La Uni [Fiolee/Finnceline]

Una fiesta de Halloween

Capítulo 8:

Septiembre se había pasado volando, Octubre no fue otra historia, en un abrir y cerrar de ojos los chicos se encontraron con que hoy sería la noche de Halloween.
Las calabazas, telarañas y esqueletos de adorno no se hicieron esperar, toda la ciudad estaba listo para Halloween, había casas de sustos y habría fiestas por toda la ciudad, la ciudad celebraría Halloween.
A Fionna le encantaban este tipo de épocas, Navidad, Año nuevo y Halloween, estas le gustaban mucho por el ambiente de amistad que se creaba, pero no sólo por eso, le encantaban las golosinas, sí, y en esa época podía conseguir cualquier tipo de golosinas; desde caramelos macizos, chocolates y malvaviscos hasta chicles y gusanos de goma.
Todo iba perfecto, las calificaciones, su relación con Marshall, sus relaciones con los amigos, incluso con Flame... Se podía decir que después de que él y Marshall "tuvieron una plática" habían puesto un límite y el pelirrojo había aceptado la relación entre ellos, ahora ella y Flame eran amigos de nuevo.
Caminaba felizmente por las escaleras de su edificio, ahora casi todo estaba adornado por murciélagos, calaveras y calabazas. Fionna sonreía al ver esto, ahora a dirigía hacia la habitación de Marshall, seguramente él ya tendría su disfraz para la fiesta de esta noche.
Cuando llegó a la habitación se detuvo al escuchar que de adentro venía una dulce melodía, ella reconoció que era la guitarra de Marshall y también escuchó al chico cantar. Al entrar lo vio, pero no estaba solo. Junto a él estaba Jayden y otra chica, era castaña y tenía los ojos pardos, seguramente era la hermana de Jayden.
Marshall, tocaba la guitarra con el ánimo de siempre, la melodía era simple pero hermosa, el peli-azabache no se dio cuenta de la presencia de la chica y continuó con su canción.
La guitarra tomó un ritmo más rápido pero igual de dulce. Marshall no desviaba la mirada de las cuerdas de la guitarra mientras seguía con el ritmo y comenzaba a cantar de nuevo:

Summer is miles and miles away.
No one wants to stay.
And I...

El pelinegro se detuvo.
—No, no, no— pasó su mano por sus cabellos oscuros—. No me gustó.
Jayden; que tenía una laptop en su regazo asintió mientras tecleaba, el chico llevaba unos tejanos azules, una playera negra con la frase "Did i ever tell you the definition of insanity?", converse negros y un gorro negro.
—¿Piensas quedarte ahí para siempre, Fionna?— preguntó el castaño sin quitar la vista de la computadora—. Ella es mi hermana, Sam.
La chica castaña que llevaba puestos unos jeans negros y blusa blanca le sonrió tiernamente.
—Hola, soy Fionna Ward pero puedes decirme Fi.
—Yo soy Samantha MacDonald, pero puedes decirme Sam.
Marshall se levantó y caminó hasta la rubia, Fionna lo abrazó en cuanto se acercó lo suficiente.
—Hola, conejita.
—Marshmota.
—¿Qué te trae por aquí?
—Venía a ver si estaba listo para la fiesta y de paso venía a ver a Finn.
Marshall sonrió, esa sonrisa, esa sonrisa que aunque ya la había visto un millón de veces siempre la hacía sentir especial.
—El enano salió con Jonathan y Roland. No se exactamente a donde pero fue con ellos.
—Ya. ¿Y Marcy?
—Bajó a la cafetería.
—Vaya.
Miró de nuevo a los hermanos, ellos seguían haciendo sus cosas, Jayden seguía tecleando mientras que Sam seguía...
«Escribiendo...— pensó Fionna—. Debe de querer ser escritora».
—Jayden me ayudaba con mi música— comentó Marshall—. Quiere estudiar producción y composición musical. Así que él me ayuda y yo a él.
—Interesante... ¿Y Sam?
—Escritora.
—Ya veo.
Fionna los miró de nuevo, le pareció verse a si misma y a Finn, siempre juntos, aunque en diferente actividades.
—Muero de hambre— dijo Marshall—. ¿Les parece si bajamos a la cafetería?
Todos dijeron que sí y bajaron a la cafetería.

Cuando entraron vieron la decoración de Halloween, había poca gente a pesar de ser las dos de la tarde, seguramente todos estarían haciendo preparativos o cosas así.
Fionna, Marshall, Sam y Jayden, entraron y ordenaron bebidas para luego buscar una mesa, para su buenas suerte Bonnie y Marcy estaban sentadas en una mesa grande para diez o doce personas.
—Hola, Marcy— saludó Marshall—. Ya llegó tu primo favorito.
—Como si tuviera otro primo— dijo ella sarcástica.
El peli-azabache gruñó.
Se sentaron y estuvieron conversando, el ambiente estaba bien, a Fionna le gustaba. Ella, Marcy, Bonnie y Sam hablaban mientras que Marshall y Jayden hacían lo propio.
Todo estaba tranquilo hasta que la puerta se abrió y dio paso a dos jóvenes. Un chico y una chica de cabellos rojos como las llamas. Los chicos se acercaron hasta el grupo y se sentaron en la mesa.
—Hola— saludó Flamina.
Todos correspondieron el saludo menos Marceline.
Los pelirrojos ahora ya formaban parte del grupo, se llevaban bien con todos, excepto Flamina con Marcy y Flame con Marshall.
Las pláticas continuaron con total tranquilidad.
Flamina; que se había sentado junto a Jayden no podía dejar de ver que el chico tecleaba en su laptop, parecía un genio informático pero ella reconocía el programa. Era un programa para crear bases para Rap.
—¿Te gusta el Rap?— preguntó la chica.
Jayden asintió con la cabeza sin despegar la vista del monitor.
—¿Estudiarás algo que tenga que ver con música?
—Sí, composición y producción musical.
El chico despegó la vista del monitor por primera vez y miró a la chica. Se quedó petrificado al verla, era pelirroja y hermosa, sus ojos verdes le daban el toque final a una chica tan bella.
—Hola— dijo titubeante el chico—. Me llamo Jayden MacDonald.
—Flamina.
El chico no podía dejar de verla, era tan hermosa, no pensaba que encontrase una persona que esas facciones tan bellas.
—¿Me dejarías escuchar?
El castaño asintió mientras entregaba un par de auriculares a la chica y comenzaba a reproducir su música.