Capítulo 4: Ojalá todo fuera una pesadilla

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POV Narrador

Milo comenzó a abrir los ojos, con un poco de miedo a lo que se podía encontrar, le dolía la cabeza y veía un poco borroso, cuando ya se le aclaró vio que estaba atado por las muñecas a la cabecera de la cama y estaba completamente desnudo, vio de también estaba atados de los tobillos pero eras estas cadenas eran un poco más largas que las de sus muñecas.

El abrir de la puerta lo puso nervioso sobre todo al escuchar los pasos pesados de Saga, intentó gritar pero vio que en su boca había una mordaza.

Saga: Hola Milo, ya estaba un poco arto de tu comportamiento así que llegó la hora de darte una clase de comportamiento -le quito la mordaza-.

Milo: ¡No me toques!

Saga: Jajaja -se quito su larga gabardina negra y se posicionó entre sus piernas- pareces muy exquisito, quiero volver a probar esos labios -dijo acercándose a los labios del griego y lo beso de forma salvaje mordiéndole el labio inferior cosa que ocasionó un gemido de dolor del otro y un poco de sangre- eres tan sexi -dijo masajeándole los fuertes muslos al moreno-.

Milo: No...no me toques -comenzó a bajar con sus besos hasta que llegó hasta su cuello el cual mordió- ¡Ahh!

Saga: Eres mío, y me encanta oír tu voz.

Siguió bajando hasta llegar a sus pezones, primero se dirigió hacia el derecho, comenzó a lamerlo y cuando menos se lo esperaba lo mordió sin ninguna delicadeza ocasionando un grito del de escorpio, la misma acción fue repetida en el pezón izquierdo.

Siguió bajando con besos pero de vez en cuando le daba mordisco, las primeras lágrimas se comenzaban a asomar por los bordes de los ojos del peli morado lo cual se percató el mayor.

Saga: Eres hermoso -dijo pasando la lengua secándole las lágrimas- no te preocupes, ya queda poco para que te haga mío, no te preocupes, creo que ya voy a ir al final -dijo con una sonrisa sádica-.

Milo: Por favor...Saga...no...por favor -no le sirvieron sus suplicas Saga entro de una sola estocada sin ninguna contemplación- ¡AHHH!

Saga: Eres muy estrecho pero eso me encanta, se nota que eres virgen.

Milo: ¡Por favor para! -sus lágrimas iban aumentando-.

Saga no tenía miramientos ninguno, desde el principios las estocadas eran rápidas y duras, causándole un terrible daño a Milo, era la sangre de este lo que usaba de lubricante, aunque Milo sabía que todos les estaban escuchando los desgarradores gritos no paraban de salir de su garganta aunque sentía que el dolor de su garganta cada vez era igual de insoportable que el de su trasero.

Saga comenzó a acariciar su abdomen pero sin aviso alguno comenzó a arañarle ocasionándole sangre, la voz de Milo ya era casi inaudible, sentía que poco le faltaba para que perdiera el conocimiento, cosa que aunque pareciera peor Milo lo prefería, así no sentiría todo lo que Saga le hiciera.

Poco después Saga llegó al clímax en su interior corriéndose completamente, y por desgracia para el pequeño, él también se corrió, pero peor aún era que todavía no había perdido el conocimiento y a Saga se le había vuelto a parar.

Saga: Milo, así de apetitoso estás que mi amiguito vuelve a necesitarte -dijo cogiéndole de su largo cabello-.

Milo: Sa....ga...no...por....fa... -no le dejo terminar ya que le metió su miembro en la boca del pelimorado-.

Sin ningún cuidado comenzó a mover la cabeza del menor haciéndose una mamada, poco después se corrió en la boca del otro obligándolo a que se lo tragara si no se quería ahogar. Se levantó de su sitio y tras vestirse salió de aquella habitación dejando a Milo todavía encadenado, a los pocos minutos el ojiazul calló en los brazos de Morfeo.

***

Comenzó a abrir los ojos y vio que ya no estaba en la habitación de Saga, sino en la que compartía con Afrodita, el cual era su mejor amigo, desde que Dohko, Shura y Shaka fueron dados a aquel gordo, se alegraba de que sus amigos podían estar sanos y a salvos.

Afrodita: Milo que alegría que estás consciente, tenía miedo de que te hubiera pasado algo.

Milo: Dita...¿qué ha... -su amigo no le dejo continuar poniéndole un dedo sobre los labios-.

Afrodita: Tranquilo, poco después de que Saga te hiciera eso, me llamó a mí para que te trajera para tu habitación ya que él iba a la parte del castillo de su hermano a hablar con él de algo que no sé bien, pero no era sobre ti, Death se quedó aquí y entre los dos te hemos bañado, curado y vestido.

Milo: Muchas gracias Dita, agradécelo.

Afrodita: Después se lo diré.

Milo: Soy una escoria.

Afrodita: No digas eso Milo -dijo quitándole algunos mechones de su cara- eres una de las mejores personas que he conocido.

Milo: Lo mismo te digo Dita, jeje.

Afrodita: Esa sonrisa es la que yo quiero, descansa un poco más, seguro que seguirás muy cansado.

Milo: Sí, de nuevo muchas gracias Dita.

Afrodita: Descansa.

***

Saga avanzaba por unos oscuros pasillos dirigiéndose hasta una de las habitaciones de la parte de su castillo en la cual vivía su hermano gemelo, cuando llegó delante de una gran puerta llamó a esta y poco después entró.

Kanon: Hola hermano, has violado ya a uno de tus dos esclavos y vienes a contármelo.

Saga: Le he enseñado a Milo como se debe comportar de esa forma, pero no vengo a por eso.

Kanon: Entonces, ¿a qué se me ofrece tu grata visita?

Saga: Se que tú llevas tiempo buscando a un esclavo o como a ti te gusta llamar a una putita, recuerdas a esos tres esclavos que le entregue al de la comarca de Vranjes.

Kanon: Si, no me diste la oportunidad de escogerme a ninguna de esas tres putillas.

Saga: Resulta que esta tarde lo he tenido que matar junto a su ayudante, los ha vendido.

Kanon: Y eso es lo que tú querías.

Saga: El problema es que Shaka y Shura han sido vendido a la familia Andreatos y Dohko se a la familia Thalassinos.

Kanon: Sí, he oído hablar de esas dos familias.

Saga: De la familia Andreatos no quiero nada por ahora, pero de la familia Thalassinos me he enterado que tiene tres hijos, dos de ellos aún menores.

Kanon: ¿Qué es lo que quieres?

Saga: Te he traído foto de ellos -dijo enseñándole las fotos de los tres hermanos- el peliverde este -dijo señalando a Shion- es el mayor de los tres y es el amo de Dohko.

Kanon: Que monos son los otros dos, sobretodo el mediano.

Saga: Pues si me ayudas con mi plan pueden ser todo tuyos.

Kanon: ¿Que es lo que quieres querido hermano?

Saga: Quiero que mates a su padre y si se pone en medio, no dudes en matar también a Shion, a los otros dos te los dejo a tu elección.

Kanon: Me encantan hacer tratos contigo.

Continuará...

Encadenados (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora