Balas perdidas.

Tal cual

Al día siguiente Lena fue a clase como de costumbre.

Al terminar la hora de química avanzada James la paró para hablar con ella.
-Te gustó tu sorpresa?
-Fuiste tu quien llamo a Vera?
-Si algún problema?
-Ya está en España.  Hablamos todo lo que sucedió entre nosotras.  Quedamos como amigas. Así va a ser mas fácil olvidarlo.
-Que dices??? Como que está en España?
Como amigas???
- Ven te invito a un café y te cuento.

Después de aquello, James se sentía algo extraño, no sabía que hacer,  pero a la vez estaba muy feliz, podía conquistarla.

-Bueno por lo menos ya ninguna de las dos tendréis dudas de que hubiera pasado,  os habéis dado cuenta de que juntas volvería a pasar lo mismo y sería un sufrimiento.
- Si la verdad me alegro de esto aunque...  Has perdido dinero,  te lo devolveré.
- No no tienes que devolverme nada,  si es por ver tu sonrisa lo que sea. Dijo James.
- Serás empalagoso...- le dijo Lena.  Ambos echaron a reír.

-Bueno ya que no me dejas darte nada te invito a comer el sábado,  tu eliges sitio.  No quiero un no por respuesta. -Dijo Lena

Cada vez su vida en Estados Unidos era mejor,  le encantaban sus amigas de la residencia,  se lo contaban todo excepto lo del profesor James. 
Para conocerse un poco mejor el viernes decidieron hacer una fiesta de pijamas en la que hacían preguntas jugaban y demás...

Entre charlas y risas se durmieron a las 6 de la mañana.

Lena había quedado a las once con James.
Se levantó a las diez un poco tarde ya que tenía que ducharse ayudar a recoger prepararse... Pero aun así acabó pronto. 
Ya que era una comida normal no se arregló en exceso, una camisa ancha blanca un vaquero largo desgarrado y unas cuñas rojas. Maquillaje sutil eyeliner rimel un poco de corrector por las ojeras y labios rojos.
Y se fue. 

Que la deparará el destino?