We never go out of style

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Drew

Nada era lo mismo, y despertar al lado de Karla cada mañana me lo demostraba.

Estaba jodido.

Ahora no sabía que hacer.

Y dolía.

- A dónde vas amor? –dijo Karla desde la cama-

- Tengo cosas que hacer – me puse una camisa y tome las llaves de mi auto- nos vemos en un rato...

- Esta bien –desinteresada-

Salí de ahí, de alguna forma me hacía falta aire fresco, estar con ella me enfermaba más, y no era por hacerme la víctima, si no es que últimamente mis pulmones estaban mal.

Llegue al consultorio de mi amigo.

- Hola, esta el doctor Anderson?

- Déjame ver si lo puedo comunicar con el –dijo amable-

- Gracias –me senté en la sala-

- Puede pasar joven, el doctor esta en su oficina –escuche que me dijo la enfermera-

- Claro, gracias –me dirigí a la oficina y entre sin tocar la puerta-

- Que tal has estado Drew? –se levantó de su lugar para saludarme y le correspondí, hace mucho que no lo veía-

- Un poco mejor... perdóname por sacarte de tu lugar

- No te preocupes, para eso estamos los amigos, además me pagas bien –me golpeo en el hombro- como te has sentido?

- Igual que siempre, pero... ahora el medicamento no ha estado funcionando bien, no puede detener mis crisis... se han estado repitiendo más últimamente –angustiado-

- Entiendo, haremos una radiografía, y veré si te dejo con el mismo medicamento o te lo cambio por otro –preocupado- has estado estresado?

- No, solo... no.

- No sé porque no te creo. –rio y reí con el-

- Que hay de ti? Que tal has estado tú? –me acomode en la silla-

- Conocí una chica, es perfecta, lo es para mí. –sonrió como bobo-

- Una chica? Qué tal? Todo bien con ella?

- Si, hemos salido algunas veces, es increíble, posiblemente con ella me case.

- Me da gusto por ti. Entonces cuando haremos la radiografía?

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Alice

Seis meses de embarazo y mi vientre estaba enorme, mis bebes no dejaban de crecer y eso me hacía feliz. A veces yo mismo me torturaba pensando en si mis hijos tendrían los ojos grises como el, o si tendrían esos lunares en su cuello también, lo amaba y aunque esto era difícil, tenía mucha fuerza de voluntad para no investigar sobre él, he escuchado de Cristina que no sabe dónde está, pero prefiero hacer oídos sordos a todo eso.

- Sigues pensando en él? –me sorprende Lea desde la puerta-

- Lea, no. –me conoce, no la he engañado-

- Buena broma... creo que te deberías de relajar, pensar mucho te hace enloquecer al pasar el tiempo... -rio-

- Lo sé, tratare de no hacerlo –reí con ella- que comeremos?

- Que quieren comer los chicos de la casa? –pregunto haciendo referencia a mis hijos, ella apostaba a que los dos serian niños-

- No lo sé, pizza...

- Alice... -miro mi cara- esta bien, pero solo un poco, recuerda que son demasiados carbohidratos

- Esta bien mamá –le hice una seña con la mano- estoy enorme, me puedes ayudar a levantar?

- Claro –se acercó y me ayudo- vamos a la cocina!

- Vamos amiga.

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Drew

Mucho movimiento, estrés, y un doloroso recuerdo que tenía que llevar con él. Drew sabía que lo podía aguantar pero no quería complicar las cosas. Si los que amaba estaban bien, él estaba bien. De algún modo se había enterado que su hermana estaba con su cuñado junto a su hijo viviendo felizmente, y Alice... su Alice estaba en un hospital, en su mejor momento, no le arruinaría la felicidad que ella le había dado durante un año de su vida.

Los libros decían muchas cosas, las personas decían muchas cosas. Pero nunca habían dicho que el amor era una cosa a la que si te arriesgabas y te aferrabas salías mal, nadie lo había dicho. Pero dios! Era jodidamente la cosa más hermosa que se podía sentir, suena muy cursi pero... todos esos pequeños detalles de los que otras personas no se daban cuenta, totalmente hacían la diferencia en cada relación. Tan solo... ver a Alice despertar al lado suyo, en su pecho, o que le dijera que lo amaba e incluso hablar de trabajo, con ella todo era bueno, nadie podría reemplazarla aunque quisiera. Ella es única y aunque me dan celos pensarla al lado de otro hombre, siempre le deseare lo mejor. Aunque no sea conmigo.

- Te felicito muchacho, este caso lo has ganado, me llenas de orgullo sabias eso? –dijo uno de los accionistas-

- Gracias. –sonrió por amabilidad-

- Sé que un abogado tiene que ser culto, todos lo somos... pero definitivamente tienes algo, ganar casos y eso no es vida, si no estás feliz de hacerlo. –se sentó frente a su escritorio-

- Lo sé –suspiro- sé que no es correcto, y sabes que es lo que más detesto de mí? Que siempre quiero hacer las cosas lo mejor que se pueda, hacer lo mejor para que los demás estén bien y yo... -se quebró- yo no quería dejarla. Yo no quería que ella sufriera...

- Calma, cuéntame... -ahí estaba, una de las personas que le habían brindado apoyo desde chico, era como su segundo padre-

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El tiempo estaba pasando muy rápido en su entorno pero en su mente seguía igual, no dejaban de pensarse y era doloroso en diferente manera para ambos.

Lo peor es que si ellos no hacían nada por buscarse, nadie lo haría.

Y no se encontrarían.

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Feliz día de la amistad!

Deseo que se la hayan pasado muy bien, una vez más agradezco por todo su apoyo!

-PRISCILA :)

De mi, Para ti ® (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora