"No te confudas, soy libre. Yo no firmé ningún puto contrato, Christian"
Phoebe Ella Grey, vicepresidenta de Grey Enterprise & Holdings Inc.
La historia romántica que su madre nunca vivió.
Las consecuencias de un pasado ensombrecido.
Y las...
Capítulo 19 (3320 palabras trchwi, no te quejes) ''Nadie se queja de tener lo que no se merece.'' Jane Austen.
- Esto es innecesario. - Por supuesto que no -dijo por milesima vez.
Aquello era totalmente innecesario.
Julien, despues de la visita de su madre, decidio que ir de tiendas -y de paso comprarme algo mono para la cena- me relajaría; dando por hecho que me gustaba ir de comprar. Se equivocaba. Me llevó a una ciudad a una hora a coche de donde nos encontrabamos, donde cenamos en un bonito restaurante. Y, para su suerte, el centro estaba lleno de tiendas de diseñadores caros. Estuvimos paseando practicamente toda la tarde, haciendo que casi.me olvidara de la cena. Casi.
El unico momento en el que me quedé sola, fue cuando conseguí un traje que no fuera demasiado elegante pero suficientemente desenfadado. Eva me habia parecido una mujer elegantísima -y ni hablar de su energía... Me recordaba a la abuela. Pero seguía siendo muy regia aunque... Que narices, Julien no me habia contado nada sobre ella, y no se lo reprocho. Yo soy la primera que no habla sobre su familia.
- ¡Julien! -di un salto cuando al girarme para pagar, apareció frente a mis narices.
La dependienta nos miró a los dos incómoda, pero no tanto la segunda vez que miró a mi acompañante. Esos ojitos... El efecto Blair.
La miró -sonriendo, por supuesto- esperando que le dijera algo.
Tardó un poco más de la cuenta en hablar, y se puso nerviosa. Novata...
- Serán ci-ciento setenta y cinco euros.
Me llevé la mano al bolsillo trasero del pantalón para sacar la targeta, pero noté como pasaba sus dedos entre los mios. Quedé en una nube durante una fracción de segundo y, para cuando me di cuenta, él le extendía su targeta a la chica de la caja.
- ¿Perdón? -susurré alzando las cejas.
Giró la cabeza para mirarme lentamente y vi pintada una sonrisa que se extendía victoriosa. Me guiñó un ojo. Ni más, ni menos. Me dio una palmada en el trasero y recogió la bolsa de manos de la trabajadora, la cual se cortó al ver la poca distancia entre nuestros cuerpos -que disminuíaa peligrosamente por momentos.
Salimos de la tienda así, pegados, consu brazo sobre mis hombros acercandome a él. Estaba anocheciendo y emoezaba hacía un frío horrible; lo que le había dado la oportunidad a Julien de ponerse el doble de guapo.
Los dos miramos a la vez hacia el cielo, que se tornaba de un calido rosa y pensamos lo mismo.
- Hora de irse.
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[...]
- Por favor Julien -me reí, tapándome como podía.- Subéme la cremayera, ¡Que no llego!
Nos reimos más, demasiado para lo que estaba apunto de acontecer. Pero al final había tenido razon y el haber pasado la tarde juntos me había relajado de sobremanera. Había decidido mi postura, la Phoebe profesional -a pesar de estar segura de que no es la que mas le gustaría a Julien, pero en la mas comoda en la que me desemvolvería. Al fin y al cabo solo tenia que dar una buena imagen, venderme bien. Y, créeme si digo que soy la mejor en eso.
