La ridícula idea de perderte. 10

2K 94 14
                                    

Para César quedarse sin entender algo no le parecía propio, y como en todo en su vida fue hasta el final para encontrar la raíz de la cuestión.

Victoria después de un agotador día llegaba a su casa, todo el día había sido extenuante así que lo único que deseaba era acostarse entre sus almohadas porque no había nada que deseara más que dormir. Mientras buscaba las llaves vio una sombra en su puerta que la alertó y cuando subió su mirada se asombró entre sorpresa y miedo.

-¡Estás loco casi me matas de un susto! ¿Qué haces aquí a esta hora? ¡Mira si no venía sola! –alterada-
-¿Puedes saludarme primero? –le roba un beso rápido- anda abre la puerta que me estoy congelando y tengo hambre.
-Dios...

Entraron y César dejó su maletín sobre la mesa mientras iban directamente a la cocina, él buscó algo para comer y ella solo lo acompañaba con un vaso de agua.

-¿Ya me vas a decir que hacías en la puerta a esta hora? ¿Te corrieron de tu casa? –se reía de imaginar la idea-
-No. Salí de ensayar y me vine directo, quería hablar contigo porque como hoy me dejaste en ascuas...
-Ay no, no me digas que ya vas a empezar porque realmente no tengo fuerzas para discutir contigo.

Calentaba en el microondas sobras de comida que habían en la heladera.

-¿Podrías haber sido un poquito más prudente eh? primero con la hora y otra mira si venía acompañada con alguien y te veía ahí, César estás demasiado aventado últimamente... necesito que te relajes.
-¿Acompañada de quién? ¿Ya conseguiste a otro?

Larga un quejido y le preparaba la mesa en el comedor para que él cenara.

-Realmente tengo sueño, hoy me levanté temprano y no paré desde que me levanté.
-¿Ya me vas a correr? Esos modales...
-Quiero saber a qué viniste porque no creo que a comer sobras de mi heladera.
-suelta los cubiertos y le agarra las manos-Vine a que te sinceres conmigo y me digas que te pasa y por qué te comportas así últimamente. Hoy a la tarde quedé desconcertado... así que por favor si tienes algo para decirme, sea lo que sea dímelo porque me voy a volver loco suponiendo cosas.
-toma un largo suspiro-Me voy a vivir a Los Ángeles.

César primero se sorprende hasta que su mente lo procesa y ella larga una carcajada por su gesto.

-Obvio no... pero no tengo nada que decirte porque realmente no me pasa nada. O sea... no entiendo por qué estás insistente con el tema de que me pase algo.
-¿No paras de ser bruja ni un momento? –volvía a su cena- Pero entonces quiero una explicación de porqué estas tan extraña.
-¡Dime que respuesta esperas para por lo menos complacerte porque ya no sé cómo explicarte que no me pasa nada! estoy bien, nos estamos viendo, tuvimos sexo esta tarde, te llegas a mi casa a la hora que sea, vengo de Pachuca para verte, hablamos todos los días... ¿qué más quieres de mí?
-Nos vemos por una o dos horas como máximo cuando antes hacíamos todo lo posible para pasar o la tarde o la noche juntos, hicimos el amor después de largos días porque antes no querías ni siquiera que te tocara, tus respuestas son monosílabos si hablamos por Whatsapp... ¿Cómo quieres que no me preocupe? Y créeme que llegué a tu casa porque si no busco una explicación tengo miedo que pase algo peor.
-¡Ay por Dios, qué pesado estás por favor!
-Aparte de todo estás histérica las 24 horas del día.

Se levantó excusándose buscar algo para alejarse de su lado.

-Estás paranoico, ¿cómo tienes tiempo para venir a decirme esta cantidad de estupideces si trabajas todo el día? en serio no entiendo cómo le haces.
-No hay necesidad de que me empieces a ofender. Estoy teniendo bastante paciencia ya...
-A ver... viendo que no me queda otra opción -se apoyaba en su piano con las piernas cruzadas- estoy en una etapa que ni yo me entiendo, entonces no puedo explicarte que me pasa. Sí quieres saberlo, sí... yo también lo he notado pero no puedo decirte que es porque simplemente no lo sé. ¿Acaso tú no tuviste alguna etapa donde no sabías bien por qué te sentías como desanimado todo el tiempo? pues bueno, estoy así. Aparte, que para lo único que nos vemos últimamente es para terminar discutiendo por la imbécil de Erika. ¿Contento?
-¡Ya te habías tardado! Si me hubieras dicho desde antes que te pasaba esto, podría haberse solucionado más rápido.
-Lo peor de todo es que fuiste el único que se dio cuenta de mi estado de ánimo. ¿Te odio, sabes?

La ridícula idea de perderte. #VyCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora