Balas perdidas.

Cap 4: Algo especial como New York.

Estaba allí, súper emocionada. Era algo especial para ella. La llevo a todos y cada uno de los rincones de New York.
Parecían tan felices juntos, como dos niños corriendo por un parque.
La llevó a comer la mejor comida rápida de ese lugar. Era tan especial estar con el en ese momento.
Al atardecer sobre las 6 acercándose la noche, la agarró por la cintura, y la tapó los ojos con una venda y la susurró:
- Tranquila, no tienes nada que temer confía en mi, espero que te guste.

La cogió y la montó en el coche, estuvieron conduciendo un tiempo, hasta que el coche se paró. Y James volvió a susurrarla:
- Me verás pronto, estaré cerca. Tienes tres pistas para encontrar el destino, la primera esta en la guantera te llevará a la segunda la segunda a la tercera y la tercera al sitio.

En la primera nota ponía:
Soy bajito y robusto con el tiempo crezco y me pongo mas ancho hasta que me quedan más delgadito, e llegado a tener pequeñas florecillas.
- El arbusto dijo Lena.
La segunda:
Soy alta y delgadita, mi ojo alumbra el camino de todo aquel perdido, suelo estar en todos lados, y todos necesitan una escalera para cambiar mi ojo.
La farola.
La tercera:
Les encanta jugar y bailar dentro de mi, mi juego suele ser con 11 elementos 10 mas delgaditos y uno mas robusto.
La bolera.

Entró y estaba todo oscuro, solo una esquina se alumbraba por velas y estaba James allí sentado.
- Quería que tus primeros días aquí fueran inolvidables. Aquí tienes mi pequeña muestra de mi cultura y nuestras comidas. Bienvenida a la India.

Encendió las luces y estaba decorado como en un restaurante Indio. Era precioso todo.
- Eres un idiota joer, mil gracias por todo lo que estas haciendo - se le calló una lágrima.- Nadie se había tomado tantas molestias para hacerme sonreír, y pasar uno de mis mejores días con diferencia.
- Todo esto lo e hecho por ti, porque se lo que es ser la nueva, se lo que es no conocer a nadie, ni contar con nadie para hablar, salir, contarle como te sientes, si tienes ganas de llorar, o si lo único que quieres es tumbarte en el sofá ver una película mientras comes helado.
Quiero que tu experiencia aquí sea inolvidable y que yo forme parte de este recuerdo. - Se le escapó una sonrisa-.

- Gracias por todo enserio, formaras parte de esto, no lo dudes. - Se la escapó otra lágrima rodeada con una sonrisa-.
- No llores tonta, ven aquí anda.
La abrazó, la cogió la cara, la miró a los ojos, y le limpió las lágrimas.
- Tus ojos, joder, tus labios. Porque eres así? Porque parezco un tonto cada vez que estoy contigo? Eres... - Lena lo besó.
El siguió el beso, la empezó a enredar en el pelo y luego bajó sus manos hasta su espalda.
En mitad del beso, la paró, la miró a los ojos de nuevo, y se le escapó una sonrisa.
- Y eso? - preguntó Lena.
- Desde que te vi en el aula quise que me lo dieras.
- Imbécil. - James la volvió a besar, pero paró rápido.
- Es hora de cenar no?
- Si, ya tengo ganas de sentirme india por un ratito.
- Lo harás, vas a probar los mejores sabores de la historia. Tendrás mas ganas aun de ir, creeme. - La volvió a besar, y se sentaron a comer.