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-Seňorita-dije-Seňorita,¿se siente bien?

Permaneció en silencio.Tenía ls cabeza baja,el rostro cubierto por sus cabellos rizosos y las manos aferradas al tubo del barandal,como garras pendientes a una última roca que la salvara del despeňadero.

-Seňorita-volví a decirle-.Hace mucho frío y mire esta desabrigada.

Siguio sin presentarme su rostro.Me fui acercando a ella,tal como lo haría un hombre que intenta atrapar a un avechucho escurridizo que se volatiliza cada vez que intenta apresarlo.

-Oiga seňorita aléjese del precipicio,es peligroso.

Acerqué mis manos a su cuerpo,tan lentas y cautelosa como pude y en segundo ya la tenía sometida.Al descubrirse entre mis brazos ,apartó las manos del barandal,pero no hizo otro movimiento.No se debatió,no pretendió zafarse,no intento dar el paso definitivo hacia la muerte.Se entregó con mansedumbre para que yo la apartara definitivamente de la borda.

-No le hare daňo-le dije-Me llamo genaro,venga conmigo.

Su cabello emboscaba ahora todo su rostro,blanco,hermoso.Puse mi saco sobre sus hombros,como si fuera mi novia.
Cuando pasamos por un restaurate,le pregunté si deseaba tomar café,pero ella negó en silencio con la cabeza.Me apresure a llevarla a mi departamento.Ella siguio temblando,abrazandose a sí misma mientras abriamos la puerta.

-Parece que te molesta la luz-le dije al llegar al departamento-Si gustas no la enciendo.

Otra vez movimientos de cabeza,esta vez afirmativa,y el mismo pavor de su piel.Encendí una discreta lámpara en la esquina del salón para no quedarnos del todo a oscuras.Lo primero que hice fue ofrecerke un té caliente.Ella aceptó con retinencia y se lo fue tomando de a pocos.

-Bueno-me atreví luego-Te prepare el sofá para que duermas,te parece?

Ella asintió,repetidas veces,sacudiendo su cabello,de manera que apresuré a sacar sábanas,mantas,cabezales y armar una cama para ella.
Ella empezó a quitarse mi saco que seguía sobre sus hombros.Aproveché para decirles: "Al menos dime como te llamas".Ella pareció no escucharme y con toda la ropa que tenia encima se metió a la cama,dandome por completo la espalda.

Gracias por leer ♡

El Hambre De AnabelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora