Capítulo 11

11.5K 969 240
                                    

Una humillada Ladybug merodeaba las estructura superior de la Torre Eiffel. Pensaba en todo lo sucedido ese día. Lo que Adrien le había comentado temprano aún la hacía sentir feliz. Luego recordaba el incidente con Chloe y su expresión cambiaba drásticamente. Estaba furiosa con ella, pero al mismo tiempo le estaba agradecida de que por una vez la rubia abriera su gran boca para algo que resultara beneficioso para ella.

-Mmm... ¿A qué se debe esa sonrisa, mi Lady?- escuchó preguntar a su compañero a sus espaldas.- ¿Al recuerdo de un beso a caso?- agregó travieso acercándose a ella hasta rozar sus hombros.

-Tal vez...- murmuró la heroína con sus mejillas sonrojadas. Se abrazó a sí misma y dirigió su vista a hacia la cuidad a sus pies mientras escuchaba a su compañero acercarse a ella.

-Entonces...- comenzó Cat Noir recostando sus codos sobre una viga de metal cerca de la chica y dejando descansar sus manos sobre sus palmas.- Estás enamorada de mí...- dijo con una gran sonrisa de ilusión.

Ella tan solo dejó salir un suspiro y asintió tímidamente, mordiendo su labio inferior. El chico sintió explotar de felicidad en su interior. Todo ese tiempo la chica que lo hacía suspirar, suspiraba por él a sus espaldas. Y él sin siquiera una pista de eso,

-Ladybug.- llamó, sin obtener respuesta.- Marinette...- dijo nuevamente. Esta vez, la heroína volteó hacia él.

Con una suave sonrisa, Cat Noir deslizó su mano por su mentón, acariciando su piel en su camino hacia su mejilla. Ladybug se acercó poco a poco hacia él y rozó ligeramente sus labios con los del rubio. Él se inclinó hacia ella, pretendiendo que sus intenciones eran besarla. Pero antes de llevar a cabo el esperado momento, se alejó con sus mejillas sonrojadas y una traviesa sonrisa.

-¿Creíste que iba a ser tan fácil?- preguntó en un susurro con una seductora voz antes de saltar a la siguiente viga más cercana.

-¿Pero qué...?- Ladybug lo miró confundida.

-Todo este tiempo supiste que estaba loco por tí y tú no comentaste nada.- explicó el héroe divertido, antes de darle voltear su cuerpo aún con su mirada sobre ella.

-No serías capaz...- retó la chica sonriendo también y preparando su yoyo. Cat tan solo guiñó un ojo y echó a correr por la ciudad, seguido de la chica que no dudó ni un segundo en seguir a su gatito.

Ladybug le había negado sus tan apreciados besos varias veces en el pasado sin que él pudiera hacer nada al respecto. Ahora, sabía que ella lo quería por igual, pero no pretendía ceder antes ella tan fácil. Es verdad que la heroína mostraba un gran grado de dignidad ante él y él haría lo mismo ahora. Si tanto quería un beso de él ahora, debería conseguirlo por sus propios medios, esforzándose como él lo había hecho antes de todo aquel embrollo.

Entre edificios y árboles, la carrera fue llevada a varias cuadras de distancia desde su punto de inicio. Una persecución entre el dúo de superhéroes que poco a poco se tornaba más seria.

Finalmente el gatuno héroe fue sorprendo por la cuerda del arma de su chica, la cual le aprisionó a un poste de alumbrado, dejándolo cabeza abajo y completamente a merced de su perseguididora.

-¿Vas a besarme ahora?- preguntó entre risas al ver el cansancio reflejado en el rostro de Ladybug.

-Debería atarte con tu cola y dejarte aquí.- respondió ella con sus manos en su cadera en una posición autoritaria.

-No serías capaz...- repitió él la línea dicha por la chica hacía tan solo unos instantes, creyendo que realmente lo haría. Ladybug sonrió antes de tomar su rostro entre sus manos y acercarlo a ella. Finalmente lo besó. Un beso entre pasión y ternura. Cat sonrió contra sus labios. Movió su cabeza un poco hacia a delante, intentando que aquel beso jamás terminara.

Cuando finalmente ella retrocedió unos centímetros, le sonrió. Una expresión dulce que se convirtió en una sonrisa diabólica antes de recoger la cuera de su yoyo y dejar caer al chico al suelo.

-Eso es por hacerme correr detrás de tí por toda la ciudad...- dijo con una expresión triunfante, antes de extender su mano hacia él y ayudarlo a ponerse en pie.

-Lo merecías y lo sabes.- respondió él con una sonrisa encantadora, con la que ella no pudo evitar sonrojarse. Una vez que estuvo de pie, Cat Noir finalmente la tomó entre sus brazos. Ladybug acarició sus mejillas con sus manos delicadamente. De puntillas, intentó igualar su altura para alcanzar sus labios, pero no hubo necesidad luego de que él la levantara y estrellara un beso contra su boca.

Aferrándose a su cuello, Ladybug correspondió al gesto más que encantada. Tan solo unos segundos más tarde, Cat se separó de ella, colocándola de nuevo en el suelo con cuidado.

-¿Q-Quiere que la escolte a su hogar, mi lady?- preguntó galante, sosteniéndola aún por la cintura.

-Gracias, minino.- respondió ella siguiendo su juego con un divertido tono de voz.- Tal vez tenga algo de leche fría para un gatito tan tierno como tú.

-Oye, eso es generalizar.- reclamó él con una ceja alzada.- No todos los gatos bebemos leche todo el tiempo.

-¿Y que te parece si la acompañamos de unas galletas?- ofreció ella divertida de su respuesta.

-Me gusta más esa idea.- dijo el héroe con sus ojos brillantes ante el ofrecimiento de dulces.

Aquella noche transcurrió más tranquila, con ambos héroes disfrutando de la compañía del otro. Sin secretos ni nada más que ocultar.

Trabajo en equipoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora