Capítulo 15: No perderé

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Shion con ayuda de Mü volvía sobre sus pasos y a ellos les acompañaba Camus.

Shion: Camus, ¿qué es lo que ocurrió con Sorrento cuando estaba en tu familia?

Camus: Es una historia muy larga Shion, si te digo la verdad fue una parte muy oscura de mi pasado.

Shion: De acuerdo, espero que a Aioros le haya ido bien.

Camus: Y a Death y a Aioria.

Mü: Hermano la herida que te hizo en el brazo te sigue sangrando.

Shion: Tranquilo Mü, no es nada -poco después llegaron a donde estaban Death y Aioria-.

***

Aioros mantenía su espada en modo de escudo ya que Saga no dejaba de atacarlo y ya le había dado varios cortes.

Saga: Jajaja, así intentas ganarme.

Aioros: Si solo tuviera un arco, ya hubiera acabado contigo.

Saga: Si claro, eres un débil no necesitas ningún arma en especial, solo eres un perdedor.

Aioros: Cállate, no voy a perder contra ti, no puedo perder, sé todo lo que has hecho todas las vidas que han sido arrebatadas por tu forma de ser, eres un maldito asesino.

Saga: Pues sí, ¿Y tú qué vas a hacer? Tranquilo te lo diré, tú te unirás a ellos.

Aioros: No, Shura me espera, no voy a rendirme -dijo levantándose-.

Saga: Veo que lo que me dijo Shura era verdad, eres un cabezota.

Aioros: Je.

Saga: Voy a borrarte esa sonrisa de la cara -en un abrir y cerrar de ojos se acercó a él y de un puñetazo lo tiró contra la pared- vamos a empezar a destrozar cada parte de tu cuerpo, empezaremos por los brazos, ¿te parece bien? -levanto la cara del otro con su espada y vio como aún más sangre corría por su barbilla proveniente de su boca- que brazo quieres el primero, el derecho o el izquierdo -no recibió respuesta del otro- de acuerdo yo decidiré, elijo el derecho -dijo clavando la espada en el brazo derecho de este y sacándola sin ningún cuidado-.

Aioros: ¡Ahhh! -grito a la vez que se lo sujetaba con su otro brazo-.

Saga: Venga, ¿ya se te están cerrando los ojos? Pensé que serías más entretenido.

Aioros: Maldito -intentando calmarse su dolor miro hacia un lado y vio en una esquina un poco escondido un arco y dos flechas- no voy a rendirme -dijo levantándose lentamente, poco después se rompió un poco de su camiseta y con ayuda de su boca y su otro brazo se vendó la herida- acabaré contigo -lo más ligero que pudo se dirigió hacia donde vio el arco y las flechas y se preparó para disparar-.

Saga: Jajaja, no me hagas reír -dijo yendo hacia él-.

Aioros: Como te dijo, si solo tuviera un arco -dijo disparando la flecha y dando en el blanco, el corazón de Saga- ya te hubiera matado.

Saga: Maldito -dijo cayendo al suelo totalmente inmóvil-.

Aioros: Te avisé -dijo cogiendo la llave que llevaba Saga en su cinturón, la cual abriría la puerta de los aposentos del de larga melena azul y además soltarían las cadenas de Shura-.

Se dirigió a paso lento hacia la puerta, aunque se había vendado la herida al disparar la flecha la raja se había agrandado y estaba perdiendo más sangre. Abrió la cerradura y tras abrirse la puerta vio en la cama a la persona más importante de su vida.

Shura: ¡Aioros! Me alegra muchísimo verte -dijo con una sonrisa en su cara la cual desapareció al ver todas las heridas que tenía-.

Aioros: Shura...toma la llave -le dio la llave para que se soltara de sus cadenas y poco después cayó inconsciente en la cama al lado de Shura-.

Shura: Aioros -lo más rápido que pudo soltó todas las cadenas y cogió el cuerpo de Aioros entre sus brazos- Aioros no me dejes, Aioros -lágrimas comenzaban a correr por las mejillas de Shura y acababan cayendo en la cara de Aioros- no nos dejes -un pequeño movimiento hizo el niño dentro de él el cual Aioros escucho-.

Aioros: Shura, los vómitos de aquella mañana, dime la verdad.

Shura: Aioros... no había comido nada que me sentará mal.

Aioros: Estás...embarazado.

Shura: Sí, de unos dos meses -dijo acariciándose la barriga-.

Aioros: ¿Por qué no me lo dijiste?

Shura: Tranquilo Aioros, todo ha salido bien.

Aioros: Si, pero entonces Saga no te hubiera puesto ni un solo dedo encima, porque se lo hubiera cortado.

Shura: Jajaja, déjame curarte bien ese brazo y ya nos vamos -dijo cogiendo unas vendas, unas tijeras, un bote de alcohol y un paño que había en el cajón de la cómoda de la habitación de Saga-.

Primero corto con las tijeras la venda que Aioros se había hecho y parte de la ropa que le tapaba la herida para curársela mejor. Con un poco de alcohol y el paño le limpió totalmente la herida al otro y poco después se la vendó bien. Cuando acabó ayudó al mayor a levantarse y salir de aquella habitación.

Fueron lento pero preferían ir así, ya que Shura seguía sin creerse que Aioros siguiera consciente con todas las heridas que tenía, además de que a Aioros le gustaba ir así, se sentía genial siendo abrazado por el brazo de la persona que más amaba. Tiempo después llegaron hasta donde estaban los demás.

Aioria: ¡Hermano! -dijo corriendo hacia él, le abrazó y tras eso escuchó quejido de dolor- lo siento.

Aioros: No te preocupes es solo que la pelea con Saga ha salido peor de lo que creía, por tu culpa.

Aioria: ¿¡Por qué!?

Aioros: No metiste mi arco entre las armas, si no llega ser porque vi uno en la sala que estaba peleando contra Saga, estuviera muerto.

Death: Bueno vámonos de aquí.

Shura: Dita te espera ¿no?

Death: Cállate -dijo colorado mirando hacia un lado-.

Todos: Jajajaja.

Tras eso todos se dirigieron hacia los caballos y aparte cogieron dos de las carrozas de Saga para ir más cómodo.

***

Poco después ya estaban en la casa de Aioros, nada más llegar Shaka abrazó a Aioria mientras unas lágrimas corrían por sus ojos. Tal fue la energía de Milo al abrazar a Camus que ambos cayeron al suelo, Kiki abrazó a sus hermanos y poco después Shion se fue hacia Dohko y lo abrazó a la vez que secaba algunas lágrimas que caían por los ojos del librano. El último en abrazar al amor de su vida fue Afrodita al ver las heridas que él de cáncer tenía comenzó a llorar y fue el otro el que lo abrazó para calmarlo.

Death: Ya todo paso mi florecita, todo terminó.

Afrodita: Sí, bueno vámonos a otro lugar.

Aioros: ¡Esperad! -dijo cogiendo una espada, la espada de su padre la cual le pasó su hermano menor- arrodíllate Death Mask -tras lo que le dijo se separó del de ojos azules y se arrodillo delante de Aioros- con esta espada te nombre primer general de los ejércitos de mi familia, la familia Andreatos, puedes levantarte -Death aún muy sorprendido le hizo caso- bienvenido a mi familia Death, tanto tú como Afrodita sois bienvenidos aquí.

Death: Muchísimas gracias Aioros, no te defraudaré.

Aioros: Se que no lo harás, jeje.

Continuará...   

Encadenados (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora