Capitulo 12.

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El restaurante era simple, pero hermoso. Nos dirigieron a nuestra mesa programada. Dylan paso por detras de mi y me empujo la silla.

-Gracias.-Le dije acomodandome en esta.

Hizo un gesto de cabeza y se sento en frente.

-Es uno de mis restaurantes preferidos.-Agarro la carta y me la paso.-Tienen un menu increible.

-Me parece muy hermoso.-No sabia como hablarle, ni mucho menos de que.

Se lo veia un joven muy maduro, muy empresarial, muy ricachon. En cambio yo me veia una niñita, y con este vestido anorexica. (Aclaro que no quiero ofender a nadie.)

Pase mis manos sudadas por la falda de mi vestido y agarre la carta.

Cada nombre de comidas que veia, me daban ganas de vomitar. Un mareo vino a mi y me sujete rapidamente de la mesa soltando la carta.

-Oye estas bien?.-Dylan se levanto de un salto de su silla y se puso a mi lado.

-Fue solo un mareo, no te preocupes.-Senti como su mano acariciaba mi espalda y me incorpore de golpe.

Me dio una sonrisa calida y se sento nuevamente.

-¿Cual es tu comida favorita?.-Dice detras de su carta.

-Me gusta mucho la pasta.-Digo y viene una arcada de mi garganta.

Me tape la cara y senti que me quedaba sin aire. Tenia calor, estaba nerviosa y peor aun odiaba todo lo que estaba en el menú.

-Podemos ir al MC?.-Digo bajando la carta.

Hizo lo mismo con la suya y me miro perplejo.

-Pues.. Si tu quieres.-Sacudio la cabeza y se levanto de su silla.

Corrio la mia y me entrego su mano.

Hizo señas con su mano libre al mesero y este se acerco.

-Cancelamos esta mesa.-Dijo Dylan entregando algo de dinero y salimos del lugar.

Vi un auto muy parecido al de James detras del Audi de Dylan y me gire para buscarlo.

-Buscas algo?.-Dijo Dylan a mi lado.-Se te callo algo?.

-No.-Susurro y miro hacia adelante.-Nada.

Me dedica una sonrisa y me abre la puerta del pasajero.

-°-°-°-°-°-°-

-Gracias por esto, en verdad.-Dijo saboreando su hamburguesa.

-No hay de que.-Digo tapando mi boca llena de papas fritas.

Nos encontrábamos en la vereda de casa, sentados con las piernas cruzadas.

-Oye hace frio..-Digo dudando en si pedirle o no.-Pero quieres entrar en casa?. Todavia nos falta pedir el helado.

Me encojo de hombros y lo miro.

-Okay.-Dice parandose.-Tenemos cosas de que hablar.

Ayuda a levantarme y nos dirigimos dentro.

-De que querias hablar?.-Pregunte ya instalada en la mesa en frente de el con el helado.

-De James Ori.

Ya casi olvidaba que era el hermano.

-Que quieres hablar de el?.-Digo frunciendo levemente las cejas y lo miro.

-De todo lo que te oculto todo este tiempo que estuvo aqui.-Tomo mis manos y las coloco en el centro de la mesa..-Mira.-Dijo dandole una palmadita a mis manos.-Primero quiero estar seguro de que quieres saber toda la verdad.

No entendía, estaba desconcertada, pero quería saber todo lo que el tenía para decirme. Era muy curiosa y eso me mataba.

No sabía que podría ocultar James.

-Si, quiero saberlo.-Asenti con la cabeza.

-El viene de España, vive a solo unos kilómetros de aquí.-Hace una pausa y lleva una gran cucharada de helado a su boca.-Siempre creí que seria un buen modelo a seguir. Pero no lo es.

-Ve al grano.-Dije poniendo los ojos en blanco.

-El tiene esposa e hijos, esta jugando contigo.

Me atragante, quedándome sin aire al instante. El helado calló al suelo manchando mi vestido a su paso. Vi de reojo a Dylan pararse y correr hacia mi lado. Me levanto los brazos y comenzó a golpear mi espalda.
Eructe y vomite todo sobre la mesa, las hamburguesas, las papas fritas y el poco helado que tenia en mi estómago.

-Que has dicho?.-Le dije con el poco aire que me quedaba.

-Hablaremos luego, ve a cambiarte y yo arreglare esto.

Me levante de la silla desconcertada, avergonzada. Sentía una opresión en el pecho. Le creía, tenía una gran sensación de que no estaba mintiéndome.

James no podía hacer esto, me niego. No tendría que creer estas cosas. Tengo que hablar con el. Esto es imposible. Jamas me mentiría.

Me trague las lágrimas. No lloraría por esto, tiene que ser mentira.

Me metí en la habitación y me lave el cuerpo lo mas rápido que pude.

Me coloque unos vaqueros, junto con una musculosa y baje con mis pantuflas.

Cuando entre en el comedor sentí que el olor se había esfumado, dejando un aroma a flores.
El piso estaba bien lustrado y no había manchas ni en el, ni en la mesa.

-Acuestate en el sillón, prepare unos paños fríos para ponerte en el estomago.-Dijo Dylan apareciendo desde la sala.

Le hice caso y fui directo a los sillones.
El no tardo en llegar y sentarse en el suelo a mi lado.

-Te sientes mejor?.-Escurrió un trapo dentro del bols y me lo puso sobre el abdomen.

Me estremeci con el contacto del trapo helado y me hundí en el sillón.

-Te hará bien.

-Por que me has dicho eso?.-Digo poniéndome de lado, para poder mirarlo bien.

-Por que es la verdad.-Dudo y me miro.-Tenias que saberlo.

-Pero por que lo hiciste?.-Sea cierto o mentira, es el hermano.

-Por que no quiero que te haga daño.-Susurro como si en verdad no quisiera decirlo.-Eres hermosa y no mereces algo como el.

-Alguien como quien merezco entonces?.

Estaba quedándome dormida, los ojos se me cerraban, pero aún así escuche clara su respuesta.

-Alguien como yo.

Quise contestar, pero me hundi en la oscuridad.

El Amigo De Mi Padre. [EADMP#1] EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora