Capítulo 10: ¿Le diré o no?

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Cap. 10: ¿Le diré o no?

-¡Nico, a desayunar!- Gritó mamá, a lo que yo solo me tapé la cabeza con una almohada. No quería levantarme tan temprano un domingo.
De pronto, abrieron la puerta y se me tiraron arriba.

-¡La conferencia, Andrés! ¿¡Qué no sabés lo que es "STOP"!?- Dije, señalando la puerta de mi habitación con el cartel de "STOP" y tirándolo al piso.

-Pero mamá dice que bajes...- Contestó, para luego pararse y salir. Bufé, me levanté y me calcé mis pantuflas. Tomé mi celular y salí, para luego bajar las escaleras.
Llegué a la cocina y saludé a mi mamá, como siempre. Me senté y esperé a que sirvieran mi desayuno porque si, soy una niña mimada.
Habían pasado dos semanas del cumpleaños de Melody y llegaba el mío:

El 23 de Noviembre.

Desde cuando era -literalmente- un pitufo, mis papás se volvían locos un día antes de mi cumpleaños para que todo salga perfecto. Ahora, mi papá se sienta en el sillón, en calzones y no hace nada.

-Nico, necesito unas cosas del supermercado ¿Me las traerías?- Preguntó mi mamá, sacándose los guantes de cocina y pasándome una lista. Yo solo asentí, tomé mis llaves y salí camino al supermercado.

Mientras caminaba, leía la lista que mi mamá me dio. Me parecía raro que la lista tuviera los ingredientes para una torta...

Le resté importancia y aparté mi vista de la lista para fijarme en el imponente supermercado al que tenía que entrar. Pasé por la puerta, tomé un carrito y me dirigí hacia el pasillo donde se encontraba el dulce de leche. Comparé precios y decidí llevar el de "Ciudad del Lago". Al momento de agarrarlo, lo saqué y ahí mismo, donde estaba el dulce de leche que tomé; se encontraba la cabeza de un sonriente elfo.
Largué el pote y grité, captando la atención de varias personas.

- Y ¿Ustedes que miran? Una ya no puede gritar tranquila que todos la miran, manga de metidos.- Musité para la gente que me estaba mirando. El otro, bastante pendejo, se reía en mi cara.- ¿Qué hacés acá, duende pelotudo?- Le susurré.

-Te molesto.

-Salí de acá, enano. Ahora tengo que pagar dos dulce de leche por uno por tu culpa.- Pronuncié, para luego girarme y caminar a buscar los demás elementos.

- No me iré.

- Hacé lo que quieras, pero no te voy a hablar más. Parezco loca ya.- Él, se encogió de hombros.

-Okey.- Pronunció y siguió hablando, mientras yo lo ignoraba.

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Mamá cocinaba, Andrés molestaba y papá estaba tirado en el sillón. Todo normal para un día antes de mi cumpleaños. Excepto por un detalle...

-¡Dame eso, estúpida niña!- Gritaba despavorido el duende.

-¡Cuando me alcancés!- Le devolví el grito y seguí corriendo por la casa. Yo le había logrado quitar su amado gorro al elfo asesino luego de hartarme de sus bromas pesadas y, bueno... Acá estoy.
Después de correr y correr, decidí volver a mi cuarto. Cerré la puerta de mi habitación y miré por el agujero donde se ponen las llaves que no sé como carajo se llama. Quería saber si Ben seguía buscando su gorro.

-¿Qué vez?

Oh, mierda.

Me di la vuelta para que, después, Ben me arrebatara su gorro.
De pronto, por mi mente, se cruzó un recuerdo de una tarde de otoño con Maya en el parque. Seguido de aquello, invadió mi cabeza la misma duda que me pasé toda la tarde tratando de responder:

¿Sería correcto contarle a Maya de la existencia de Ben?

Si decidía decirle, probablemente, no me creyera debido a que dejó de creer en creepypastas y hace un mes no me habla de ellos. Además, pensaría que estoy loca y me llevaría a un manicomio. Ah, cierto, ya estoy loca. Pero, por otro lado, si no le decía los sentimientos horribles de culpa y de deshonestidad se alojarían en mi.
Seguí mirando pensativa el piso cuando, de pronto, se escuchó el ruido de un objeto cayendo.

-¡Ouch! ¡Estúpidos libros de cientas de páginas!- Dijo Ben, mientras se toma un pie con ambas manos y ponía cara de dolor. Yo me mordí el labio para contener la risa, pero no pude.- ¿Y tu de qué te ríes?

-De n-nada...- Respondí entre risas, y secando las lágrimas de risa por ver la cara de ese enano.

-¡Nicole, bajá a comer!- Gritó mamá desde el comedor.

-¡Ya bajo a morfar!- Devolví el grito y bajé. Ya allí, me senté y me dispuse a comer, debatiendo si decirle a Maya o seguir escondiendo el tema. Obviamente, los votos por ser una amiga sincera ganaron, así que le diría toda la verdad a penas tuviera la oportunidad. Aunque también tendría que crear un discurso de por qué debería creerme, pero eso no importaba. Era mi amiga y por ese simple hecho sabía que me creería.

★★★


HOOLAAA PANOSHIII!!
Se siente raro volver a escribir después de tanto tiempo :v

*Le tiran tomates*

¡Lo , lo ! Perdón por la tardanza, pero estuve a full estudiando para no llevarme materias.

Luego de esta disculpa... Quiero decir que ya estoy de vacaciones así que voy a tratar de subir todo lo que más pueda Bv

ÁMENME BITCHES, ÁMENME BV

Y quiero avisar que no me voy de vacaciones este año, así que más tiempo para escribir ;u;

Bueh, espero que hayan disfrutado este cap :3

Por cierto... Pensaba en hacer un concurso, ¿Qué les parece?

Comentá y votá si te gustó :D

-StxrDrxwnxd-

Game Over ||Ben Drowned|| Book 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora