Epílogo

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Ya ha pasado diez años desde que Matt murió.
Mis ganas de vivir fueron decayendo, hasta que me di cuenta de algo.

Estaba embarazada.

Tuve que ser fuerte, porque en esos momentos había una personita que dependería de mi, aunque yo no me sentí fuerte.

En estos momentos voy por el pequeño Matt a casa de Peter y Rose, que ahora tienen un pequeño.
Creo que al final, mis súplicas de que ellos se llevarán bien, han dado frutos.
Lo hubiera dejado con mamá, pero se fue de viaje con David.
Sí, al final se casaron.

Me alegro de que todos hayan encontrado la felicidad.
La mía, en cambio, aparece cada vez que veo a nuestro hijo. Son tan parecidos, y se ha convertido en mi vida.

Una parte de Matt siempre estará conmigo. Mi amor por él jamás morirá.
Fue el primer amor de mi vida, y el último.
Nuestra historia no merece ser contada, porque resulta muy triste, pero esa tristeza me resultó de inspiración para escribir hermosos relatos.

Cumplí muchos de mis sueños.
Pude terminar la universidad, y hago todo lo posible para que mi pequeño sea un niño feliz.
Fue difícil para mi, explicarle que su padre había muerto, pero no fue un impedimento para su felicidad.

Lo único que puedo hacer, es mantenerme fuerte para mi hijo. Y en él, encuentro la fuerza necesaria para seguir adelante.

Respecto al amor, tal vez no vuelva a amar de la misma manera en que ame a Matt, y no me entristece.

Solamente amamos con esa intensidad una vez, las demás veces, solo buscas volverla a sentir, y no siempre la encontramos.

Las promesas de mi padre y de Matt de cuidarme, tal vez no las cumplieron en su estancia en este mundo, pero estoy segura que lo hacen donde quiera que estén.
Una promesa se cumple ante todo, incluso, ante la muerte...

No tuve suerte en el pasado, pero ahora, la suerte vino a mí, y tiene sus ojos.

FIN


La Última Promesa|| [SinEditar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora