De mi, Para ti ® (En Corrección)

Confesión.

- Bueno... hora que les he platicado de que van mis anotaciones para el libro, les quiero agradecer por dejarme incluir partes sumamente privadas – dijo Daniel apenado- pero gracias.

- Cuenta con nosotros para lo que quieras, y si te hace falta más información nos la puedes preguntar ¿bien?

- Gracias mamá. –sonrió aliviado-

Estaba toda la familia reunida ya que eran las vacaciones de verano, y Daniel había regresado de Ámsterdam para estar con ellos.

- Invite a alguien –llamo la atención el chico-

- ¿A quién? –pregunto Drew extrañado, su hijo no era tanto de invitar personas a la casa, pero estaba bien por el-

- Eh... puedes venir Sam –hablo un poco más fuerte- espero que no les moleste –entro Samantha por la puerta principal-

- No es molestia hijo, al contrario me alegro que hayan arreglado sus diferencias y se hayan decidido a hablar –dijo Alice feliz por su hijo, pues sabía que esa chica lo hacía feliz a el-

Se escucharon ruidos desde la planta de arriba de la casa como si arrastraran maletas sin ninguna precaución, era Maddison.

- ¿Qué hace ella aquí? –volteo con Samantha y se le quedo mirando fijamente enojada-

- Es mi invitada –dijo Daniel tomándola por los hombros, acto que hizo enojar a su hermana-

- ¿entonces ya se te olvido lo que paso? ¿se te olvido todo lo que ella te hizo? –dijo furiosa-

- Maddison! Creo que eso no es asunto nuestro, tu hermano sabe lo que hace ¿está bien?... quiero pasar unas vacaciones tranquilas hija. –dijo Drew fastidiado-

- Bien... -se resignó, pero estaba enojada- ya vámonos entonces. –y salió directo a la camioneta de su papá-

- Bien... chicos traigan sus cosas hacia acá para subirlas pronto y no tardar tanto...

La familia se iría de vacaciones. Alex, Cristina y Nate se les unirían más adelante.

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Liam.

- Bien... acepto que estoy sorprendido con tus habilidades chico, sabes mucho y eso es bueno. –dije tomándolo del hombro

- Gracias Liam, me alegro que estuvieras disponible para enseñarme.

- No importan, de todas maneras si me lo hubieras pedido hubiera accedido.

- Gracias, nunca dejare hacerlo.

- Ahora si chico, cambiando de asuntos... –llegamos a la puerta de mi oficina y lo invite a pasar- siéntate donde se te haga más cómodo- le señale los sillones, justo como los que tenía Alex y Alice, sonreí al recordar aquellos tiempos-

- Dígame señor... -bromeo con un saludo como el de los soldados-

- Dime... ¿Qué tienes con mi hija? –se le borro de a poco la sonrisa-

- ¿Disculpe? –pregunto desconcertado-

- Si... ¿Qué pasa con Lynn?

- ¿Qué ocurre con ella? ¿le ha pasado algo? –dijo alarmado-

- No. De seguro ella debe de estar en sus clases ahora mismo...

- Oh.

- La pregunta es... ¿Qué es lo que pasa en realidad? He notado tu actitud hacia mi hija... es diferente a la que tienes conmigo y tus padres...