Game Over ||Ben Drowned|| Book 1

Capítulo 4: Él es real.

Cap 4: Él es real.

(...)

Estaba caminando por el parque tranquila. Ya estaba oscureciendo y la luna llena dejaba rastros luminosos plateados por toda la zona. Llegué cerca de una fuente, con cuatro caminos diferentes. A su al rededor, todo estaba cubierto con árboles. El paisaje era hermoso. Bajo uno de esos árboles, se encontraba sentado un chico de cabellos dorados que brillaban con la luz nocturna. Parecía tener 16 años. Medía, aproximadamente, 1,59. Yo lo miré atenta y curiosa a la vez.

iba a acercarme a él cuando, de la nada, salieron varios chicos mucho más altos que aquel rubio. Se le posicionaron en frente. Luego, comenzaron un diálogo.

Estaba por retirarme pensando que eran amigos de él. Me iba a girar sobre mis talones, cuando uno de aquellos chicos, comenzó a golpear muy fuerte al rubio. En un momento, cayó al pasto dejando un líquido carmesí que se mezclaba con aquel suelo verde.

Comencé a correr en su dirección, pero nunca llegaba. Me paré en seco, vencida, viendo como lo golpeaban. Estaba aterrorizada. Sentía culpa porque no podía ayudarlo. Lágrimas empezaron a salir de mis ojos para deslizarse por mis mejillas y, finalmente, caer al suelo. De pronto, una mano tapó mi boca.

(...)

Abrí los ojos desesperada. Mi corazón latía con fuerza y mi respiración era entrecortada. Me giré sobre la cama intentando dormir, pero no podía. Me sentía observada. La incomodidad se apoderó de mi, lo que hizo aún más imposible que pudiera conciliar el sueño. Esa mirada... Me hacía sentir incómoda. Pero... ¿Por qué me observaba? O, mejor dicho, ¿Quién me observaba?

Mi cuarto estaba en plena oscuridad, ya que las cortinas no permitían el paso a la luz lunar. Me giré mirando el techo, o eso creía yo que era. Me apoyé en mis palmas y me levanté. Al hacerlo, choqué con un pedazo de tela que tenía algo sólido detrás. Sorprendida, estiré mi brazo hasta llegar a la lámpara de mi mesa de luz. Tomé la tecla de esta sin apartar mi vista del frente y la encendí.

Ahí estaba él.

La copia de Peter Pan.

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-¿Qué haces? ¿Por qué no me prestas atención? ¿Acaso soy tan lindo que no me vez? ¿No deberías estar haciendo tus deberes? ¡Ya sé! Eres la rebelde de la clase, pero con un toque de nerd. ¡Nerd!-

Ya no puedo. No puedo seguir ignorándolo. Me está volviendo loca.

-Estoy leyendo en internet. Porque no quiero. Sos más horrible e insoportable que mi hermano. Tengo más tiempo de lo que pensás para hacer mi tarea. No soy una rebelde. Nerd serás vos.- Respondí de mala manera. Me tenía podrida.