La ridícula idea de perderte. 25

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-¿José Eduardo puedes dejarnos solos?
-Pero mamá no es tan...
-lo interrumpía-En serio, luego te pongo al tanto.

José Eduardo levanto las manos en señal de dejar todo por la paz y se fue porque entendió que si su mamá había puesto esa cara, era porque esto iba en serio.

-Vamos a platicar a otro lado, hay mucha gente...

Cesar la siguió viendo como contoneaba sus caderas, como si lo hiciera a propósito porque sabía que estaba enfadado pensó. Aprovechando que casi todos estaban cenando y no había nadie en los pasillos, entraron en la habitación de él que era la más cercana.

-Bueno... ¿Qué paso?
-Carla quiere comunicarse con José Eduardo para saber por qué Vivian está teniendo llamadas con Omar.

Abrió abruptamente los ojos, no se esperaba escuchar algo como eso.

-¿Cómo dices?
-Sí, José Eduardo no tiene idea de lo que paso tras de todo esto, nada de nada... solo lo que todo el mundo sabe y no voy a permitir que metan a mi hijo en todo esto.
-No entiendo por qué me estas reclamando a mí... yo no soy el que metí a tu hijo.
-¡Pero tu hija sí! y la que tiene la culpa es Vivian, ¿es que acaso no piensas pararla nunca?

Cesar se dio cuenta que estaba enojada porque su ceño estaba fruncido y tenía sus manos alrededor de si cintura.

-Desde aquí no puedo solucionar nada, y lamento que José este metido en todo esto... yo tampoco quería más gente en el medio.
-Es que parece que no se va llenar con nada, ¡por Dios que insoportable es tu esposa!

Él se quedó en silencio y ella también, rodeo la habitación intentando buscar una señal divina.

-¿Qué hago, qué le digo a José Eduardo?
-No lo metas... solo cuéntale algo para que se quede conforme.
-No lo conoces, si quiere saber me va terminar sacando hasta el más mínimo detalle, aunque voy a intentar que no. Y prefiero contarle yo antes de que empiece a averiguar por otro lado...
-Lo mejor sería que evite a Carla. Dile que le diga que no tiene idea...
-Me preguntó cómo sabia Carla que ese era el número de Omar.
-¿Tu marido tampoco no piensa parar? Acaso no está tan ocupado en su campaña de mentiras que viene a tener que seguirse hablando con Vivian.
-Las cosas con Omar las arreglo yo, tú haz lo mínimo que puedes hacer y controla a tu mujer que está desquiciada y que no me busque porque me va encontrar...
-¿Ahora te molesta que hable con tu esposo?

Entendió por dónde iba esa pregunta, tragó saliva para aguantarse las malas palabras que tenía en la punta de la lengua y miró hacia arriba buscando la respuesta...

-No voy a contestarte lo que esperas escuchar. Solo te digo que no quiero a mis hijos en el medio. Es todo lo que voy a decirte... -intentó salir pero César se interpuso en el camino-
-Dime si te molesta o no.
-¡Por supuesto que no!
-¿Entonces?
-No desvíes la importancia del tema...
-Es que pareciera que estuvieras celosa de que tuviera contacto con otra mujer.
-¿Es real lo que me estás diciendo? Te diste cuenta lo estúpida que es la razón por la que quieres retenerme aquí... ¿ahora piensas que Vivian está metida con Omar? Razona un poquito... -se señalaba la cabeza con el índice- si Vivian está buscando amante, que lo busque donde sea y si Omar le da oportunidad... sinceramente que pena por él. No estás queriéndote dar cuenta que atrás de esto solo está la cizaña de Vivian...
-Noooo... si claro, cómo si Omar no fuera el hombre más venenoso del país. –irónico-
-¡Entonces si sabes que algo se traman, deja de querer celarme y empieza a pensar que puede tener Vivian en mente para lavarle la cabeza a tu hija! Que por si fuera poco, demasiado vulnerable está y por qué habla con mi hijo, en vez de venir y preguntarme cosas tan estúpidas.

La ridícula idea de perderte. #VyCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora