Capitulo 5:
Un pequeño niño de unos escasos ocho años caminaban lentamente por los largos pasillos de esa cárcel en la que esta, su única ropa era una sucia y rota camisa blanca larga que apenas y cubría hasta la mitad de sus delgadas piernas, sus brazos estaban llenos de moretones por lo que apenas y movía estos al caminar, su rostro estaba serio sin ninguna expresión que mostrara alguna emoción, sus ojos ya no brillaban con esa felicidad e inocencia infantil solo se encontraban vacios mirando a la nada fue cuando un chico más alto apareció por un pasillo corriendo hacia él para abrazarlo. El niño vestía de igual manera y su expresión era preocupada.
-Hoonie, ¿Estás bien? ¿Qué te hicieron esos cerdos? -Pregunto el más alto abrazando al chico que parecía totalmente ido, como si no fuera más que un muerto en vida.-Ho...-
-Estoy bien -Mintió el pequeño separándose para ver al mayor que trataba de tomarle el rostro pero ambos fueron separados por dos hombres, el quiso huir, patalear y correr del lugar pero no lo hizo, hacia unos meses que había dejado de pelear por el bien de su amigo y propio.
-¡Suéltame! ¡Déjame en paz, maldito pervertido! -Grito el mayor de los dos niños pataleando con notable enojo pero se detuvo cuando una mano adulta se coló bajo el camisón que traía, sus ojos se aguaron al escuchar la risa de ambos hombres.
-Compórtate Jeong, no queremos lastimarte lindura -Hablo el que lo tenía agarrado- Lleva al niñito con él, me llevare a este a su habitación.-Ordeno mientras afirmaba su agarre en el niño que volvió a patalear.
-¡No! Dejen a Jihoon ¡Ese cerdo acaba de soltarlo! ¡No pueden llevarlo de nuevo! Ah ¡Déjame!
- ¡¿Quieres ir en su lugar ah?! -Grito el hombre harto de los constantes pataleos del menor de edad, este se calmo sacándole una sonrisa- Eso creí niñito.
El niño más pequeño que se había mantenido callado sonrió ligeramente cuando se llevaron a su mejor amigo sabiendo que estaría a salvo. Eso creía él.
Era solo un niño que confiaba en las palabras vacías de un hombre sin corazón.
El menor fue llevado hasta una habitación que este conocía perfectamente, había estado hacia solo un par de minutos en ese lugar, un hombre estaba sentado en una silla bastante amplia, un escritorio cubría perfectamente el hecho que ese hombre estaba desnudo de la cintura para abajo. Aquel sujeto mantenía sus robustos brazos sobre el escritorio mirando al pequeño que se sentía nuevamente indefenso contra esa fría y lujuriosa mirada.
-No te dije que podías irte muñequita -Hablo el hombre roncamente, su tono era como si estuviera molesto pero su mirada y la sonrisa en su rostro mostraban que estaba más que contento de tener al niño allí, con un ademan con su mano le dijo al hombre extra que saliera y cuando estuvo solo se levanto para caminar al pequeño que empezaba a temblar en su lugar.- Jamás escaparas de mi Lee Jihoon.
Woozi se sentó en su cama con la respiración agitada mirando la pared que se encontraba frente a él, su pecho subía y bajaba a una impresionante velocidad y gotas de sudor resbalaban por su frente, su mirada asustada recorrió la habitación que ocupaba encontrándose con un cuerpo totalmente cubierto en la otra cama donde solo sobresalían sus cabellos rubios. Llevo una mano a donde su corazón se encontraba y trato de calmarse.
De nuevo esos sueños le atormentaban.
-Siempre es a la misma hora -Una voz dijo en la puerta, levanto la mirada para encontrarse con su mejor amigo, traía un vaso con leche en él y parecía preocupado pero lo ocultaba con una sonrisa. El menor sonrió e hizo un espacio en su cama.

ESTÁS LEYENDO
Say The Name, Seventeen
FanfictionEn el quinto barrio bajo de Seúl se empieza a temer, EXO ha llegado para arrebatarles su terreno a todas aquellas bandas que los desafíen. Seven y Teen no están dispuestos a ceder el lugar que conocían como hogar y en contra de todo lo que creen se...