Un grito desgarrador rompió el silencio de la noche. Andrew, con el eco del grito todavía en sus oídos, salió corriendo hacia la habitación de su hija que se encontraba a pocos pasos de la suya. Abrió la puerta con tal fuerza que esta giró hasta golpear la pared con un sonoro golpe. Encendió la luz sin detenerse en su carrera hasta finalmente terminar a los pies de la cama de su hija.
-¿Qué pasa? -preguntó buscando con la mirada alguna seña de lo que había provocado ese terrorífico grito, primero dentro de la habitación y luego en el semblante de su hija que se encontraba sentada sobre su cama, con su cara mojada en llanto.
-¡No te me acerques! -gritó ella golpeando con los brazos cuando el padre intentó abrazarla para consolar su llanto.
-Ya pasó Christine, ya pasó. -dijo él tratando de controlar los impulsos violentos de su hija -Fue una pesadilla, ya pasó todo. Estoy aquí para cuidarte.
-¡Te dije que no me toques! -respondió ella gritando con más fuerza y defendiéndose del padre con tal violencia que lo obligó a alejarse un paso atrás.
-Pero soy yo, tu padre. Has tenido una pesadilla. Pero ya pasó todo. -siguió diciendo ya a cierta distancia prudencial, a la espera que el transe hubiese terminado.
-¿Qué sucede mamita? -dijo la voz de la madre que acababa de entrar en la habitación. El sonido de su voz mostraba un gran nerviosismo por los gritos que retumbaban en su casa a tan tempranas horas de la mañana.
-¡Dile que se vaya mamá! -respondió la hija avalanzándose a los brazos protectores que se le abrían. -Dile que se vaya. Lo odio. Lo odio.
-Pero, ¿qué te pasa Christine? -respondió el padre golpeado por las palabras pronunciadas por su hija, arrojadas como filos puñales contra su pecho. -Estás soñando todavía, no sabes qué es lo que dices. -Siguió balbuceando el padre sin entender lo que sucedía.
-¡Que se vaya! -siguió diciendo con cada vez más violencia -¡No te quiero ver! ¡Te odio! Con toda mi alma.
-Es mejor que salgas. -dijo la madre al ver que la presencia de su esposo alteraba incontrolablemente a su hija.
-Pero es que..
-¡Te dije que te salgas! -repitió la madre con una firmeza en la voz que destruyó de un solo golpe los argumentos que tenía su esposo para quedarse a ayudar.
Este dio media vuelta y se dirigió a la puerta para abandonar apesumbrado la escena.
-Después hablamos. -dijo ella al darse cuenta el efecto desvastador que había tenido sus palabras y las de su hija sobre él. -Ya se le pasará. Ahora salimos.
-¡Desgraciado! ¡Maldito! -salió diciendo enfurecida Nathaly para dirigirse como un animal enfurecido contra algún animal amenazador.
-Pero ¿Qué te pasa? -respondió Andrew sin entender lo que había estado sucediendo desde que despertó.
-¿Cómo pudiste hacerle eso a tu propia hija? -dijo él deteniendo con sus brazos los golpes que le empezó a asestar su esposa enfurecida.
-¿Hacerle qué? -dijo él ya perdiendo la paciencia y agarrando con firmeza los brazos de Nathaly para evitar que ella continuara golpeándole.
-¿Cómo pudiste hacer eso? Monstruo. Estoy casada con un monstruo. -dijo enfurecida luchando con todas sus fuerzas para liberarse de los brazos de su esposo que la retenían.
-¿Hacer qué? -dijo él arrojando con fuerza a su esposa hacia un lado del pasillo.
-La violaste desgraciado. -dijo ella desafiante al tiempo que se reincorporaba para avalanzarse de nuevo contra su enemigo.
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Búsqueda Profunda
Mystery / ThrillerUna pesadilla dolorosa, hace que una muchacha recuerde el episodio en el que fue violada. Las investigaciones muestran que, a pesar de lo real y vivido de su recuerdo, las pruebas físicas no concuerdan con su relato, descartando la posibilidad de un...