La Uni [Fiolee/Finnceline]

Regreso a Casa

Capítulo 11:

(Narra comentarista de ESPN. Autor POV).

—¡Esto es increíble!, Finn Ward continúa evadiendo uno, dos, tres jugadores, parece que este chico esta jugando solo, cuidado con esta acción.

Finn movió el puck a la derecha y disparó con todas sus fuerzas.

—¡Goooooool!, Hat-trick (3 goles) de Finn Ward, con este gol que anotó cuando el reloj marcaba 0.1 segundos se da por terminada la primera mitad de la temporada 2015-2016 de la Liga de Hockey de los Estados Unidos. Yo soy James Neal los espero el doce de enero para reanudar la temporada. Victoria para los Falcons 5-2 sobre los Dragons de Detroit.

(Fionna POV)

¡Oh sí! Son las cinco de la tarde y como ha terminado el partido ya podemos irnos a casa. Ya quiero llegar a casa y pasar cuatro días antes de Navidad, tendré regalos y veré a mi familia. Tampoco puedo esperar para año nuevo iremos a visitar a los abuelos, pero eso no es lo mejor, lo mejor es que: ¡Tyler regresara a casa!
Justo en este momento estoy terminando de subir unas cuantas maletas al auto, Finn subió a darse una buena ducha y a cambiarse de ropa mientras Marcy me ayudaba.
—Esa es la última— dijo Marcy.
Ella nunca había dicho nada sobre ayudarles con sus maletas o sobre ir a algún lugar.
—¿No quieres que te ayudemos con tus maletas?— le pregunté.
—No, Marshall y yo no iremos a casa para Navidad.
—¿Qué? ¿Por qué?
Marceline suspiró.
—Siempre que regresamos a casa terminamos peleados con nuestros padres. Tanto yo con mi papá como Marshall con mi tía Hannah.
Me quedé en silencio, eso estaba mal, cada quién debe tener una feliz Navidad, eso se supone.
Entonces fue cuando recordé que cada Navidad en mi familia es muy alegre y todos somos felices, tengo una idea.
—Marcy..., ¿por qué no vienen con nosotros?
Mi amiga me miró sorprendida, tal vez no esperaba eso, nunca había esperado eso.
—No, no queremos estorbar.
—No lo harán, en mi familia siempre son bienvenidas nuevas caras.
—Bueno, pero pero— Marceline Abadeer, siempre es tan necia sólo si que sí—, no se sí Marshall este de acuerdo.
—¿Estar de acuerdo con qué?
Detrás de mi estaban los chicos, Marshall llevaba su look clásico con la camisa roja a cuadros, los jeans y ahora que hacia frío por ser invierno llevaba una chaqueta negra, en su espalda llevaba su guitarra y en su mano una maleta negra.
Finn en cambio llevaba unos jeans azules y una sudadera azul con un gorro blanco con rojas de oso.
—Pasar con nosotros la Navidad.
—Oh sí, Finn me dijo lo mismo hace unos minutos y yo acepte.
Marshall metió la maleta en la cajuela y me miró.
—Ahora pasare más tiempo con mi ConeFita— dijo mientras me abrazaba de la cintura. Finn se aclaró la garganta para hacer que nos separamos—, silencio enano, mejor ayuda a Marcy con su maleta.
—¿Qué? Yo no necesito una maleta— reclamó mi amiga.
—Claro que la necesitas, tú vendrás con nosotros— dijo mi hermano mientras la tomaba de la mano y se dirigían hacia el edificio.

(Autor POV)

Marshall Lee y Fionna se recargaron sobre el auto y se quedaron en silencio.
El peli-azabache soltó una risita.
—¿Qué?— preguntó la rubia, era raro que Marshall hiciera eso.
—Nada, sólo que..., este fue el lugar donde nos conocimos.
Fionna describió que asi era, justo en ese lugar se conocieron al principio de clases, justo ahí se vieron por primera vez cuando él...
—Sí, cuando me tiraste al suelo— dijo Fionna cruzándose de brazos.
Marshall soltó una sonora carcajada. Sí, ellos se odiaban el primer día pero pronto se fueron conocieron y ahora ellos dos eran novios.
—Que cosas, primero tu me odiabas pero después te diste cuenta que era un sexy e irresistible chico.
—Ja, ya quisieras— Fionna lo miró sonriendo—, si no mal recuerdo tu te sentiste atraído por mi.
Marshall se sonrojó y se quedó en silencio.
—Ves, yo gane Marshmota.
—¡Ya verás!
El peli-azabache comenzó a hacerle cosquillas a la chica.
—Jajajajaja basta jajajaja Marshy jajajajaja.
—Basta por favor señor Marshall, dilo— el oji rojos dijo.
—Jajajajaja basta, Marshall, jajajajajaja ya basta.
Estuvieron así dos minutos hasta que Fionna dijo lo que Marshall pedía, después de eso el peli-azabache besó con pasión a la rubia.
—Ejem, ¿interrumpimos algo?
Ambos se separaron sonrojados.
Ahí estaban Finn y Marcy los cuales se rieron antes de meter la maleta en la cajuela y comenzar el viaje.