Balas perdidas.

Inexperado.

Se encontraron a dos calles de la residencia.

James iba espectacular, traje negro camisa blanca y una pajarita en tonos violetas.
Lena se quedó impresionada ella no sabía donde iban, pensaba que solo era a comer,  una simple comida de amigos.

-Enserio vas con traje a una comida??
- No dijiste que yo elegía?  Pues confía en mi, vas a pasarlo genial. -Dijo James.
- Pero donde voy a ir yo así y tu con traje??
-Tranquila, lo tengo todo planeado.

Se montaron en el coche, Lena no sabía nada,  estaba nerviosa.

- Donde vamos?
-Primero vamos a hacer una parada en un sitio,  y hay cambio de planes es cena en vez de comida. - Dijo James.
- Me estoy poniendo nerviosa James...
-Tranquila, ya hemos llegado,  a la primera parada.

Era un Hotel de cuatro estrellas, pero Lena no sabía nada, a un hotel a las 12 de la mediodía... Era todo muy raro.

Llegaron a recepción y el le dio una llave.
- Esta es tu habitación,  espero que te guste la sorpresa.
- No voy a subir yo sola,  sube conmigo,  no me fío.  -Le dijo ella.
- Está bien... -Dijo refunfuñando.

Llegaron al pasillo de la habitación había velas.  Al llegar a la puerta había un mensaje,  que decía: "Disfruta del momento.  Espero que te guste James".

Lena se le quedó mirando.
-Entra anda.  -Dijo James.

Lena abrió  la puerta,  había muchas velas,  musica de fondo,  y delante de ella había tres cajas de cartón dos medianas,  y una enorme.
Delante de ellas había una nota:
"Me encantaría que asistieras conmigo a la boda de mi hermano.  Si aceptas abre las cajas disfruta de tus regalos,  y antes de vestirte toca tres veces la puerta del baño y deja que te vuelva a sorprender".

Lena ya que le tenía al lado le dijo que si,  que le encantaría ser su acompañante.
Abrió primero las cajas pequeñas.
En una de ellas unos tacones preciosos de color nude.
En la segunda caja había unas pequeñas flores de tono rosa oro para el pelo,  y los complementos un collar fino de espalda,  dos pulseras de hilo dorado rosado con varios colgantes y una tobillera a juego y una cartera en tonos dorados.

Lena no se lo estaba creyendo.

Por último abrió la caja grande...  El vestido de sus sueños.

Estampado florar no muy cargado, fondo beige,  un escote con los hombros al descubierto y la espalda abierta,  era un vestido corto. 
Estaba completamente en shock.

Le miró y empezó a llorar.
- Pero tonta,  no llores,  creo que todavía queda algo que te va a encantar,  anda toca tres veces la puerta del baño.

- Esto es demasiado James...  Pero,  vale...  Está bien tocaré...

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CONTINUARA...