Balas perdidas.

Por esa razón pasó todo.

Vera se alegro muchísimo de que James le dijera aquello,  y sin pensarlo dos veces cogió el primer vuelo para ver a Lena.

-Bueno chicos que paséis un buen día y empezar bien la semana.-Dijo James a sus alumnos.
Cuando Lena entró en su habitación se encontró con ella no se lo podía creer,  se abrazaron,  se besaron...  Un cuento de hadas.
Ambas pidieron perdón,  pero ninguna sabía exactamente la razón ese hecho hizo que hablaran de todo ese tema.

Cuando ellas hablaban y supuestamente ambas estaban enamoradas por la distancia de no encontrarse en la misma ciudad no querían estar juntas,  pero era como si lo estuviesen.
Pero Lena daba todo por ella no besaba a nadie no ligaba con nadie solo tenía a Vera en la cabeza,  pero esta no lo hizo a sí.
Cuando Lena se enteró de lo que ocurrió se empezó a poner triste pero no dejaba de hablar con ella,  pues la quería.  Y tonta fue,  ya que Vera cada vez se la veía mas distanciada,  ni tenia tantas ganas de verla y poco a poco se fue con sumiendo.  Llevaban un día sin hablar y al día siguiente era el cumpleaños de Lena.  Todo el día estuvo pensando en ella hasta que a las 12 de la noche del día siguiente vio su felicitación. Era un día importante y no lo compartieron,  Lena estaba triste y cabreada.  Ya no era solo que ella hubiera estado con otra si no que no pasó un día muy importante con ella aun a distancia. 

A Lena se le vino el mundo encima y le dejó todo claro. Se arrepintió pero ahora ve que hizo lo correcto.

-Por eso sucedió todo. Nos distanciamos -dijo Lena.- Pero aun así sigues siendo importante aunque no quiero volver a lo de antes.  Gracias por venir, toma tu colgante,  no lo quiero,  me hace daño tenerlo.
-Si así lo quieres está bien,  seguiremos en contacto. Me vuelvo a España. -dijo Vera.
Se despidieron con su ultimo beso.