CAPITULO 37

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Me quedé sola en casa nose donde estaban todos asi que decidí encerrarme en mí habitación, me recoste de la cama hasta quedarme dormida no me Dí cuenta cuando todos llegaron hasta el día siguiente.

En este fin de semana, Mamá decidio visitar a Madre a su casa de playa, una doña, de 52 años, de porte muy  elegante, una mujer muy centrada y firme.

El caso es que llegamos en la tarde, después de los saludos de y acomodarnos en nuestra habitación, mientras cenábamos mi Abuela le pidió a David  que al día siguiente le llevara para la ciudad ya que tenia que hacer una diligencia importantísima ya que su Esposó  no se encontraba, la ciudad queda a 2 horas aproximadamente.

A la mañana siguiente nos preparábamos, ellos para ir a la ciudad y yo para tomar el sol en la playa , me puse mi traje de baño, bikini no hilo dental.

Cuando ya partieron, también lo hice yo pues al caminar hasta llegar allar Un lugar donde broncearme las miradas de los chicos que andaban a los  alrededores se descararo al mirarme, me vistierom y me desvistieron con las mirada, si sus ojos fuesen penes, me hubiese follado.

Ignore sus miradas encontré un lugar donde acostarme, me pues unas gafas y me dispuse a broncearme.

Al rededor de varios minutos escuchó que alguien Me hablaba.

- Valla, pero Dios me mandó una señal para que viniese Hoy a la playa

- Que babosada estas hablando quien rallos eres,..... Ooo Gil eres tu pe-pero que haces aquí, Wuo que Interesante.

-sonríe, que haces aquí sola.

- Vine a Broncearme, pero Si me viene acompañar asemos otra cosa.

- Te invitó a casa de mis tíos que está allá detras se fueron por algunas horas por Eso decidí venirme para acá.

- Te paso Igual que ami también se marcharon solo que mí Hermana menor se quedo alla, así que aceptó vamos.

Cuando llegamos nos fuimos a la parte de atrás donde estaba la piscina y nos sentamos conversamos por un buen rato, mientras me untaba el bronceador, lo hacía de una manera seductora, estaba jugando con los deseos de Gil , en realidad, jamás había visto a Gil  distinto de Un momento dejó de ser Fastidioso.

Al rato giré para colocarme boca a bajo, cosa que aproveche para ofrecerserle que me untara el bronceador en mi espalda, en principio dudo pero después acepto, desenlazó los cordones de la parte de arriba del traje de baño, con la excusa de no mancharlos y de que no me quedaran marcas puse sentir Un deseo morboso en el eso me gusto , sentí el gel tocar mi piel y sus manos recorrer mi espalda, cerré mis ojos y deje que continuara su labor.

Sentía sus manos muy cerca de mis senos, luego bajaban por mi cintura, sin llegar a mis nalgas, sus manos estaban haciendo un efecto, con el cual mi vagina  comenzaba a acalorarse, comenzaba a dar muestras de gozo, mis pezones, por suerte, no a la vista de él  estaban en su máxima erección, mantenía mis ojos cerrados, las manos de Gil muy lentamente seguían untando o masajeando mi espalda, ya un poco más atrevidas, llegaban al inicio de mi raja, sin tocar totalmente mis nalgas, en mi interior deseaba que lo hiciera, sentí gel en mis nalgas y escuché que dijo  que iba a bajar el hilo para no mancharlo pues mi pieza de abajó se amarraba con hilos,sus manos manoseaban mis glúteos y sus dedos disimuladamente se perdían entre la rajita , sin tocar mi orificio, delicadamente separó un poco mis piernas para untar bronceador en la parte posterior de mis muslos, así como en el área interna.

Palpitaba con cada roce de sus manos sobre mi piel, continuaba con mi cara entre mis brazos y los ojos cerrados como si con ello evitara la realidad y solo se tratara de un divino sueño, de pronto sentí como sus manos se posaban a los costados de mis caderas y el hilo dental se liberaba de entre mis nalgas y se deslizaba hacia mis tobillos.

Percibía la mirada de Gil nose que planeaba pero me estaba gustando cuando de repente escuchó , Hei que mojadita estás, tienes un desagüe, pero no te preocupes que pronto lo solucionaremos, acto seguido dos de sus dedos se deslizaron o resbalaron producto de mi humedad y con la ayuda del lubricante del gel bronceador se perdieron en la profundidad de mi Feminidad.

Gil  colocó su miembro en la entrada de mi hoguera, con sus piernas separó las mías, por instinto levanté un poco mi Trasero  como para facilitarle la penetración, su Miembro  apuntando firmemente y mi vagina preparada para recibirlo, se dio inicio a la tan esperada penetración, sin verlo podía sentir que tenía un tamaño descomunal, a mi mente vino el recuerdo de Bartolomé, sentí el trozo de carne abrirse paso entre mis paredes vaginales, Gil me preguntaba si me gustaba, respuesta obvia, que siii!! Ya penetrada hasta el fondo, comenzamos un rítmico sube y baja, el mió más lento, en mi orificio anal ya tenía introducido dos dedos, que entraban y salían.

mi culito era virgen, sacó los dedos de mi orificio y su pene de mi vagina casi cronometrado, saliendo los dedos y su cabezota tomando su lugar, sentí como la barra se introducía en mi culito, no me dio tiempo a sentir si me dolía, cuando sentí su pelvis chocar contra mis nalgas, indicación que había entrado hasta el tope, sentí su cuerpo sobre mi espalda y su aliento sobre mi nuca, casi al oído me dio instrucciones, me dijo: mamita cuando sientas que te lo saco, aprieta las nalgas, como si quisieras atraparlo, cuando sientas que te lo meto, aflojas tus nalgas.
Nose porque me dio esas instituciones parece que sabia de eso pero seguí al pie de la letra sus instrucciones, siempre creí que el sexo anal seria doloroso, no se, si por era el gel bronceador y  la excitación y supongo que su experiencia en conjunto hicieron que el dolor no se sintiera, una vez acoplados a las instrucciones, la sensación era diferente a la de ser follada por la vagina sentí, una explosión orgásmica, un orgasmo diferente pero no menos delicioso, Gil  acabó sacó Su miebro y su  líquido caliente lo solto en ambos glúteos, y con sus manos lo regó en toda mis nalgas.

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