¿UNA VIDA NORMAL?

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Esa mañana presentía que no sería una mañana común. Mientras me preparaba para retomar mis labores habituales, después de una semana que literalmente cambió mi vida, recibí un llamado en mi celular, quién más que mi mejor amiga Miriam.

- Hello Lady Barry? o debo decir Lady Dunhill? Exclamó como saludo.

Una tonta risa le entregué por respuesta.

- Ni la una, ni la otra. Como has estado?

- Oh no como estás tú, llegaste sola o acompañada de ese bombón de la fotografía que me enviaste?

- Esa maravillosa ilusión se quedó donde debía.

- Ya empezamos con lo mismo. Creo que te dije que no debías reprimirte. Sino disfrutar. Qué tal si nos reunimos, para que me cuentes con más detalle.

- Deja que me organice y yo creo que el miércoles podemos almorzar y el sábado pasamos el día juntas, así tendremos más tiempo para conversar.

- Excelente entonces nos vemos el miércoles, amiga. Espero poder cambiarte el chip. Te quiero.

- Y yo a ti. Miriam. Hasta el miércoles.

Cuelgo y me quedo pensando en Jeremy. Termino de prepararme me despido de mi hijo y parto al trabajo. Mientras conduzco recuerdo que le prometí un purificador de regalo a mi príncipe encantado, así que en cuanto llegue a la oficina prepararé el envío, es lo mínimo que puedo hacer por el hombre que por una semana me cambio la vida.

Entusiasmada con la idea llegué a mi oficina Fernando nuestro jefe me esperaba para darme la bienvenida y contarme que había recibido las fotos y un video de la premiación, me felicito por mi discurso y por lo bien que representamos a la empresa junto con Alfredo, después de aquello me dirigí a mi oficina y le pedí a Ruth mi asistente que me preparara un purificador para despacho y que pidiera que lo envolvieran para regalo, le di por escrito la dirección donde debía enviarlo, una vez hecho eso, comencé a preparar la agenda semanal y ordenar los documentos que se habían acumulado en mi ausencia.

Había pasado poco más de dos horas, cuando Ruth me avisa por el intercomunicador que traen algo para mi, salgo de mi despacho y me encuentro con un mensajero quien me entrega un precioso ramo de rosas rojas. Firme y me devolví a mi oficina con el arreglo, lo deje sobre mi escritorio y busqué la tarjeta. No podía ser otro "Si estás leyendo esto, es porque ya sabes cuánto te extraño. Vuelve pronto a mi vida" J.  Unas lágrimas rebeldes se agolparon en mi ojos, no puedo permitirme esto.

Dios que hago, siento que el qué dirán puede más. No estoy preparada para que se rían a mis espaldas, o tal vez sea mi temor al compromiso, o el temor a fracasar nuevamente.  No se que creer, por el momento no tengo respuestas.

ESTABAS A LA VUELTA DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora