•Imaginas Cameron Monaghan•

Cameron~

-¡Púdrete Cameron! ¡Púdrete tú y todas tus putas!-

La castaña se encontraba metiendo algunas de sus pertenencias, las que podía, en su mochila de cuero marrón.

-¿no vas a escucharme ni una sola vez?- respondió su joven novio apoyado en el marco de la puerta.

La muchacha tomó la revista que tenía sobre la cama y, con la cólera corriendo por sus venas, la arrojó furiosa al rostro de su novio.

-¿vale acaso escucharte?- lo miró con la nariz roja y los ojos a punto de estallar- ¡allí está todo! ¡la estás besando Cameron! ¡Maldita sea!- gritó totalmente dolida.

El joven tomó la revista que había caído al suelo y la abrió tranquilamente en la página que mostraba la foto dónde salía besando a una rubia: Allison Gray.

-¿he salido bastante bien no?- respondió poniendo la revista sobre su pecho y sonriendo.

La ira y el odio abandonaron rápidamente el pecho de la joven, reemplazándolos por una inmensa decepción. Sus ojos observaron al hombre frente a ella, totalmente diferente.
Había perdido a ese chico dulce y fanfarrón al que tanto amaba, aquel chico que tanto la enamoró. Junto a él había perdido un amor inmenso y sueños de un mañana lleno de sol.
Asintió lentamente y se dio vuelta. Cerró los ojos y dejó que las lágrimas calientes bajaran hasta sus labios. Cerró la mochila y se colocó la chaqueta verde mientras ahogaba un sollozo.
Salió por el umbral de la habitación y rozó el hombro del que un día fue el amor de su vida.
Cruzó el departamento que compartían juntos y sintió un vacío enorme al ver como todos los recuerdos formados allí se evaporaban junto con sus lágrimas. Una corriente helada recorrió su brazo cuando tomó el pomo de la puerta.
Y esperó que él gritara su nombre y le dijera que no se fuera.
Pero no pasó. No escuchó su voz.
Solo fue capaz de oír unos pasos hasta la mitad del departamento.

-Me quemaste Cameron- dijo con voz firme- y me hiciste amarte como a nadie más- tomó una bocanada de aire para contener las lágrimas- pero te robaste mis sueños y te apropiaste de mi alma para dejarme un frío incontenible en el pecho- salió del apartamento y susurró antes de cerrar la puerta- fuiste mi fuego y me quemé, ahora no queda nada de mí-

El sonido de la puerta cerrándose hizo eco en todo el lugar.
Si tan solo ella se hubiera dado vuelta hubiera encontrado a un destrozado Cameron.
Quien resistía las ganas de correr tras ella y decirle que lo abraze y que nunca lo deje. Quería atraparla en sus brazos y susurrarle mil cosas bonitas al oído como cuando ella tenía una pesadilla, quería abrazarla y no soltarla más.
Pero él había encontrado la carta. Y no iba a dejar que ella sacrificara tal honor como ese por él, no de nuevo, ella debía ser feliz.
Cayó de rodillas en el suelo de madera y lloró.
Un grito rasgó su garganta y la puerta fue golpeada con un jarrón de vidrio, haciéndolo estallar en mil pedazos como su alma.

-Tu me encendiste mi amor- susurró con las manos en el pecho. El dolor era insoportable- conocí el calor de tu amor y ahora me apago sin ti-

Y los dos se quemaron.

Ella con el fuego que ella misma encendió.
Pero el hielo también quema.
Y él se quemó con el hielo que él mismo provocó.

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Espero que les haya gustado, es el primero y idk :3

¡Gracias por leer! xoxoxo

×ángel eléctrico×