Capítulo 4

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Pov Bloom

Pronto el fin de semana terminó y llegó el maldito día lunes en el que debíamos volver al colegio, no es que a Flora y a mi nos molestará,después de todo que de algo sirviera que nos tratarán como las más populares de la escuela, pero para ser sincera no me gustaba nada el hecho de levantarme temprano, pero bueno había que hacerlo, una vez que logre poner toda mi fuerza de voluntad para salir de mi cómoda cama vi como Helia se dirigía sigilosamente al cuarto de mi melli, así que me puse de pie y comencé a seguirlo sin que él se diera cuenta, entonces vi como le hechaba un balde completo de agua fría en la cabeza, entonces la oí gritar, así que me apresure a coger la ropa que había elegido para hoy, un pantalón de campana celeste, un peto de manga corta del mismo tono con las mangas amarillas y unas botas celestes de tacón (su vestimenta primera temporada), y me metí a la ducha antes de que alguna de mis hermanas me la ganará, pronto ya estube lista, arreglada y maquillada para la escuela, y pronto estube comiendo mi desayuno junto a Miele y Helia, estábamos casi listos para ir al colegio, sólo faltaba Flora, quién asumía que como siempre no alcanzaría a tomar desayuno, ya era normal en ella, no era sano, pero si normal, en eso mi melliza llegó vestida con una mini falda rosa arriba de pantorrilla violeta con un grueso cinturón rosa, un peto negro, un bolero rosa y unas botas altas negras taco aguja, su cabello lo llevaba totalmente suelto, sus ojos esmeraldas delineador con rosa claro y sus labios pintados del mismo Rosa, sólo que un poco más cargados, entonces vi como Helia se le quedaba mirando como expectante,así que yo no pude evitar soltar una pequeña risita, y mientras le daba un golpe en el brazo a Helia para sacarlo del trance y le dije:

_no es por molestar, pero el idiota de nuestro padre dijo, que sólo tú podías a autorizarnos a llevar el auto y a no ser de que hoy quieras que perdamos un día de escuela..

Él se sacudió un poco para salir del trance y me dijo:

_yo también debo irme,pero tú melliza no a desayunado..

Yo me encogi de hombros y cogiendo mi mochila le dije:

_ella nunca lo hace..

Helia miró asombrado a mi hermana y exclamó histérico:

_pero eso no es saludable

Flora nisiquiera lo miró y mientras le daba un mordisco a una manzana dijo con un tono frío como el hielo:

_¿y a ti que te importa?

Helia la observó algo triste, mientras que yo simplemente solté un suspiro y le dije:

_tranquilo..ella es así

Él simplemente sonrió y asintió, mientras que nosotras nos dirigimos al auto.., si de algo estaba seguro es de que este sería un largo día y que el príncipe de cabello rubio ( sky) no dejaba de dar vueltas en mi cabeza, que lástima que sea de otra.


Pov Thoren

Una vez debía volver a la rutina, y bueno..la carrera de astronomía no era fácil, aunque nadie me obligaba a elegir la, la verdad siempre pensé que era la carrera para mi, mi mamá siempre dijo que pasaba mucho tiempo con la cabeza en las nubes.., aunque ahora estaba seguro de que mi cabeza estaba en las estrellas, y tenía el ojo puesto en una Sirio (la estrella más brillante de toda la galaxia) rubia bastante hermosa, ¿qué tenía Daphne que me hacía perder todo tipo de concentración?, según mis amigos era una cuica más igual a sus tres hermanas, pero en ella yo veía algo distinto, algo diferente que no tenía ninguna de las demás chicas, y eso que tenía a varias detrás de mi, yo nunca podría hacer lo que hacía mi primo (Sky), digo a mi no se me daba eso de tener polola, y menos una como las hermanas Williams Moon, digo y si tenía que elegir una, de seguro no sería la insoportable de Aisi, ella era fría como el hielo, pero más histérica que la pololita de Brandón ( Stella ), y eso era mucho decir, ahora me encontraba caminando por los pasillos de la universidad cuando vi al idiota de Río ,ese fue el imbécil que le había esguinzado el tobillo a la pequeña Sirio ( Daphne), no lo había podido tratar como el pedazo de basura que era, porque para mi era más importante que Daphne pudiera llegar a su casa con ese tobillo lesionado, pero ahora ella no estaba y nada me detenía para darle lo que se merecía a ese mal nacido, así que simplemente me paré en mi posé dominante y el grité:

InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora