La Última Promesa|| [SinEditar]

Capítulo 10

No puedo evitar que un rubor se extienda por mis mejillas, y apenas puedo asimilar lo que acaba de ocurrir. Peter acaba de besarme.

Al darme la vuelta,  los ojos grises de Matt me miran fijamente.
-¿Ya formalizaron? - aunque hay mucho ruido a nuestro alrededor, puedo escucharlo.
-No. Te importaría - intento pasar a lado de él, pero toma por la muñeca y me atrae hacia él hasta que quedamos frente a frente. Casi puedo notar su respiración.
Debe de estar rozando el metro noventa y además huele muy masculino.
-Tengo preguntas- digo un poco vacilante.
-Estoy dispuesto a contestarlas, pero tendrás que hacer algo para mi.- dice algo provocativo.
-¿Como qué? -
-Tendrás que averiguarlo por ti misma.- responde con una media sonrisa en el rostro.
-No tengo tiempo para juegos- me empieza a irritar.
-Suerte que yo si. Pero necesitamos ir a un lugar más tranquilo.
No estaba dispuesta a estar con Matt a solas, no me transmitía seguridad. Pero la curiosidad me está ganado.
-Bien.

Salimos del concierto por una puerta trasera que daba a un callejón. En ese momento mi respiración se comenzó a acelerar, pues me hacia recordar la noche en que papá murió.
Cuando por fin salimos a una zona más iluminada comencé con las preguntas.
-¿Por qué hiciste eso cuando nos conocimos? - a eso me refería al hecho de que me dedico una canción de amor frente a todo el público.
-Me pareciste una chica que valía la pena conocer.
-Pero ¿por qué una de amor?
-Que mejor forma de comenzar relación que dejando en claro todo.
-No estoy interesada de tener una relación contigo.
-Aunque no lo quieras, ya tenemos una relación. - dice con una media sonrisa.
-¿Qué quieres decir con eso? - comienzo a fruncir el ceño
-Me encanta cuando haces eso, aún así sigues siendo muy hermosa.
No puedo evitar ruborizarme por el comentario de Matt.
-Se me hace tarde. Tengo que irme- digo algo cortante.
-Dejame acompañarte. Es lo menos que puedo hacer. - sus ojos grises me miran y, por un momento, todo a mi al rededor desaparece y solo estamos esos ojos grises que, por una razón siento que ya los había visto antes.
Es cuando un auto pasa a gran velocidad,  que me doy cuenta que no le he respondido.
-Se cuidarme yo sola.
-Yo se que si,  pero creo que tu “amigo" se quedo en el concierto.
Recuerdo que llevo la pulsera que me permite entrar para ir por Peter, pero en este momento lo menos que quiero es hablar con él. No después de que me beso. Y a decir verdad, fue mi primer beso.

Intento alejar mis pensamientos para poder decirle a Matt lo de la pulsera, hasta que me doy cuenta de que él no lleva una. Lo que significa que entro a la fuerza.
-¿Por qué tú no llevas una de estas? - le muestro la pulsera.
-Un amigo me debía un favor
Definitivamente estaba mintiendo, pero no quería quedarme para averiguarlo.
-Bien. Tomaré un taxi- le digo
-Te veré pronto.
-Yo espero que no- y me marcho.