EL VIAJE

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Nuestro vuelo fue muy placentero. Hizo algunas escalas para luego finalmente aterrizar en Heathrow, el Sr. Andrew Morris, Gerente de la empresa Bios Scientific Inc., nos esperaba para recibirnos muy protocolarmente y llevarnos hasta nuestro hotel, El Savoy muy elegante muy cerca de todo y casi a orillas del Río Támesis. Yo estaba maravillada. El Sr. Morris nos tenía una invitación a cenar en el Restaurant del hotel, así que nos dejó para que descansáramos y a las ocho de la noche haciendo gala de la puntualidad británica, ya estaba en recepción esperándonos. Tuvimos una comida muy agradable, él nos explicó cómo sería la ceremonia, que no solo nosotros estaríamos en la premiación sino que también otras áreas y manifestaciones artísticas lo harían, culminamos nuestra amena charla con un café en el lobby del hotel, para a eso de la medianoche despedirnos.

La ceremonia sería el día viernes precedida de un cóctel y una cena bailable en el Auditórium de la empresa, además de la entrega de premios.

Tenía dos días y medio para disfrutar de la ciudad y sus maravillas, decidí compartir un poco con Paula y Alfredo pero no mucho para dejar a los tortolitos solos, Paula me pidió que la acompañara a comprar obvio lencería, es una mujer coqueta y ésta al fin y al cabo, es su añorada luna de miel.

Esa fue la única actividad que hicimos, porque le expliqué que comprendía su situación y que prefería que ellos pasaran el tiempo juntos.

Mi día transcurrió perfecto gracias a mi maravilloso agente de viajes, tuve la suerte de poder visitar el London Eye, caminar por Trafalgar Square e ir al Museo de Madame Tussauds, había una fila inmensa, pero yo tenía mi ticket, así que humildemente me acerqué a la taquilla lo presenté y que alivio poder pasar sin problemas, ante la mirada de envidia de muchos. Sobra decir que terminé el día agotada, pero feliz.

Esa noche me conecté con Nicolás vía Skype, mi hijo a quien le conté todas mis peripecias y lo bien que lo estaba pasando, me dijo que mi mejor amiga Miriam había ido por casa para saber de mi, así que una vez que terminamos de hablar, la llamé, estaba feliz por mi viaje y comprendía que no le hubiera alcanzado a avisar por la premura. Me dijo que si no volvía con un Lord, mejor me quedará por acá hasta conseguir uno. Entornó sus ojos y dio unos aletazos con sus hermosas pestañas que parecían abanicos que me hizo llorar de risa, rematando con un suspiro y diciendo "Siempre he querido emparentar con la realeza" y tú eres mi única opción. Ya sabes si regresas sola ni me lo cuentes. Se despidió riendo y diciendo quizás qué tontería que no alcance a entender porque justo la conexión se cayó.

La mañana del viernes decidí que debía buscar un vestido apropiado porque el que llevaba no me convencía y vaya que tenía razón, Paula lo miró y puso una cara haciendo una mueca que valía más que mil palabras, a lo que yo le repliqué diciendo, no te preocupes pensé los mismo está muy soso. Luego recordé las palabras de Miriam y pensé con este vestido que no tenía ningún atractivo tendría cero oportunidad de conquista y menos al objetivo propuesto por mi loca amiga, reí para mis adentros. Decidí con paso firme salir a buscar uno que fuera adecuado, deslumbrante, Paula me dio ideas pero no me acompañó ya que ellos tenían otros planes.


ESTABAS A LA VUELTA DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora