La señal del destino

Era él, si era él....

Seguí sin saber donde los había visto, pero ni modo que fuera adivina...

-HUGO: ¿Por qué me miras así te pasa algo?

No, para nada solo que haber te va a sonar raro y pensarás que estoy loca pero me suenas muchísimo y no sé donde te he visto.

-HUGO: No, no te voy a llamar loca tu también me suenas mucho sobre todo esos ojos verdes que tienes, estaba seguro que los había visto en algún lado por cierto. ¿Cómo te llamas?

-Es verdad si no te lo dije, me presento me llamo Valeria, Valeria Miller.

Vi que se quedó un poco serio, no articulaba palabra pensaba que había hecho algo mal pero cuando él me iba a decir el suyo, me llamó la enfermera para entrar ,ya una vez dentro lo notaba muy serio algo raro, al salir me llevó en coche ya que me escayolaron el pie a casa, en el camino le dije:

-Perdona que sea tan directa pero desde que te he dicho mi nombre te has quedado como raro.

-HUGO: A ver no es eso, sino que de pequeño yo conocí a una chica de la cual me enamoré y se llamaba Valeria el apellido no me acuerdo porque como he dicho era pequeño, por mil cosas nos separamos y bueno hay veces que me gustara que volvería y abrazarla, porque aunque éramos chicos siempre la abrazaba y mira que a lo primero nos llevábamos fatal, y bueno...

-No te lo vas a poder creer algo parecido me pasó, y bueno ¿qué fue de ella?

-HUGO: Nunca supe de ella, se fue a un viaje con su padre porque se separaron y hará más de diez años que no sé nada de ella.

A partir de ahí ya me di cuenta de todo por Dios era él, si era él, se me empañaron los ojos de lágrimas, aunque ya estaba segura, tenía que preguntárselo necesitaba saberlo. Cuando fui a preguntárselo sonaba en el coche de fondo Ecos de amor de Jesse & Joy, nuestra canción favorita.

-Te llamas Hugo, le pregunté.

-HUGO: Sí, como lo sabes, contestó.

Supongo que ahí se haría una idea pero vamos....

No me reconoces Hugo soy yo soy Valeria, soy tu Valeria, de la que tan bien recuerdas y hablas. Como has podido cambiar tanto Hugo por dios, en 10 años mira como te has puesto estas hecho un hombre y encima ya no eres ni la sombra de lo que eras. Se me cayeron las lágrimas y bueno a él también todo hay que decirlo.

-HUGO: Enserio, esto es increíble, Valeria mi Valeria, dios mío no me lo puedo creer es que Dios, tu tampoco te creas que eres la misma ya no eres tan tonta como antes.

-Pero serás cerdo pues bien que me extrañas cabeza hueca, así que me sonaban tus ojos, normal esa cara de rata no se olvida en dos días, sonreí ligeramente.

-HUGO: Ni en diez años parece, comentó y nos reímos.

Sin pensarlo me abracé a él, no sabía que lo había extrañado tanto, tantas cosas nos unían.

-HUGO: Me tienes que contar absolutamente todo, que has hecho estos 10 años por favor, cuánto tiempo sin decirte así, sin saber nada de ti..

-Sí quieres, te puedo contar tengo una pierna escayolada, mucho tiempo y a un amigo al que abrazar sin parar, le sonreí.

-HUGO: Se que quizás te sientas incómoda pero nunca te deje de querer y tuve rollos pero nada que ver a lo que pasó contigo.

-Por favor Hugo éramos unos críos, y si yo también he tenido novios pero si tengo que ser sincera nadie se pareció a ti porque nadie tenía esa cara rata, reímos al unísono.

-HUGO: Que mala eres pero aún así te sigo queriendo.