Lagrimas

Carta #3

Los gatos no entienden de monarquías...

Querida Angélica, hermana se me ha dicho que es cierto que los humanos pasamos por episodios de profunda tristeza.

Sin embargo cuando abro los ojos al inicio de la mañana, cuando ya han pasado casi 15 horas sin dormir, cuando creo que esas horas fueron suficientes para construir un muro de concreto para que nada me afecte, cuando creo que mi corazón es completamente de hierro, cuando creo que ese tiempo fue suficiente como para no seguir queriéndolo me mira me sonríe y todo se me cae.

Si quizás soy estúpida y sigo con ese sentimiento en mi corazón.

Creer que esos acercamientos son solo para que olvide todo lo que esta pasando, sin embargo inmediatamente me doy cuenta que lo único que quiere es estar con ella, con ella... con mi madre.

Hay modos y existen formas de obtener lo bueno de la vida, pero estúpidamente sigo creyendo que van a cambiar, si tan solo fuera cierto...

Me miro en un espejo y veo manchas negras, al inicio crei que me estaba quedando ciega, pero no era asi... eran mis manos, mis ojos, mi alma, era yo.

Yo estaba negra y queria acabar con toda esta oscuridad que me invadia.

Hermana busca la verdad debajo de las piedras delante del amanecer.

No dejes que nadie entre en aquel rincon antes que tu.

Esta era mi mejor salida y la tuya tiene que ser otra.

Te amo, hermana.

Livvie