CAPITULO 11

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Dentro de una media Hora de tomar mí bañó y de almorzar me recuesto en Cama cuando de repente mí móvil se ilumina Veo que es una llamada.

-- Sera Deivi, bueno No pierdo nada en atender la Llamada.

-- Hola?

-- Cómo estás Teressa Soy Deivi, Interrumpo Algo?

Me emocione Al saber que era él, nose porque pero Me senti bien.

-- Hola, No Para Nada Cómo Estas?

-- Estoy Hablando contigo Cómo no estar bien.

Una sonrisa se dibujo en mi cara hasta llegar a sonrojarme.
Duramos Horas y Horas Hablando Hasta que dieron Las 12:00 de la media noche. Decidí cortar la conversación è irme a dormir.

A la Mañana siguiente desperté pensando en lo Bien que la pasé Conversando con él, Habíamos decido pasar el día de hoy juntos Valla no me lo Creó Acepte salir Con alguien que apenas conocía hace 2 días junto con Hoy pero Me agradaba por Eso acepte Mmm Creó que me atrae.

...

No no no en que Estoy pensando Valla sentía que mí mente se partió en dos.

Decidí levantarme é Ir a lavarme la cara, luego bajó haber si deboro algo para desayunar encuentro un sándwich lo tomó, junto con Un jugó natural minutos despues término ,subo nuevamente a mí habitación.
Veo que Hora es Son las Nueve de la Mañana no ahí nada que hacer decido leer Un libró.

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La Excusa perfecta

Desde hace unos meses había comenzado a trabajar en un local de ropa de una reconocida marca , estaba terminantemente prohibido las relaciones personales entre los empleados, al menos durante el trabajo. Sin embargo, se habían oído algunos rumores de que el guardia había mantenidos relaciones con la encargada y con una de las cajeras después de hora, cada una por su lado y mientras todos se preparaban para irse. Ellas, sin saberlo, habían caído en las garras de este joven que todas en secreto apodaban "el rompe-parejas", pues se decía que disfrutaba cogiendo con mujeres casadas o en pareja, un grupo del que yo formaba parte.
Juan Cruz era el nombre de aquél guardia, y trabajaba todo el día.
Desde que comenzó a estar todo el día en el local, esperaba la salida para quedarse charlando conmigo y hacía evidente el interés por mí. Yo trataba de ser amable, aunque de no darle mucha bolilla por lo que las otras empleadas me habían dicho de él. En cierta medida me atraía, pues es un joven y es muy bonito. Además se rumorea que tiene muy buen físico, debido a la profesión y a algunas horas de gimnasio. Aunque trataba de rechazarlo, comenzaba a coquetear sin quererlo. Poco a poco se ganaba mi confianza, con halagos y sobretodo con mucho respeto. Entonces comencé a pensar que mis amigas eran las equivocadas, que aquél joven solo buscaba una relación amistosa conmigo y que sus intenciones no eran malas, lamentablemente me estaba equivocando muy feo, pues poco a poco caía en sus garras.




Continúa......

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