Amor De Madre

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Ya eran como una verdadera familia, aunque aún no eran tan unidos por una que otra pelea, intentaban serlo, después de todo solo se tenían a ellos mismos para cuidarse además de tener a una humana que estaba para alimentarlos y una vampiresa que era novia del menor de los hermanos Sakamaki, ellas por así decirlo traían algo de felicidad a la lúgubre mansión donde vivían los seis hermanos.

Yui y Natsuki se volvieron las mejores amigas, cuando Yui estaba en peligro Natsuki va en su rescate ayudándola y protegiéndola de que alguno de ellos se exceda con ella, Yui por otra parte era su fiel consejera, Natsuki ahogaba sus penas con ella, siendo mujeres, ambas se ayudaban y cuidaban.

Caminando por los pasillos de esa gran mansión descubriendo nuevos lugares, Natsuki escuchó una dulce voz que la llamaba, llegó a una habitación vacía con las puertas que llevaban al balcón abiertas, por estas entraba una ligera brisa que hacía que lugar se enfriara, pero ella ya estaba acostumbrada a eso.

Eran varias las veces que escuchaba esa voz que la llamaba, varias veces que la seguía hasta un lugar diferente cada vez, pero nunca encontraba al dueño o dueña de esa voz, era como jugar a las escondidas con un "fantasma" si lo era o no, ella no lo sabía, hasta esa noche, donde lo que llegó a ver como su "fantasma" o lo que ella creía así.

De alguna manera confiaba en ella, tenía los ojos de color rojo, el cabello blanco y recogido en una parte por un moño con un largo mechón de cabello desatado en la parte delantera, un vestido de terciopelo blanco, el color de las correas con un patrón de rombos, un collar conectado con el vestido, algún tipo de tela de color azul claro alrededor de los brazos con guantes blancos que casi le llegaban a los hombros, era la mujer más hermosa que había visto.

—Veo que ... ya me encontraste—dijo con una sonrisa muy dulce.

—¿Eras tú quien me llamaba?

—Así es, desde hace tiempo te llamé, pero no sabía si hablar contigo o no... ahora tomé algo de valor para hablarte Natsuki.

—¿Cómo sabe mi nombre?

—Yo conocí a tus papás, eres hija de Seika —al nombrarla se sentía la tristeza en sus palabras— ella era mi mejor amiga.

—Si la conoció, cuénteme de ella, por favor.

—Entonces si eres su hija ... verás dejé de verla mucho antes de que ella estuviera embarazada, pero con mucho gusto te contaré de ella—dijo feliz y no con una expresión triste.

Se sentaron frente a frente al lado del balcón a la luz de la luna y con la suave brisa a su alrededor.

—Por donde empiezo, cuando la conocí era tímida, por eso me llevé bien con ella, mientras más nos conocíamos, más fuerte era nuestra amistad, solo confiábamos entre nosotras, un día mientras paseábamos, Seika chocó con un joven quien no se enojó en lo absoluto, nos dijo que se llamaba Masato, fue nuestro amigo y tiempo después se volvieron novios, ambos eran vampiros y sus padres no veían problema para que sean felices juntos.

—¿Entonces también conoció a mi papá? —estaba emocionada, al fin alguien podía decirle algo sobre sus padres.

—Si, Masato era muy buena persona, nunca le hizo daño a tu madre o al menos eso creo.

—¿Por qué lo dice?

—Mientras aún eran novios me dijeron que siempre estarían juntos, nunca supe si lo cumplieron ... desde ese día no los volví a ver.

—¿Acaso la alejaron de su lado?

—No, mira te contaré esto porque confió plenamente en ti —tomo un poco de aire antes de confesar su terrible destino—mi belleza era delicada y exótica o eso escuchaba, debido a eso Tougo me obligó a convertirme en su novia y tiempo después, aunque yo no lo amaba, llegó una esperanza a mi vida.

El Dulce Amor De Una VampiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora