El Amigo De Mi Padre. [EADMP#1] EN EDICIÓN.

Parto.

Habian pasado exactamente dos meses de mi accidente Margo ya estaba lista para salir de mi interior, los doctores me habían que ella estaba increíble, que el accidente no le dejó secuelas.

Con un James demasiado emocionado a mi lado no podia concentrarme.

-Puedes calmarte de una vez James?.-Gire mi cabeza con un movimiento bruzco para verlo a los ojos.-En serio no puedo contigo asi.

-Estoy nervioso si?, es mi hija también.-La sonrisa en su cara me daba mucha calma.

-Estas seguro que quieres estar aqui?.

-Si.-Deposito un beso corto en mis labios y se coloco un barbijo.-Transpiras mucho.

-Estoy muy adolorida.

Y si me dolia como mil demonios, las contracciones me estaban matando.

La doctora me explicaba que era tan intenso el dolor, por como Margo estaba acomodada, en posicion posterior, su espalda apoyada contra la mia.

Minutos luegos la doctora me colocaba la inyección.

-Estas lista?.-Me apreto el brazo y sonrio.

Asenti con la cabeza y todos los doctores se colocaron para comenzar.

JAMES

Si ella seguia gritando de esa forma, iba a morirme en serio.

La pequeña cabeza de Margo comenzaba a asomarse. Era algo asombroso e increíble.

Cuando esta salio completa, luego de un empujon Oriana la expulso tan rápidamente que largamos todos una risita.

Pero Margo no lloraba.

-Solo hay que darle unas nalgaditas.-Dijo la doctora y se alejo de nosotros.-Nada de que preocuparse.

Oriana se estiro para poder verla y comenzo a desesperarse.

-Quiero.. Sostenerla.-Dijo casi sin aire.

Los minutos pasaban y no nos traian a la niña.

-Lo sentimos.-Entro otro doctor.-Pero no pudo ser.-Trago saliva y se coloco el gorro entre las manos.

-De que habla?.-Preguntó Oriana.

Ella sabia de que hablaba, yo sabia de que hablaba, ambos lo sabiamos.

-A nacido sin vida.-Hablo con voz baja.-No podiamos hacer nada, no..

Me gire para acercarme a mi novia que no hablaba, estaba neutra, era una sorpresa para ambos, estábamos seguros de que ella estaba bien, que nacería bien.

-Amor..-Le susurre.

El doctor salio y nos quedamos ahi, solos, sin hablar.

Senti que algo dentro de mi se rompia, y mis ojos se cristalizaban.

Ella no hablaba, no lloraba, no expresaba dolor. Sabia que no lo podia creer, que le costaria, pero necesitaba verla llorar o por lo menos gritar, que me insulte, que me odie, pues necesitaba que haga algo.

Para el dia del alta Oriana todavia no hablaba, ni habia derramado una sola lagrima.

Me enfadaba conmigo mismo por no saber que hacer.

Comenzamos a entrar en la casa y cuando quiero subir las escaleras veo por reojo como se arrodilla en el suelo.

-No, no, no.. No puedo..-Lloraba tan fuerte que no le entraba aire.-No puedo.

-Respira. -Le pedía Han en un susurro.

-No lo entiendo. -La miró, juré que pude ver como algo dentro de ella se apagaba.

Comienzo a correr hacia ella y me frena Paul.

-Dejala llorar, lo esta asumiendo.

Hice caso omiso a su comentario y quise seguir pero sus manos se envolvieron en mis brazos.

-Deja que Han la ayude por favor. -Me suplicó mi amigo y lo entendí.