Capítulo 14: El pasado nunca fue perfecto

531 47 0
                                    

Death había vuelto sobre sus pasos hasta llegar a donde el cuerpo muerto de Minos y Aioria estaban.

Death: Veo que has ganado -dijo mirando al menor mirando hacia abajo y con algunos cortes- ¿quieres un cigarrillo?

Aioria: No fumo -dijo a la vez que vio que Death se sentaba a su lado-.

Death: Vale, además se me han acabado.

Aioria: Je, ¿y a ti como te ha ido?

Death: Lo he matado, se atrevió a insultar a Dita.

Aioria: Yo lo he matado por Shaka.

Death: Je, somos unos sentimentales.

Aioria: Si sobretodo tú -dijo con un tono de sarcasmo- lo que sigo sin entender ¿por qué traicionaste a Saga?

Death: Yo antes era el caballero principal de la familia de Afrodita, su padre al enterarse que estábamos enamorado desheredo a Afrodita y yo fui expulsado de su ejército, pero en vez de abandonarnos a nuestra suerte nos entregó a Saga, todo iba bien hasta que lo conocimos hubiera preferido que nos hubiera echado del palacio a nuestra suerte. Saga usaba a Afrodita como su sirviente personal, a cambio yo tenía que realizar todas las acciones que él quería que hiciera, matar a gente, niños, mujeres.

Aioria: ¿Y si no lo hacías?

Death: Usaba a Dita para conseguir que yo le hiciera caso, si te fijaste tenía el cuello lastimado de todas las veces que apretaba el collar cuando yo no quería hacerle caso.

Aioria: ¿Qué vas a hacer ahora?

Death: Si te digo la verdad no lo sé, solo quiero que Dita sea feliz.

Aioria: Jeje.

***

Camus peleaba contra Sorrento, ambos estaban igualados, pero a la vez estaban más débiles.

Sorrento: Ya te recuerdo, tú eras el hijo primogénito de Degel.

Camus: Y tú eras el chico tímido que antes vivía con nosotros ¿por qué trabajas ahora para Kanon?

Sorrento: Si, tu padre me dio mucho pero el cariño que recibí del señor Kanon no lo he recibido de nadie.

Camus: Te tratamos como de la familia -dijo bajando de la familia a la vez que veía que el otro se acercaba a él-.

Sorrento: Tranquilo, te mostraré el inframundo como tu madre lo vio -dijo acercando sus labios a los del peliazul y le cantó algo inaudible, tras lo cual un hilo de sangre bajo por la boca de Camus y cayó al suelo inconsciente- el señor Kanon se alegrará al saber que he acabado contigo.

Dentro de la cabeza de Camus se veían a sus hermanos pequeños, Hyoga e Isaac, a su padre, y por último a Milo.

Milo: Camus, Camus, abre los ojos Camus -dijo a la vez que le acariciaba su mejilla- por favor.

Hyoga: Hermano tu puedes contra él.

Isaac: Tu eres el más fuerte de los tres.

Degel: Eres el descendiente de mi fuerza, el orgullo de la familia.

Milo: Todos confiamos en ti.

Camus: Chicos -dijo comenzando a levantarse-.

Sorrento: Es imposible, te he cantado la canción de la muerte, deberías de estar muerto.

Camus: No puedo -dijo limpiándose la sangre del labio- mi padre, mis hermanos, Milo, todos confían en mí, por ellos no me rendiré.

Sorrento: No, eres el primero que aguanta mi canción -dijo cayéndose de rodillas al suelo- no puedo perder por el señor Kanon.

Camus: Dices que Kanon le ha lavado la cabeza a Mü, pero al primero que le ocurrió fuiste tú, caíste en la trampa de que Kanon te daría el amor que nadie te había dado.

Sorrento: El señor Kanon, solo quiere lo mejor para todos.

Camus: El señor Kanon te ha utilizado, piensa perfectamente donde está ahora mismo -lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Sorrento-.

Sorrento: Yo lo amo y él solo me ha usado.

Camus: Sorrento por favor piénsalo bien, en mi familia te volveríamos a acoger con las manos abiertas.

Sorrento: Camus, lo siento, lo siento todo.

Camus no te preocupes, vámonos.

***

Shion estaba en una pared con dificultades para respirar y llenos de cortes.

Kanon: Voy a acabar contigo como acabe con tu padre -dijo cogiendo una pistola- hasta nunca.

Mü: ¡Déjalo! -dijo apareciendo con una espada cogiéndola con las dos manos-.

Kanon: Mü, suelta la espada -dijo acercándose a él-.

Mü: ¡No te muevas! Muévete un poco más y te mato.

Kanon: ¿Tú? ¿a mí? -en un abrir y cerrar de ojos le quito la espada y lo empujo a una pared quedado inconsciente- estúpido -empezó a acercarse al cuerpo inmóvil de Mü- iba a darte una vida de ensueño, riqueza, una gran casa, pero aún así has preferido proteger a tú hermano -dijo acariciando su mejilla-.

Shion: ¡No lo toques! ¡Juro que te voy a matar! -dijo alejándolo de su hermano de un puñetazo- ¡Maldito! mataste a mi padre, no voy a permitir que dañes a mi hermano más de lo que ya le has hecho -dijo cogiendo la espada que había cogido su hermano- ¡muere! -dijo hincándole la espada en el pecho-.

Sorrento: ¡Señor Kanon! -dijo cogiéndolo entre sus brazos-.

Kanon: Sorrento, ¿por qué...?

Sorrento: Yo siempre te he amado mi señor.

Kanon: Que idiota he sido -con eso dio su último respiro-.

Camus: Sorrento.

Sorrento: Lo siento Camus, llevaros a Mü, yo me quedaré aquí cuidando el cuerpo de mi amado.

Camus: Buena suerte, nunca te olvidaré.

Sorrento: Ni yo a vosotros -dijo mientras Shion se acercaba a Mü-.

Shion: Mü, hermanito, Mü.

Mü: Shion -dijo con una leve sonrisa- sabía que vendrías.

Shion: Ese maldito te ha cortado el pelo -dijo acariciando unos de los mechones-.

Mü: No importa Shion.

Shion: Claro que importa, desde que eras pequeño siempre querías tener el pelo largo, sé que me llegaste a odiar porque yo lo tenía y tú no.

Mü: Shion -dijo comenzando a llorar a lo cual su hermano lo abrazo-.

Shion: No me volveré a separar de ti, no me importa que seas el hermano mediano, para mi ambos sois mis hermanos pequeños y siempre os cuidaré.

Mü: ¿Puedes caminas?

Shion: Si, pero creo que necesitaré de alguien para mantenerme.

Mü: Volvamos, Kiki nos estará esperando.

Shion: Si.

Camus: Adiós Sorrento.

Sorrento: Iros de aquí antes de que cambie de idea.

Camus: Vamos Shion, espero que a Camus le vaya bien.

Shion: Tienes razón, vámonos Mü -dijo apoyándose en su hermano pequeño-.

Mü: Sí, vamos.

Continuará...

Encadenados (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora