Carta 1.

999 62 14
                                    

Querida Valerie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Querida Valerie.


No creo que debamos terminar así, tan de pronto y sin previo aviso.

Lo que menos quiero es agobiarte; sabes lo mucho que significas para mí, es solo que el despertar y no encontrarte a mi lado comienza asustarme. 

¿Aún recuerdas cómo nos conocimos?

Ese día en la playa. Las olas se tornaban gigantes y amenazaban con hundir a los surfistas, pero lo único que hacíamos era reírnos de sus desgracias. Una risa dirigió a la otra, era como si entre ellas se reconocieran y supieran que debían juntarse. 

Me miré en tus hermosos ojos cafés oscuros como la bebida del mismo nombre, te perdiste en mi mirada enmielada, dejándonos llevar por las risas que poco a poco se apagaron en una sonrisa. Sí, en ese momento quedamos hipnotizadas.

Han pasado dos años desde entonces, hemos vivido tantas cosas que podría enumerarlas por orden de importancia, aunque para ser realista, no sabría cual elegir pues todos los momentos juntas han sido realmente valiosos.

Han pasado ya seis meses desde que te fuiste; en tu carta solo dejas un «Gracias», pero no me llenó solamente saber que «Pasaste los mejores momentos de tu vida conmigo y que jamás los olvidarás». Sinceramente, querida Valerie, necesito más que un simple «Fue un placer conocerte».


Hay momentos en que las personas no expresamos lo que sentimos, que no sacamos todo lo que llevamos en nuestro interior callando por miedo, ¿a qué? no sé, solo confío en que esa sea la situación aquí.

Tú me haces feliz, el tiempo pasaba tan lento estando contigo y las nubes tenían mil formas inimaginables; el mar te extraña, las olas ya no dicen tu nombre al romper por la noche, la playa ha dejado de parecerme divertida porque no tengo con quién sentarme a mirar el atardecer.

Extraño tu sonrisa; por las noches el sudor frío vuelve a atacarme y solo deseo saber algo de ti, tener la esperanza de que en algún momento volverás o que siquiera llamarás para decirme cómo estás. Por favor, Valerie, no dejes que nuestra historia termine antes de tiempo; si tú me quieres como yo lo hago entonces al diablo el mundo, la puta sociedad que critica nuestro amor y si nuestras familias no apoyan que estemos juntas, en ese caso luchemos contra todo, pero juntas.

Nuestro corazón está en llamas al igual que nuestro amor, hay que darlo todo para que el fuego no se extinga.


Terminaré mi pergamino diciendo que, las estrellas continúan brillando ¿te acuerdas? «Juntas hasta que el cielo se apague».

 Posdata: Te quiero, más allá de un infinito.


Atentamente, Andreina.


Las alas que cupido perdió© | Concurso #UCAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora