Lo Que Siento Por Tí

172 9 0
                                    

Parte del año pasó muy rápido y con ella cientos de nuevos recuerdos eran creados por los hermanos Sakamaki y la joven Amori. Intentaban guardar distancia y difícilmente se salían con la suya, sus vidas se encontraban enlazadas por fuerzas mayores y solo el hermano menor no luchaba contra aquellas fuerzas que lo acercaban a Natsuki.

La ojiazul por otro lado, pensaba que estaba faltando a la promesa que le había hecho a su hermano, había prometido no entregar su corazón porque lo menos que quería era que la pérdida de un ser amado volviera a romper su corazón. Ahora ya era tarde, Subaru la estaba enamorando y él ni siquiera se daba cuenta.

—¿Hey ma petíte, estás ahí? ... tierra llamando a Natsuki, ¡Responde!

—Lo siento Suba-kun, estoy algo distraída —pasó unos segundos hasta que procesó lo dicho por el peliblanco— ¿Desde cuándo me llamas ma petíte?

—Desde hace unos minutos, si que estás distraída, ¿No te diste cuenta que ya es hora del receso?

—¿Por qué no lo dijiste antes? —tomó de la mano a Subaru y juntos salieron en busca de algo para comer, caminaban a la cafetería por pudin de chocolate, pequeña adicción compartida por ambos en los últimos días— ahora tenemos que encontrar un lugar para comer.

—¿Por qué no simplemente comemos fuera? Hay demasiada gente aquí dentro —las grandes multitudes lo incomodaban.

—Vamos —Natsuki aun sostenía la mano de Subaru a la cual le dio un ligero apretón para que entrara en confianza— puedes hacerlo, no es tan malo.

Él no dijo nada, tampoco volteó a verla, tenía las mejillas rojas y temía que ella se diera cuenta. Se limitó a caminar en busca de una mesa vacía sentándose en la primera que encontrase.

—Disculpa, ¿Podemos compartir la mesa? —preguntaba Natsuki, Subaru estaba seguro de que no había nadie ahí y en cuanto vio de quien se trataba supo que no era nada bueno.

—Claro, no hay problema —la pequeña rubia respondía con cautela, una palabra mal hecha y temía por lo que pudiera sucederle.

—Gracias, creo que no notó que estabas aquí —le dedicó una dulce mirada al peliblanco.

—¿Ustedes dos son pareja? —pronto Subaru golpeó la mesa con su mano, la rubia tapó su boca con ambas manos, no debió haber dicho tal cosa— perdón no es de mi incumbencia.

—Perdónalo, Subaru tiene mal carácter —reprendió al chico.

—Te veo luego.

No dio más explicaciones y se fue dejando a ambas chicas solas, una estaba aliviada de que se fuera y la otra entendía que necesitaba algo de tiempo solo, que estaría con mejor humor después de un rato. Entonces la castaña sintió las manos de su compañera de mesa tomando las suyas como si quisiera pedirle algo.

—Debes alejarte de él, aún estás a tiempo —las palabras salían de su boca de manera decidida y su mirada clavada en la castaña deseaba que le creyera— él no es lo que crees.

—¿De qué estás hablando? —soltó su agarre, la estaba asustando— tú no nos conoces, ¿Por qué habría de hacerte caso?

—Pues yo...

La dulce chica quien se comportaba de manera extraña, fue interrumpida por la presencia de Reiji quien se veía molesto. Puso una mano en el hombro de la rubia y esta abrió lo ojos sintiendo el miedo dentro suyo.

—Yui, vuelve a clases, tengo que hablar con Natsuki.

—Si Reiji-san.

Sin titubeos y obedeciendo las órdenes de Reiji, Yui se retiró del lugar y ahora era Reiji quien acompañaba a Natsuki. Muchas preguntas venían a su cabeza, esperaba que el Sakamaki pudiera contestarlas.

El Dulce Amor De Una VampiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora