*Narra Adele*
A la mañana siguiente me desperté feliz, por la charla con mi madre. Si Penny Adkins lo aprueba, va a misa y vuelve.
El día pasó tan rápido que no me dí cuenta. Al salir de la oficina, a las 14:00h de la tarde, Simón me detuvo sosteniendo me de la cintura y besando mis labios dulcemente.
-Me encantan sus labios señorita Adkins. Que le parecería a esta bella mujer acompañarme esta noche a cenar y dar un pequeño paseo.
-Me parece que a la señorita le encanta su idea. Pero si no me dejas ir ya a mi casa para comer, te comeré a ti.
Simón abrió mucho los ojos, y con un beso en la comisura de mis labios se despidió de mi. Llegué a mi casa y comí a gusto. Luego me duché tranquilamente. Al salir del baño recibí un mensaje de texto de Simón. Pasaría a recogerme a las 20:00h. Aún tenía tiempo, así que busqué en mi armario hasta encontrar algo que ponerme, y me decidí por unos pantalones negros, un par de botas marrones y una gabardina negra, por el clima frío típico de las noches de Londres. Me vestí y pasé al maquillaje. Un poco de colorete, un labial rosa casi imperceptible y unos impactantes smoke eyes negros. Para completar el modelito me hice un recogido voluminoso atrás y listo. Me eché un poco de colonia y a los 5 minutos sonó la puerta. Fuí a abrir y allí estaba Simón, tan guapo como siempre. Le cogí de la mano y salimos de mi casa.
*Narra Simón*
Llevé a Adele a un pequeño parque, apartado de la ciudad unos dos kilómetros y allí tenía todo preparado.
-Mi lady, el picnic más elegante al que vendrás jamás.
Adele me miró, con esos ojos verdes tan hermosos, y sus deliciosos labios se curvaron en esa sonrisa tan típica de ella. Estaba tan hermosa bajo la luz de la luna. Nos sentamos a comer y tras una cena, constantemente interrumpida por la escandalosa y perfecta risa de Adele, comenzamos a pasear por la orilla de un pequeño río que bordeaba aquel lugar, iluminado por el reflejo de la luna y las estrellas. Adele miraba al cielo, curiosa, asombrada por su misterioso encanto. A mí lo que realmente me asombraba era la belleza de la mujer que caminaba a mi lado, y sostenía mi mano con tanta fuerza y delicadeza a la vez.
*Narra Adele*
Volteé a ver a Simón. Su mirada de ojos grises estaba clavada en mi, rrecoriendo cada lunar, cada hueco y cada facción de mi rostro. Al ver aquello no pude contenerme y solté una amplia sonrisa. Nos sentamos en un banco, mientras observábamos la grandeza del cielo. Solo se oía el leve rumor del agua y nuestras respiraciones tranquilas. Pasamos así un rato, hasta que Simón se durmió apoyando la cabeza en la mía, que estaba apoyada en su pecho.
*Narra Simón*
Cerré los ojos, aspirando el dulce aroma de Adele. Unos minutos más tarde, mi respiración se aceleró al notar su aliento subir por mi cuello hasta la altura de mi oreja, luego se alejó un poco y comenzó a cantar. Su voz dulce y profunda inundó mis tímpanos. Esta mujer es una diosa de la canción! No sabía que Adele cantara tan bien! Seguí haciéndome el dormido, mientras ella susurraba aquella canción, ahora en mi oído. Mi piel se erizaba y continuos escalofríos recorrían mi espina dorsal. Cuando terminó su canción hablé.
-Dios, Adele, cantas hermoso! De que canción se trata???
-Me asustaste Simón, pensé que dormías. Esta canción se llama Someone Like You.
-No la había oído nunca...
-Eso es porque la compuse yo bobo.
-Eres la mujer más bella e increíblemente talentosa que he tenido el placer de besar.
Y dicho esto saboreé sus dulcísimos labios.
*Chicos/as, ahí tenéis, en compensación un capítulo por todo lo alto. Lo tendría que haber subido antes pero os explico: estaba escribiéndolo mientras escuchaba Someone Like You, y con la gran voz de nuestra diva+ mi divina inteligencia= me dormí. Pero bueno, lo recuperé y aquí lo tienen, espero que les guste. LOS AMO!