La prueba ¿de los cascabeles?

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Muchas gracias a todos los que me estáis leyendo, eso me anima a continuar. Y muchísimas gracias también a los que me habéis dado a favoritos me alegró saber que a algunas personas les interesó está historia. Si notáis faltas avisadme porfavor, o queréis dar consejos, estos son bienvenidos. Las peleas no son mi fuerte, es más se me dan muy mal si alguno de mis lectores quisiera darme consejos los agradecería mucho y no se si alguna de las técnicas este mal escrita la parte en japonés.
He corregido algunas cosas de este capítulo, de las cuales me he dado cuenta estaban mal escritas y/o expresadas.

Al parecer, se iba a hacer costumbre el esperar durante varías horas a su sensei. Él dijo claramente que estuvieran todos en el campo de entrenamiento siete a las ocho de la mañana y solo faltaban veinte minutos para que fueran las once de la mañana.

La banshee volvió a resoplar. Soyokaze tampoco llegaba, algo que la alegraría si Sasuke kun hablará con ella. Pero él ni la miraba y estaba apoyado en un árbol que linda con el límite del campo. La zona donde iban a entrenar era bastante bonita, una pradera que tenía aún lado un bosque bastante frondoso a otro un lago y por último una explanada que conectaba con el resto de la aldea. Dentro de la llanura había una roca de más o menos la altura de su sensei en la cual se podían ver nombres escritos, algunos árboles y arbustos solitarios y también se podían ver tres troncos que servían para practicar.

A las once menos diez fue cuando la rubia se presentó. Maldita kitsune que llegaba tarde y encima quería quitarle su hombre a las demás ya que el Uchija levantó la mirada cuando ella llegó.

Cuando dieron las once en punto de la mañana fue cuando apareció Kakashi sensei.

— ¡LLEGAS TARDE! — gritó Haruno, usando sin querer su poder sobrenatural por lo que dejó, durante unos minutos, sorda a media aldea.

— Como siempre, por lo que nos harías el favor de no gritar. Mira, casi nos dejas sordos a todos — mencionó en un tono calmado y monótono la kitsune a la vez que movía sus orejitas para desataponarlas.

Cuando los presentes en el campo de entrenamiento con excepción de la banshee pudieron volver a escuchar Hatake explicó la prueba:

— Esto es un examen para saber si valeis para ser genin o no, dado que de todos los equipos formados hoy solo tres pasarán la prueba. Los demás tendrán que volver a la academia —. Metió la mano en uno de los bolsillos de su chaleco. — Por cierto, mi prueba consiste en quitarme... — al sacar lentamente su mano, mostró dos cascabeles y los hizo tintinear. — Esto.

Los tres genin se asombraron por igual dado que ni la rubia sabía de que iba la prueba y eso que no había parado de preguntarle a Kakashi.

— Pe-pero s-solo hay d-dos cas-cabeles — tartamudeo con impresión la de rosados cabellos a la vez que abría los ojos y su mente no paraba de buscar posibles soluciones a lo que sea que estuviese ocurriendo.

— Es cierto, ¿Cómo vamos a pasar todos si solo hay dos cascabeles? — preguntó Uzumaki a su nii san.

Kakashi miró a sus alumnos a la vez que se llegaba a intuir una sonrisa debajo de su máscara.
— Je, es normal, ya que sólo dos de vosotros aprobaréis mientras que el otro ira de nuevo a la academia.

El de cabellos plateados miró a los jóvenes delante de él y abrió su único ojo visible como si se le hubiera olvidado algo muy importante.

— Antes de nada, son las once y diez hora en la que la prueba comienza —. Sacó un pequeño despertador de su bolsa y lo activó —. El examen durará hasta las dos de la tarde. Tenéis tres horas para obtener los cascabeles. Si alguno no los consigue no sólo volverá a la academia sino que además lo atare a esos troncos y verá como los otros dos compañeros se comen los bentos que he traído para vosotros.

El secreto de los demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora