Capítulo 8: ¡¡Lauti llegó!! »Especial«

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Cap. 8: ¡¡Lauti llegó!!




(...)


Estaba en la salida de un bosque, parada al costado de la ruta. Extranamente, me sentía cansada. El brillo plateado de la luna iluminaba mis cabellos negros y la suave brisa movía mis mechones alborotados. Todo parecía tan real...

De pronto, un auto cruzó un tanto rápido frente a mi. Miré en su dirección y lo seguí a pasos acelerados involuntariamente. De la nada, su baúl se abrió, dejando ver a un chico de cabellos dorados y ojos celestes hipnotizantes. Él, estaba maniatado y llevaba una tela blanca que cubría su boca. Saltó del auto como pudo y empezó a arrastrarse estilo lombriz. El auto, que había disminuido la velocidad, paró. De él salieron dos chicos, uno por cada lado. Ambos se veían imponentes y fuertes. Llevaban una campera de estilo universitario que parecía ser de algún deporte que practicaban en la escuela. Juntos, se acercaron al rubio y le propinaron varios golpes.

Yo corrí hasta llegar donde estaban e intenté tomarle el brazo a uno de ellos para frenarlo, pero mi mano se desvaneció. Volví a intentarlo y nada. Mis intentos por ayudar a aquel chico eran en vano. Dejé de intentar y observé la escena:  ese chico de ojos celestes era brutalmente golpeado y no podía hacer nada para evitarlo.

Mientras meditaba la situación, ambos chicos dejaron de golpear al rubio. Mientras uno sostenía sus manos detrás de su espalda y lo forzaba a arrodillarse, el otro tomaba su mentón mientras sonreía. El indefenso chico de orbes celestes derramaba algunas lágrimas al mismo tiempo que hacía una mueca.

-¿Tus últimas palabras, Peters?


»Peters« retuvo mi mente.


-Los mataré a todos ustedes pedazos de mierda... ¡Lo juro por mi juego de Majora's Masks!- Gritó. Los otros dos rieron. A continuación, colocaron una bolsa en su cabeza, lo elevaron por los aires y lo tiraron al río por el puente. Volvieron a subir al auto y, al irse, dejaron caer un botella de cerveza. Estaban ebrios.

Lágrimas de impotencia salieron de mis ojos, al tiempo que pateaba el piso. Entonces, escuché un leve susurro decir:

»Game Over«

(...)

Desperté agitada mientras apoyaba mis codos en el colchón. Me levanté de mi cama y me dirigí hacia la pequeña vitrina donde se encontraban todos mis CDS de música. Suspiré aliviada al ver que todos ellos estaban allí. Fijé mi vista en el reloj de pared.

Las 06:30.

-¡Pucha madre!- Grité y empecé a correr por mis cosas para el colegio. Desbloqueé mi celular solo para encontrarme con varios mensajes.

Hoy

Maya: Boluda, ¿Dónde estás?

Faltan 10 para entrar a clases.

6:50

Maya: >:V

6:50

Maya: ¡Contestame o dejá el visto! >:v

6:50

Maya: Fruta ;-; ¡Despertate! D: 

6:50

Maya: Eu, no quiero sentarme con Tadeo ;-;

¡¡¡Dale!!! >:V

6:50

Nico: Ya voy >:0 Solo me desperté tarde ;u;

6:53

Me calcé mis Converse y ordené mi pollera para bajar a la velocidad de la luz, chocando con todo a mi paso.

.

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-¿Qué?- Dijo Maya, mientras cerraba la puerta de su "taquilla".- ¿Posta? ¡Qué felicidad!

-Si... Me dijo que no diga nada pero...- Fui interrumpida por mirar la cara de asombro de Maya.

-¡Nicole! ¡Habíamos quedado en que era sorpresa!- Escuché detrás mío, para sentir luego como unos brazos me apretaban en un fuerte abrazo, al que Maya se unía.

-¡De verdad sos vos!- Grité, llevándome las miradas de los chicos que estaban en el pasillo. Les saqué el dedo medio a todos ellos.

-Oigan, tranquilas. Solo estuve a...- Lauti puso cara pensativa.- Miles de kilómetros.

-¿Sabés lo que te extrañamos?- Dijo Maya.

-Lo sé. Lo sé todo. Soy irremplazable.- Respondió. Yo le di un pequeño codazo en su costado y los tres reímos.

Y así seguimos hablando por un buen rato, mientras Lauti nos contaba sobre su viaje.

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.

Las clases terminaron rápido con la presencia de mis dos mejores amigos. A la salida, tomé las cosas de mi taquilla y me dirigí hacia la salida del colegio. Antes de salir, una mano me detuvo. Me giré y me encontré con un rostro moreno, de pecas, ojos verdes y cabello ruloso.

-¡Hola Nicole! ¿Tenés algo que hacer este sábado?- Dijo la voz dulce de Melody, una chica un año menor que yo. Me agradaba mucho, pero se distanció de mi con el paso del tiempo.

-No que yo recuerde... ¿Por?

-Haré una fiesta por mis XV en mi casa, estás invitada ¿Podrás venir?

-¡Claro!- Respondí feliz.

-Okey... Te veo el sábado.- Me sonrió entregándome una tarjeta color violeta. Amagó a irse pero paró.- ¡Ah! No olvides llevar una pareja.- Y se fue.

¡¿Qué?! ¡¿Una qué?!

★★★

Okey... Espero les haya gustado :D Dentro de un ratito, publico la próxima parte y luego... El gran final 

¡¡TAN TAN!!

Ok,no xD

Game Over ||Ben Drowned|| Book 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora