La kitsune (zorro) hanyô

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Salió del bosque de la muerte, al día siguiente sería la selección de los equipos y en ese instante muchas de sus máscaras caerían.

¡JA, JA! Le hacía gracia pensar en la cara que pondría todo el mundo cuando mostrara parte de su ser, sólo imploraba por que su equipo no tuviera ninguna fastidiosa fangirl. Odiaba a ese tipo de chicas, sobre todo a esa muchacha tan fastidiosa que no sabía hacer otra cosa más que ser una fangirl y que no practicaba para ser una buena kunoichi (mujer ninja).

Acababa de terminar su entrenamiento diario secreto en el Bosque de la Muerte, por lo que su cuerpo estaba agotado. Su abuelo se había pasado con los ejercicios para mejorar el control de chakra y lo único que quería en ese momento era ir a su casa a descansar. Escuchó un gruñido insatisfecho, el cual le recordó que esa misma mañana había planeado ir a hablar con dos de sus tres amigos para decidir como descubrir ante los demás, uno de sus secretos mejor guardados. Sabía que algunos adultos también conocían este secreto en cuestión, aunque no sabía quienes eran, a parte del Hokage, su onii san (hermano mayor) e Iruka sensei (maestro).

A veces maldecía el olfato de los inu (perro) yôkai (espíritu) y la vista de los akuma (demonio) agira (águila), aunque le alegraba que sus amigos Hinata una yôkai agira y Kiba un inu hanyô descubrieran la verdad acerca de este secreto. Dado que aún con toda su habilidad en bromas no pudo engañarles.

—¡Hola!— dijo de manera cansada al ver a sus dos amigos.

Su propio olfato, igual de sensible que el de su amigo perro, se agitó con el aroma de un õkami (lobo), le divertía tanto el hecho de que ese lobo no notara su verdad, ja ja ja, ¿y él se creía el mejor macho de la manada? ¡Ja!, estaba demasiado obsesionado consigo mismo para notar algo que no tuviera que ver con él. Le seguían dos hembras pertenecientes a la manada. Una de ellas era una banshee, la otra era una ningen (humano/a) y eran las peores fangirl que pudieran encontrarse. La humana al menos practicaba, no como la banshee, que era una vergüenza para las hembras del grupo que ya de por sí solo eran tres.

Miró a sus amigos, ambos comprendieron que quería alejarse de esos tres espías para poder hablar tranquilos y revelar "ya que sus interlocutores lo conocían" uno de sus mayores secretos, pues iba a mostrar dicho secreto a la luz en la presentación de los equipos genin, solo debía decidir como mostrarlo ante todos. Los dos acompañantes que tenía sonrieron y con el sigilo que sólo un auténtico shinobi (ninja) podía tener, desaparecieron eliminando todo rastro que pudieran haber dejado en el campo de entrenamiento en el que se habían reunido y fueron a la zona que era su sitio secreto en el monumento de los Hokages, puesto que sólo estos tres y su otro amigo no presente conocían donde estaba situado dicho lugar.

De sus dos amigos presentes, Hyuga Hinata, la ya mencionada demonio águila, era una chica preciosa de cabellos cortos por la zona de los hombros, de un azul tan oscuro que parecía negro, con un flequillo recto y dos mechones enmarcando su bello rostro, perfilado de tal manera, que parecía del más hermoso marfil. Sus brillantes ojos con el iris de un blanco de luna y la pupila malva, eran producto de la kekkei genkai (barrera sanguínea) de su clan.

A pesar de sus doce años de edad, la muchacha tenía una figura que la asemejaba a un reloj de arena. Su piel era fina y blanca como el alabastro. Sus ropas eran, dado que estaba con sus amigos, un kimono komon (típico kimono de uso diario) de los que usaban los civiles. El color de dicha prenda era blanco con imágenes de tsubaki (camelias) rojas por los hombros y el pecho, con un obi nagoya (típico obi de uso diario) rojo con un lazo común aunque muy elaborado. Por último usaba unas zori (sandalias bajas hechas de algodón y cuero) junto con unos tabi (calcetines con el dedo gordo separado de los dedos restantes).

Inuzuka Kiba tenía el cabello castaño y despeinado, dándole un aspecto indomable, con orejas de perro del mismo color que su cabello sobre la cabeza demostrando su herencia demoníaca. Tenía el cuerpo adecuado al ejercicio, el tono de su piel era blanco. Sus rasgos le hacían parecer un perro salvaje. Sus colmillos más desarrollados dando hincapié en la parte yôkai de su sangre, junto con sus ojos negros en los cuales las pupilas eran alargadas, combinado con unas marcas dibujadas en las mejillas que eran dos triángulos rojos invertidos. El muchacho también usaba ropa distinta a la que usaba diariamente para los entrenamientos, dado que llevaba puesto un kimono masculino de color gris con imágenes de colmillos blancos por los bordes.

Hinata y Kiba miraron a su acompañante, quien anuló el pequeño henge (transformación) que ocultaba su auténtico aspecto. Esta persona, habíendose cambiado antes de reunirse con sus amigos, llevaba puesta una capa, de color naranja oscuro en la capucha que iba perdiendo tonalidad hasta parecer blanca al final que era a media espalda, la caperuza estaba cubriendo su rostro, aunque podían verse mechones rubios sobresaliendo de la tela. Un kimono komon mostraba que era una chica. Y las tres colas de zorro anaranjadas, hasta casi llegar a la punta en donde su color pasaba a ser blanco indicaba que ella era una kitsune (espíritu zorro, o dicho animal en sí, la palabra sirve para denominarlos a ambos). El color del kimono era de dos tonos de amarillo distintos, en la parte de arriba el tinte era más claro que en la de abajo. Con los bordados de pétalos de sakura (cerezo) en color naranja por los hombros y zorros rojos en las costuras de cintura para abajo el cual le llegaba hasta las rodillas. Un obi hanhaba (obi informal que también pueden usar los niños/as pequeños/as) de color naranja oscuro separaba las dos partes del kimono.

Ésta chica respondía al nombre de Uzumaki Soyokaze, cuando ella se quitó la capucha de la capa, pudieron verse mejor sus rubios cabellos que destellaban como si fueran la misma luz del sol. Junto con su azules ojos que opacaban el color del más claro cielo, sus carnosos labios le daban una delicada belleza a su aspecto. Dicha delicadeza mezclada con un aura salvaje, otorgada por sus orejas, que eran dos triángulos anaranjados encima de su rubia cabeza, tres marcas en cada mejilla y sus colas. Todos esos rasgos le daban un aspecto indomable y todo mezclado con un toque travieso gracias a su hermosa y pícara sonrisa.

Al anochecer y habiendo decidido que se presentaría en la selección de equipos mostrando su autentico aspecto desde el inicio, sabían que actuando de esa manera muchos se preguntarían quién era ella. Aún así se mostraría tal cual era y dependiendo lo que hicieran los demás con la información recibida Soyokaze actuaria en consecuencia.

La hanyô kitsune se despidió de sus amigos y se encaminó hasta su humilde morada. Por el camino, con sus rasgos femeninos ocultos bajo la capucha y sus rasgos demoníacos escondidos entre las ropas, casi todos los civiles y algún que otro shinobi de bajo rango miraban con ganas de matar a la pobre muchacha, tal y como se mostraba cuando usaba el henge. La Uzumaki no entendía del todo el porque de esa hostilidad, lo poco que comprendía era que tenia algo que ver con su abuelo.

Un día le preguntó al viejo el por que de ese trato hacía ella y él mencionó que los aldeanos le echaban la culpa de algo que ocurrió el mismo día que la kitsune nació. La chica zorra extrañada quería saber lo que sucedió pero su abuelo enfadado le dijo que fue él el que lo hizo y que no quería hablar de ello. Soyokaze no volvió a preguntarle aunque le molestaba que los aldeanos la culparan de algo que había provocado su antepasado y no ella.

Solo le quedaba esperar, impaciente, a que el siguiente día comenzara y con el la nueva etapa de su vida como kunoichi. Demostrando que en realidad eran cuatro hembras en la manada y no tres. Y que las chicas también podían interesarse en su carrera profesional, no como esas dos fangirls que dejaban en vergüenza a la manada.

Todo eso junto con manifestar que ella no era el "monstruo" como la conocían, lograr obtener el título de Hokage y hacer que todos la admiraran. Iba a empezar una época muy movida hasta lograr sus objetivos.

Éste capítulo fue publicado por mi en otra página sólo que aquí he cambiado algunas cosas que no me convencían.

El secreto de los demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora