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Capítulo 16
'' El pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce. Tentador. A pesar del tiempo transcurrido.''

- Creía que lo había dejado claro -dijo arrancandome el portatil de las manos mientras mi mano seguía su rastro en el aire.- Nada de trabajo.

- ¡Pero...! -intenté reprocharle.

- Pero nada, ¿No se supone que para eso están los sustitutos?

Me reí irónicamente.

- Yo soy la sustituta, Julien. Si a Christian le pasa algo o simplemente no quiere trabajr, yo soy la que lo paga -me crucé de piernas en postura de yoga sobre el comodo asiento y miré por la ventana.

¿Todavía no habiamos salido de Estados Unidos? El tiempo pasaba rápido dentro del jet de Julien. Sí, suyi propio. No como el que yo uso, con un bonito GREY gigante en la ala trasera. Muy discreto. No sé por qué me extrañaba, era el director de una empresa aeronautica. El director de una empresa... Pensé mordiendome el labio mientras veía como se echaba licor en un vaso. Cualquier chica como yo apunto de terminar la carrera rezaría por que le cayera un hombre así del cielo.

No tardó en volver conmigo y ofrecerme un vaso.

- Sabes, -le dije, aunque no fuera interesante.- Desde pequeña he querido ser azafata.

Alzó las cejas, sin duda no se lo esperaba.

- Viajar y esas cosas... -moví el líquido transparente.

- ¿Y por qué no lo eres?

Me volví a reir, pero me callé al darme cuenta de que hablaba en serio. Me aseguré de que no había ninguna escuchando. Amaba esa profesión, pero talvez podrían molestarse.

- Se esperaban otras cosas de mi -cambié de tema.- ¿Y tu, alguna vez has querido pilotar alguno de estos?

- ¿Qué? -ahora era él el que se reía. Me miró con ternura y me acarició la cara. - Phoebe, soy piloto.

Me quedé un momento parada. Procesando. Julien piloto. Con uniforme. Mi mente hizo un clik que no me gustó un pelo. Controlate, le dije a la yo interior que estaba apunto de soltarse la coleta.

- ¿En serio? -abrí mucho los ojos, pensandolo.- No me lo había imaginado...

Me miró inexpresivo durante un momento y acto seguido se humedeció los labios con la lengua lentamente -insisto, lentamente-.

- Sí, el uniforme me queda genial, si es lo que estabas pensando -hizo como que se quitaba polvo de.los hombros.

- Gracias por sacarme de la duda -alcé mi vaso y brindé con él.

Aquello era muy loco, de un momenti a otro y sin planearlo me había plantado en un avión directo a una montaña perdida de Francia a pasar las navidades con el señor Blair. Pensé en mi familia,que estarían llegando poco a poco a la casa de los abuelos y hospedandose allí. Las navidades eran magicas en la casa Grey. Pero, oye, hay una cosa buena; no tendría que aparentar que me caía bien.
Hubiera estado subiendome por llas paredes. Sí, tal vez. Si no me hubiera chutado una pastilla cada vez que Julien entraba en el baño.

Me estiré un poco en el sillón que, a pesar de ser muy cómodo, me estaba empezando a cansar de estar en la misma postura.

- ¿Tienes sueño? -dijo él sentandose a mi lado.

- Un poco -apoyé la cabeza en su hombro.

¿Cuando habíamos cogido tanta confianza? Que más me da, huele bien.

PHOEBE GREYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora