CAPITULO 16

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 Yo no daba más, y tirando mi cabeza hacia atrás reventé en un clímax fatal y agotador..

Al retirarme de arriba suyo su miembro terminó de abandonarme y cayó flácido sobre su vientre, bañado en el fluido de ambos que lo hacían brillar ante la luz de aquella habitación. Después de estar unos minutos en esa posición me dí cuenta que mi amante se había entre dormido, y decidí dejarlo tranquilo allí. Me recosté a su lado y abrazándolo por el pecho me dejé vencer yo también por el sueño. Una noche de buen sexo me relaja y no me cuesta dormirme, pronto mis ojos estaban cerrados y caía en un sueño profundo. Durante horas no supe absolutamente nada, mi cuerpo y mi mente descansaban junto al que había sido mi amante ocasional por una noche.

Desperté sobresaltada, vi la claridad a través de la ventana y supe inmediatamente que estaba llegando tarde. Miré mi reloj y lo confirmé, habían pasado cinco minutos de las ocho y media de la mañana.
Mi madre seguramente estaría preocupada, y mi novio había quedado en irme a visitar antes de irse al trabajo. Sabía que no llegaría, y mientras comenzaba a inventar en mi mente una buena excusa que me permita salir ilesa de aquel engaño me levanté de la cama a toda velocidad buscando en el camino la ropa que había dejado tirada.
Después que junté la ropa y acomodé todo, me fui hasta el baño a toda prisa para darme una ducha antes de irme a casa, no podía aparecer así y menos si llegaba a estar mi novio esperándome. 

Encontré la puerta del baño rápidamente, estaba entre abierta y desde el comedor se podía ver la bañera. Entré y me bañe lo más rápido que pude, al salir me peiné y me sequé sobre la alfombra, desnuda me dirigí hacia el comedor. Juan Cruz dormía profundamente, y a pesar del ruido que había hecho no dio señales de querer despertarse me fui hasta la habitación, y sin encender la luz me acerqué al borde la cama para despertarlo y despedirme de Juan Cruz. Después de sacudirlo por un hombro insistentemente, entre abrió los ojos y me miró sorprendido.
-¡Juan!, ¡Juan!, me voy -le dije.
-¿Eh?, ¿Qué?
-Me voy. Tengo que irme.
-¿A dónde?
-Me voy a casa.
-¿Te llevo? -me preguntó aún dormido y tratando de incorporarse.
-No, no, esta bien. No te preocupes. Decime por donde pasa el 147, que ese me deja a una cuadra.
-Acá. En la esquina -dijo señalando hacia la pared, en dirección hacia la calle Güemes
Bueno, gracias. Nos vemos a la tarde. En el trabajo...-me agaché para atar los cordones de las botas, y antes de irme...- Ah, y no te olvides que de esto ni una palabra, eh.

Antes de dejarlo allí me agache sobre su vientre, un olor a sexo me llenó los pulmones, lo miré a los ojos con cara de malicia y besé la punta de su pene. Él respondió con una sonrisa, y me observó mientras me retiraba de aquella habitación. Lo dejé durmiendo, crucé el comedor a paso largo y abandoné aquella casa por primera y por última vez. Al salir observé el automóvil en la entrada del garaje, y uno a uno me vinieron los recuerdos de los momentos vividos la noche anterior. Mientras caminaba en dirección contraria, hacia la esquina donde pasaría el colectivo, iba imaginándome que cosas podría decirle a mi novio para dejarlo tranquilo y que no sospechara nada, pero tenía la mente demasiado aturdida para esperar un poco de claridad que me dejara inventar la excusa perfecta.

Fn
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Como?

Ya llegue al final de la historia!!

Me quedé esperando a leer mas.
Veo la hora que es son las 10:30 Am estoy leyendo desdé las nueves me perdí en el mundo de la lectura valla libro morboso elegí leer era un pampel que tenia que buscar primero antes de leer o una cubeta :p
Jajajaja que ocurrencia la mía

Mi RelatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora