CAPITULO 15

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Mi boca ya no pudo más , mis movimientos comenzaron a acelerar y con el miembro dentro comencé un movimiento de penetración, tratando de mantener cerrados mis labios para provocarle en cada ida y venida un mar de sensaciones. Lo abandonaba sólo para apoyar su pene contra un costado y en un beso continuo recorrerlo desde la base hasta la punta. Mientras mi boca se encargaba de brindarle placer, mis manos o lo masturbaban, o se entretenían jugando con los vellos de su vientre o simplemente apoyadas en algunas de sus piernas bajaban y subían inconcientemente.
Todo se había vuelto exquisitamente sucio en aquella mamada, mis labios brillaban por la humedad generada por la mezcla de fluidos de mi boca y su pene, la punta de la nariz estaba perfumada y mis manos empapadas con la misma mezcla, A medida que seguía chupando, noté que Juan Cruz estaba llegando al orgasmo y que si no me detendría pronto acabaría llenándome la boca de semen. No era mi intención que eyaculara, no es que aquello me produjera rechazo, simplemente necesitaba sentirlo nuevamente en mi interior.
Cuándo de repente 1..2..3.. Y la bomba estalló Me empapo Por completó Pues necesitaba calmar mi calentura.
Retiré su pene de mi boca, y lo dejé no sin antes brindarle un ruidoso beso sobre la punta del glande. Como una gata en celo.
-Mmm Rico Miiauu!!
me di la vuelta y salté sobre la cama con agilidad, me coloqué en cuatro patas con mi vagina  apuntándolo y me pasé un dedo por entre los labios vaginales invitándolo a metérmela nuevamente. La punta de mi dedo salió completamente mojada, estaba que no daba más y mordiéndome el labio inferior lo demostraba en el rostro.
Juan Cruz me siguió, subió a la cama de rodillas tras de mi y me tomó por las caderas. Comenzó a cogerme con fuerza, con violencia y velocidad como un poseído. Aceleraba haciéndome gozar como nunca y se detenía cada tanto para no acabar, manejaba el ritmo con maestría y yo comenzaba a llegar a mi orgasmo, el primero de dos.
De pronto mis uñas se clavaran en las sábanas , los músculos de mis pies se tensaron y los espasmos del orgasmo se traducieron en gritos de placer.

--aasshh!!

-- Mmm te gusta?

-- Juan juan  Con voz sofocante y a la vez excitada.

Él seguía prosiguió con menos velocidad, pues yo estaba recuperándome del éxtasis mientras Juan Cruz volvía poco a poco a tomar ritmo.
Me sorprendí cuando me la sacó, pero no imaginaba cuales eran sus intenciones. Me hizo a un lado y se recostó sobre la cama boca arriba, esperando que me montara sobre él y comenzara a cabalgar. Yo no esperé mucho, pase mi rodilla izquierda por encima de su cuerpo y después de apoyar la punta de su pene  en mi entrada me dejé caer lentamente, sintiendo como se me introducía centímetro a centímetro aquel instrumento.
Cuando llegué abajo, comencé un sube y baja frenético mientras él me sobaba las tetas desde su posición. Me agache para darle un beso, y para dejar mis pechos más cerca de sus manos. Los apretujaba como un niño, y jugaba con los pezones apretándolos y estrujándolos entre sus dedos. Yo seguía cabalgando sobre su verga como una puta pero no podia negar lo bien que lo estaba pasando.
Ya había dejado de bajar y subir, y sólo me separaba de ella para dejarme caer como una desesperada. Mis gritos resonaban en la habitación, y seguramente eran escuchados por los vecinos.

-Ummm..., amor.

¡Siiiii!, ¡Siiii! -gemía como nunca.
Disfrutando como una Loca
-¡¡¡Cojeme!!!, ¡¡¡Cojeme!!!.

Continúa.... 

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