sintió una punzada de dolor bajo su abdomen, estaba desorientada y no sabía porque sentía aquel dolor.

—¿Gajeel?

—¿Si? —respondió su marido el cual estaba sentado en la cama observándola.

—¿Por qué he dormido hasta tan tarde? —preguntó Levy tapándose con la sábana al percatarse de que no llevaba prenda alguna.

—Ayer por la noche... nos dormimos algo tarde.

Levy se sonrojó al recordar lo que ocurrió la noche anterior y Gajeel lo percibió.

—¿Fue tan malo como creías? Al fin y al cabo soy un Redfox.

—Pues... —Levy apretó las sábanas a su cuerpo —fue mejor de lo que creía —Gajeel sonrió y se acercó a ella y le puso el dedo índice bajo su barbilla para encontrarse con su mirada.

—Me alegra oír eso —dijo Gajeel sonriendo, acortó la poca distancia que les separaba y la besó acariciando su rostro, se separó lentamente de ella.

(Este al parecer y si no estoy equivocada es un dibujo hecho a mano, pero al no tener firma no he podido dar créditos) 

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(Este al parecer y si no estoy equivocada es un dibujo hecho a mano, pero al no tener firma no he podido dar créditos) 



—Te he traído algo para desayunar, cuando lo termines vístete y te llevaré al pueblo, hay algo que debemos hacer. —Levy asintió, le agarró de la camisa, lo acercó a ella y lo volvió a besar.

Una vez dejaron de besarse Gajeel le dio la bandeja que contenía su desayuno; Zumo de naranja, cerezas, un panecillo recién hecho, un vaso de leche y galletas.

—¿No crees que es mucho para mi? — preguntó Levy observando la comida.

—No te preocupes, también tengo hambre —dijo Gajeel sonriendo.

Cuando ambos acabaron de comer lo que había en la bandeja se prepararon para salir. Levy se decidió por un vestido beige y decoró su cabello con una cinta de igual color.

Una vez llegaron al pueblo el carruaje se detuvo frente a una tienda de vestidos "Dernière mode".

—¿Última moda en francés? — preguntó Levy observando el nombre de la tienda.

—Si, es una de las mejores tiendas de vestidos — Levy lo miró algo sorprendida.

—Lo se por mi prima, no porque a mi me gusten los vestidos, no me mires así... ¿Acaso me has visto llevar algún vestido?

—Quién sabe, la próxima vez investigaré a fondo nuestro armario por si encuentro alguno que no sea mio.—Gajeel la agarró del brazo y la acercó a él.

—¿Nuestro armario? —Preguntó Gajeel sonriendo. Levy sonrió sonrojaba y asintió.

—¡Gajeel! —ambos se separaron y observaron a una mujer con un extravagante vestido verde acompañado de un exagerado escote.
Los ojos de aquella mujer eran verdes,  los cuales estaban detrás de unas gafas redondas.

—Señorita Evergreen, es un gusto volver a verla —dijo Gajeel acercándose a ella y dándole dos besos. Levy se acercó a él y le puso la mano bajo su brazo.

Evergreen la miró acomodándose las gafas.

—¿Es ella? —preguntó la mujer de ojos verdes a Gajeel, él asintió.

—Es un gran placer conocerla señorita Redfox —dijo Evergreen dándole dos besos.

—Pasad y observad la nueva variedad de telas que me han traído.

Levy llamó la atención de Gajeel y se apartaron de la dependienta  

—Gajeel esta tienda parece muy cara, vamos a otra donde llegue mi presupuesto. —Gajeel sonrió y la agarró por la cintura.

—No voy a dejar que pagues algo cuando soy yo que quiero que te lo compres, además eres mi esposa y quiero que tengas lo mejor.

—Pero... yo ya tengo lo mejor —Gajeel sonrió ante el comentario de Levy y se agachó para besarla pero oyeron una risa que provenía de detrás de ellos, era Evergreen que no se había perdido detalle de su conversación.

—Mi esposa no sabe aceptar un regalo, pero yo haré que lo acepte, sea como sea —dijo Gajeel sonriendo a Evergreen y separándose de Levy.

—Vayamos a ver lo que puede gustarte y ni se te ocurra elegir lo más barato.

Levy sonrió mientras se preguntaba si en esa tienda había algo que fuese barato.

Levy eligió telas de diferentes colores cada una. Azules, moradas y colores crema fueron su elección.

—Ven conmigo y te tomaré medidas. —Levy asintió y se fue con Evergreen a una habitación donde había diferentes utensilios para llevar a cabo la creación de maravillosos vestidos.

Una vez tomó todas las medidas salieron de la habitación.

—Señor Redfox ¿Queréis vestidos para embarazadas?

Levy estuvo  punto de caer cuando tropezó con un escalón, Gajeel la sujetó a tiempo y ambos se miraron.

—No —dijo Levy apartando la mirada de Gajeel.

—Entiendo —murmuró Evergreen apuntando las medidas de Levy en una libreta.

—Bien, pasad dentro de dos semanas, creo que ya estarán listos para entonces. 

Hasta aquí otro capítulo, espero que os haya gustado, nos leemos en los comentarios o en el próximo capítulo.

Besitos xx 



























Un Redfox enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora