Jin es un huérfano quien luego del fallecimiento de sus padres se vio enfrentado a una vida sumamente complicada, pero todo cambia el día en que se encuentra con un misterioso hombre el cual está siendo atacado. Jin sin pensarlo decide ayudarlo, lo...
— Porque me gustas, porque aunque sé que destruí tu vida yo me enamore de ti.-aquellas palabras continúan en mi mente, aun cuando ha pasado tanto tiempo no puedo olvidar el día en que me declaré, es como si hubiese sido ayer... el único problema es...
¿Por qué no puedo recordar su respuesta? ¿Por qué no puedo saber qué fue lo que me respondió...?
— ¡Tae despierta, el desayuno está listo!- mis ojos se abrieron de inmediato al oír aquella voz, dejándome ver aquella hermosa sonrisa que tanto añoraba que fuese mía, pestañee repetidamente asegurándome que esto no era un sueño, y aquella sonrisa es completamente mía...
¿Qué había pasado? ¿Dónde estábamos? ¿Por qué sentía este caos en mi cerebro?
— ¿Dónde estamos?- pregunté inquieto, tenerlo así de cerca me hacía sentir nervioso, Hoseok me observó fijamente para luego sonreírme con aquellas sonrisa juguetona, sentí mi rostro estallar al momento en que sus manos rodearon mi cintura, en un cálido abrazo.
Mi cuerpo rápidamente comenzó a relajarse, tenerle de esa manera me producía paz, mi rostro quedó perdido en su firme pecho, al sentir los latidos de su corazón mis ojos por inercia se cerraron, me sentía tan tranquilo estando a su lado, con sus manos comenzó a acariciar mi cabello, provocando que un calor comenzara a recorrer todo mi cuerpo.
— ¿Cómo que donde estamos? Amor estamos en nuestra casa...-
Nuestra casa...
FLASH BACK
— ¡Tae despierta, ya llegamos!- mis ojos lentamente comenzaron a abrirse, mi ceño se frunció al ver donde nos encontrábamos, refregué mis ojos mientras observaba el lugar, estábamos en el interior de un bosque, la vegetación era espesa, podía sentir el aire puro ingresar por mis pulmones, era relajante...
Busqué la mirada de Hoseok, no entendía que hacíamos en un lugar así.
— ¿Qué es este lugar?- pregunté al ver una preciosa casa en frente de nosotros, Hoseok me sonrió para luego bajar del auto, rodeo este último dirigiéndose a mi puerta, la abrió extendiéndome la mano, cogí su mano, entrelazó nuestros dedos dándole un pequeño apretón y ambos comenzamos a caminar cada vez más cerca de la casa.
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Al estar frente a esta, Hoseok se posicionó frente a mí, regalándome la más deslumbrante y preciosa sonrisa.
— Es nuestra casa, aquí es donde comienza nuestra vida... Tae sé que me he tardado mucho en darte mi respuesta, pero no quería que fuera antes porque tenía miedo, no quería perderte, bebé eres todo lo que me queda, eres el único tesoro que quiero proteger, tú ya hiciste mucho por mí, ahora es mi turno de cuidarte.- mis ojos se abrieron de sorpresa ante sus palabras, no sabía cómo responder a aquello, sentí mis manos temblar levemente, mi corazón cobró vida propia los latidos eran tan intensos que creía que Hoseok sería capaz de oírlos.
