Capítulo 8: El pasado comienza a regresar

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Desde que despertó Shion no había parado de llorar cuando se enteró de lo de sus hermanos, ni siquiera hablaba con Dohko, el único que se podía acercar a él era Aioros.

Shura: Dohko tranquilo, solo tienes que esperar.

Dohko: ¿Esperar a que?

Aioros: No quiere comer, y quiere hablar contigo Dohko -dijo apareciendo entre ellos dos-.

Dohko: Vale -entro con un poco de miedo a la habitación que estaba Shion, y tras entrar cerró la puerta- hola Shion ¿querías hablar conmigo?

Shion: ¿Por qué no hiciste nada?

Dohko: Shion escúchame, intenté ayudar a tu hermano menor pero...

Shion: ¿¡Pero qué!? ¿¡Qué mierda te paso para que no salvaras a Kiki!? -dijo levantándose y cogiendo a Dohko del cuello de la camisa-.

Dohko: Lo siento -lágrimas comenzaron a asomarse por los verdes ojos de Dohko- cuando te ví inconsciente me fui hacia ti junto a tu hermano, pero Kanon me golpeó.

Shion: ¿Kanon? -dijo ya un poco más tranquilo al ver las lágrimas de Dohko-.

Dohko: Es el hermano gemelo de Saga, él fue quien se los llevó, el miedo me paralizo, lo siento, no merezco tu aprecio ni siquiera que me dirijas la palabra.

Shion: Lo siento -dijo abrazándolo- no quería hablarte así cariño.

Dohko: No tranquilo -dijo protegiéndose en el pecho del peliverde- soy yo el que se debería de disculpar, soy un cobarde.

Shion: No lo eres cariño -dijo secando las lágrimas de Dohko con pequeños besos- respóndeme, ¿qué le podría hacer ese tal Kanon a mis hermanos?

Dohko: A Kiki no le hará nada, ya que no les suele gustar los niños pequeños, pero lo que le hará a Mü, no te sé decir.

Shion: De acuerdo.

Mü: Lo que te puedo decir, que si Mü no pone mucha resistencia, puede que le vaya un poco mejor, de cómo nos fue a Shura y a mí.

Shion: De acuerdo, de nuevo lo siento por hablarte así cariño.

Dohko: No pasa nada.

***

En la habitación de Saga, este volvía a violar a Milo sin ningún cuidado, y aún así Milo no gritaba.

Saga: ¿Qué mierda te pasa Milo? -el pelimorado solo miró hacia el lado- ya no sientes placer.

Milo: Nunca he sentido placer contigo.

Saga: No me toques los huevos Milo -dijo a la vez que le cogía el cuello con sus manos- me estás cabreando -en ese momento llamaron a la puerta- ¿Quién es?

Sirvienta: Mi señor, su comida está lista.

Saga: De acuerdo -salió de Milo y se puso su oscura túnica, después se dirigió al gran comedor donde estaba su sirvienta sirviéndole un plato de comida- ¿Cuántos días lleva Milo sin comer?

Sirvienta: Desde que usted lo dijo hace cinco días.

Saga: Entonces ¿por qué mierda sigue con ese comportamiento?

Sirvienta: Puede que no aprecie su cariño.

Saga: Ya ni siquiera me divierto haciéndolo con él.

Sirvienta: Puede que ya no le sea útil.

Saga: Tienes razón, llama a Death Mask y dile que venga.

Sirvienta: Con su permiso -dijo saliendo de aquella sala, poco después volvió acompañada del italiano, tras eso los dejó a los dos solos en la habitación-.

Encadenados (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora