Capitulo 15

282 14 0
                                    

-Hola. Soy Nathaly. -sonó una voz nerviosa al otro lado del teléfono. -Sé que no debería hablarte. Sé que te llegó una orden de restricción que te prohíbe hablar con nosotras. Quiero decirte que yo no la solicité. Fue Christine. No. Fue ese fiscal que la tiene manipulada. Pero supongo que no aplica al caso en que sea yo quien te llama. Pero de todas maneras he preferido no utilizar mi teléfono y he logrado conseguir este que nadie conoce. -siguió diciendo la voz a toda prisa, cómo si integrará sacar todo de su interior sin dar oportunidad a ser interrumpida. Al menos hasta que todo lo que ella tenía que decir, fuese dicho.

-Tranquila. No te preocupes. -le respondió Victoria con voz muy pausada, para reducir el notable nerviosismo de Nathaly. -Más bien, te agradezco que me hayas llamado. Y tienes razón. Fue muy buena idea de tu parte utilizar un teléfono distinto.

-Perdona si te estoy poniendo en problemas. -siguió sonando nerviosa, la voz del otro lado.

-Como te dije, no te preocupes. Nadie se enterará que me llamaste. A excepción de la NSA. Pero ellos están bastante ocupados en cazar terroristas, así que no creo que les interese nuestra conversación. Porque tú no eres terrorista, ¿Verdad?

-No! -respondió Nathaly de inmediato, descartando enfáticamente la insinuación.

-Entonces, si tú no lo comentas, nadie lo sabrá. Y yo te prometo que nunca diré que esta llamada sucedió.

-No! Yo nunca diré nada. -volvió a sonar con firmeza la voz de Nathaly. -Pero es que tenía que hablarte. Desde que supe lo que les hice a mi hija y a mi esposo, no he podido dormir. Sé que soy la única culpable de todo esto. Y no sé cómo hacer para corregirlo. -terminó de decir empezó a llorar sonoramente al teléfono. -Si tan solo pudiese volver al pasado y corregirlo.

-Tranquila. Saldremos de esta situación. -le respondió Victoria con la voz más persuasiva que pudo hacer. -Te juro que hallaremos la forma de resolver este caso.

-Pero el fiscal está convencido de que Andrew violó a Christine. Y lo peor es que ella también lo está. Soy yo sola contra ellos dos.

-No estás sola. Somos dos. Además que tú sabes lo que sucedió. Tú conoces la verdad. Con eso no nos pueden vencer.

-No. Yo no sé nada de lo que sucedió. Es ella. Ella tiene todos mis recuerdos. Sólo ella sabe lo que en verdad pasó. Pero ese fiscal lo está malinterpretando todo. Quise hablar con él para explicarle la verdad, pero no quiso entender. Está cegado. Y la está volviendo loca a mi hija. Le ha hecho crecer un odio enfermo hacia su padre. Y ahora hacia mí. Dice que soy cómplice de su padre. La verdad es que no sé qué hacer. -dijo Nathaly y no pudo seguir hablando. Sólo un llanto prolongado quedó como único sonido, al otro lado de la línea.

-¿Estás? -preguntó la voz de Nathaly, interrogando al vacío, un par de minutos después, cuando sus lágrimas hubieron reducido su caudal y pudo volver a hablar.

-Sí. Aquí estoy. No pienso irme de tu lado. -respondió Victoria con firmeza en la voz.

-Disculpa nuevamente mi comportamiento. -dijo Nathaly con vergüenza en la voz.

-No tienes de qué disculparte. Pero debes reponerte. Sólo así podrás ayudar a Andrew. ¿Me entiendes?

-Sí. Disculpa. Trataré de controlarme. Es mi obligación.

-Debemos pensar cómo hacer para que Christine se de cuenta de que en verdad eso no le pasó a ella.

-Eso es imposible. Ya no quiere ni hablar conmigo. Incluso comemos sin hablarnos. Soy, según lo que siento de parte de ella, su enemiga. Pero yo no quiero perderla a ella también. Por eso es que he preferido no insistir en hablar con ella.

-Sí. Es lo mejor no presionarla. Ya poco a poco se irá dando cuenta. Pero eso nos obliga a buscar otra forma de hablar con ella.

-No se me ocurre nada.

-Quizá a través de alguna amiga de confianza.

-Te aseguro que eso no funcionará. Yo conozco a mi hija, y tan pronto su amiga toque el tema, se cerrará, como lo hizo conmigo.

-Quizá encontrando al verdadero culpable.

-Pero ¿cómo? Además que esto sucedió hace muchos años.

-En realidad ese era el plan que tenía, hasta que recibí tu llamada. Pensaba regresar al Hotel e investigar a todos los empleados que trabajaban allí cuando ustedes estuvieron allí. Tengo una persona que trabajaba cómo administrador en esa época. Si logro convencerlo, nos puede muy bien ayudar.

-¿Y qué les vas a preguntar? ¿Se acuerda que usted violó a una de las huespedes del hotel, hace casi veinte años?

-Por supuesto que no. Pero podría obtener sus fotografías para que las puedas reconocer. Algo te debes acordar. No digo de la violación, pero al menos sí a los empleados del lugar.

-Pero es que no recuerdo nada. Por más que lo intento, no logro nada. No tengo el mínimo recuerdo del hotel. Es cómo sí nunca hubiese ido de Luna de miel. Nada de nada.

-Sí. Te creo.

-Sólo ella lo recuerda. Ella tiene todo mis recuerdos de lo que viví durante ese viaje.

-La única forma es que la vuelva a hipnotizar.

-Pero, ¿Cómo? Tu estás prohibida de acercarte a ella. Y aún sí pudieses acercarte, ella no querría hacerlo. Tu también eres su enemiga.

-Tienes razón. Pero no se me ocurre otra forma de reconocer al verdadero violador. No veo otra salida.

-No perdamos las esperanzas. Algo se nos ocurrirá. -respondió Nathaly al escuchar un tono de resignación en la voz de la abogada.

-Sí. Algo se nos ocurría. -respondió Victoria. No porque así lo creyera, sino porque no supo qué más responder.

-Si sé de algo, te llamo.

-Espero tu llamada. Y disculpa si yo no te llamo. Es para no incumplir la restricción. Tecnicismos legales. Tú sabes.

Búsqueda ProfundaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora