Prólogo.

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—termine con mis deberes— dijo mientras que cerraba el libro para levantarse de su asiento y tomar su espada —voy a salir a refrescarme un rato— le dijo a uno de los guardias lo cual era muy raro ya que normalmente estaban Kiki y Mitsuhide, pero tenían algo que hacer, lo cual no le molestaba para nada

—claro—contestó uno de los guardias

Zen estaba feliz, no había podido salir de esa habitación por un incidente que tuvieron con la zona de la sección en la cual el estaba encargado, así que ahora que terminó al fin podría ir a verla, aunque claro que no espero que a mitad de camino alguien lo detuviera.

—principe zen—le llama un guardia respirando con dificultad, ya que al parecer había estado corriendo.

Zen se puso alerta esperando lo peor —¿Que sucede?— preguntó intentando no demostrar su preocupación para no alertar a los demás si no era nada.

—El rey Izana lo busca— dijo mientras recuperaba el aliento perdido.

Zen soltó un suspiró de alivio y le agradeció al guardia para después dirigirse con el príncipe Izana, sí, su hermano el había llegado al castillo hace unos pocos días, pero zen debido a los antes mencionados problemas no había tenido la oportunidad de recibirlo.

Zen dio media vuelta y fue directo a donde se encontraba su hermano. Al llegar ahí dio unos golpes a la puerta anticipando su intromisión, y pasó.

—Adelante, toma asiento— dijo el rey Izana sin más, se notaba por su tono de voz y acciones que no se encontraba muy contento y que su platica no sería tan agradable, el de igual manera tomo asiento y miró al príncipe unos segundos para después hablar.

—Vas a asistir al baile de la princesa festejando su cumpleaños tal como todos los años anteriores.— directo al punto.

—¡Cierto es el cumpleaños de la princesa! Eh estado tan ocupado que se me olvido por completo— dijo en su mente —claro que asistiré, si eso es todo me retiraré—

Zen hizo una reverencia antes de marcharse pero el rey lo detuvo a la mitad —alto ahí, ¿quién será tu acompañante para el baile?—

—mi...¿acompañante?—Claro que eso era completamente nuevo, de todas las veces que había ido a cosas así jamás había tenido la necesidad de llevar un acompañante, por un momento pensó que se refería a los guardias si llevaría a Kiki o a Mitsuhide pero si fuese los llamaría solo guardias y no acompañantes.

—Al parecer el tema de esta fiesta será de parejas, y por obviedad tienes que ir con alguien así que—un guardia entro cortando sus palabras, debido a la rápida intromisión puso a ambos alerta, estos se levantaron y tomaron su espada apuntándole a quien entró.

—Lamentó la intromisión, pero una persona de alto rango dice que quiere hablar con usted, es una urgencia.—

—Voy— dijo el rey mientras guardaba su espada igual que el príncipe.

—sobre mi pareja...—

—sé que la llevaras a ella, no hay problema alguno ya que gracias a Raji tiene el nivel social para asistir—

—gracias— dijo terminando su anterior revertía que fue interrumpida y vio a su hermano salir por la puerta junto con el guardia que le explicaba algunas cosas.

*en la enfermería de clarines*

Shirayuki -como siempre- estaba esforzándose en su trabajo, descubriendo cosas nuevas y pasando un buen rato con sus compañeros de trabajo

—shirayuki, cuando termines eso puedes irte— le dijo la jefa mientras miraba la reacción de unas hierbas.

—Claro— contestó sonriente.

No tardó mucho en terminar el trabajo que le habían otorgado debido a que era muy fácil —acabe— dijo mientras que toma sus cosas —así que con permiso— se despidió cordialmente de todos y se dirigió a su habitación, que al entrar a esta casi se le escapa un brinco del susto.

—oh, hola, justo iba a ir a preguntar por ti. — sonrió encantador el príncipe.

—¿z-zen?—no pasó mucho tiempo para que la cara de shirayuki se tornara en un color rojizo —¿Q-que haces aquí?— rara vez (en realidad no, solo que ella no sabía ya que iba a escondidas) zen iba a visitarla, principalmente por el trabajo que le otorgaban, además de que es mucho más raro que entre a la habitación ya que usualmente es tomado de la manera incorrecta que una pareja esté sola en una habitación.

—Vine a hablar contigo sobre algo importante— Su cara se tornó a una seria.

La cara de shirayuki no tardo y cambio en segundos, de un gran sonrojo a una cara de preocupación pero Zen al notarlo aclaró un poco las cosas —no es nada malo, así que no tienes de qué preocuparte— intento tranquilizarla y volvió a poner una sonrisa.

Shirayuki suspiro al ver que no era algo grave y se tranquilizó, pero antes de que volviera a tomar aire, el principe la tomo de las manos y se acercó más a su rostro.

-oh Dios-

—quería preguntarte... ¿si asistirías a la fiesta de la princesa del norte conmigo?—

Shirayuki vuelve al mismo sonrojo, o tal vez un poco más rojo -si es que se podía-, ya que la propuesta y la cercanía de sus rostro era demasiada. Esta no podía emitir sonido alguno así que asintió levemente con la cabeza con su boca un poco abierta y su mirada fija en los ojos azulados de su acompañante.

Zen sonrío aún más y le dio un pequeño beso —partimos mañana, alista tus cosas.— los besos se habían vuelto algo habitualmente escasos, ya que aunque Zen besara a shirayuki constantemente, estos seguían siendo extraños debido a que no pasaba tan seguido por el trabajo que los mantenía alejados.

—¡¿Espera que?!— pensó — t-tendré que pedirle permiso a la je-— la interrumpió.

—ya lo hice, así que no te preocupes— volvió a intentar calmarla con una sonrisa.

—¿además, mañana...?—Su cara cambio a una seria, Enserio creía que una noticia así sería algo para asimilar en una noche, además de que no tenia la ropa o enseñanzas necesarias para asistir, claro que quería ir, además de que no le dejaba otra opción, pero aún así...

—lo siento por no decírtelo con anticipación— se disculpó al ver su cara de petrificación la cual le causó algo de gracia.

Shirayuki suspiró rendida, tomo una bocanada de aire para darle su respuesta pero volvió a ser interrumpida.

—tengo que volver, me encanto volver a ver tu rostro después de un día tan agotador— sin pensarlo dos veces volvió a juntar sus labios logrando esta vez un beso más profund, la pelirroja solo lo abrazo y tomo fuerte de la camisa para no caerse ya que había perdido la fuerza en las piernas por el inesperado beso, que después de unos minutos seso con Zen se separándose lentamente dejando un hilo de saliva como una conexión de sus bocas como si fuese una prueba de lo ocurrido, el amado príncipe solo sonrió y se fue corriendo dejando a shirayuki con las palabras en la boca y su mente en blanco.

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When editas de nuevo ;)

Los quiero <3

Atte:K-K

Akagami no shirayukihime Donde viven las historias. Descúbrelo ahora