No son Cartas para Marlene

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Es fácil saber diferenciar entre la realidad y la fantasía cuando te enseñan a hacerlo desde pequeña aunque a veces de una manera muy cruda, demasiado...

Hay una diferencia entre querer ser diferente y saber que eres bastante común, ser diferente y no saberlo y ser diferente pero no poder hacer nada contra ello. ¿Dificil de creer no?

Pero aquí van razones para no ser yo, simplemente por que la vida no es como los libros o las historias de Wattpad, el hecho de salir con chicos toda mi vida no me llevó un verano con mis primas a hacerme femenina y mostrar mi belleza oculta al cumplir 16 al, contrario seguía siendo el mismo animal peludo con pinta de no se qué y cortarme cabello fue lo último maravilloso que sucedió.

Mi nombre nunca fue de chico y termine siendo la novia del chico más popular y mujeriego cambiandolo por completo gracias a ese pequeño error de nombre, Marlene era hasta tosco en cierto punto.

Mi vida era común, lo más anormal eran unos ojos tan oscuros que parecían ser negros y una estatura de medio metro que no ayudaba a mucho, tres jeans y cinco camisetas en un closet de madera viejo y un peludo gatito que no terminaba de crecer como yo a pesar de tener la misma edad; lo raro de ser yo y lo corriente de ser, lo mejor y sobre todo...

¡Lo peor de ser yo!