Capitulo 1

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Narra Mary.


"Nunca sabes quién es el amor de tu vida hasta que lo miras a los ojos y compartes miles de momentos únicos con el/ella. Quizá no sepas si es correcto estar con esa persona, pero a la larga te vas dando cuenta como su sonrisa ilumina tus días, como sus ojos te hacen tocar el cielo y como con solo un beso, cambia tu vida totalmente."

Estaba yo sentada allí, mirándolo a los ojos mientras él se retorcía del dolor, cuando de repente me estiro la mano, la junte con la mía y mirándolo a esos ojos negros con mucha profundidad, abrió su dulce boca y me dijo:

- ¿Recuerdas aquel basurero fuera de tu casa donde nos conocimos? Desearía volver allí para sentir esa sensación única, esa sensación de estar solos en otro mundo en donde comenzó nuestra larga historia de amor, compartiendo miles de momentos hermosos junto al amor de mi vida que desearía revivir.

- ¿Cómo olvidarlo? - respondí - ahí conocí a la persona que cambió mi vida y mi forma de ver el mundo- Le dije con voz dulce y acariciando su cabeza.

- Nunca podemos saber que tan larga será nuestra vida mi amor, se puede acabar al día siguiente como puede ser que siga años y años, por ello te quiero agradecer por cada minuto que esta relación me regalo a tu lado, y quiero que sepas que te amo infinitamente pase lo que pase en el futuro y que me hiciste conocer lo que significaba el amor. Siempre juntos pase lo que pase, eres la luz que ilumina mi vida y espero que lo hagas para siempre- Me respondió él como una despedida, como obviando que se estaba yendo a otra vida.


Y en ese momento, no aguante las lágrimas, no quería que él me viera así, no después de haber compartido tanto tiempo juntos, entonces le dije con la voz quebrada y lagrimeando:


- Iré un rato afuera mi amor, en un rato regreso ¿Sí?.


- No por favor, no te alejes de mi hermosa. Es un momento muy difícil para mí y con la única persona que quiero pasarlo es contigo, tu eres mi todo y lo sabes. Por favor quédate.- Me dijo mirándome con una cara triste, haciendo puchero y una voz fina que no podía resistir.


Aunque me era muy difícil afrontar esa situación y opte por salir. En el momento que salí de la habitación de Jason, me senté en la sala de espera cerca de mis padres y sin poder aguantar más solté todo mi dolor, las lágrimas fluyeron sobre mi rostro, mis manos temblaban, tenía ganas de vomitar y apenas podía hablar. En ese momento mi padre me abrazo, me miro a los ojos y me dijo:


- Todo estará bien Mary, confía en mí.


Asentí con la cabeza y aunque quise convencerme de esa idea pero no pude, sabía que era muy difícil que saliera de esa enfermedad, casi imposible, y lo que peor me puso fue saber que no podía hacer nada al respecto, ni aunque pagara toda la fortuna del mundo podía salvarlo, lo único que podía hacer era quedarme a su lado y confiar en que el amor seria más fuerte que aquella enfermedad. Mi cabeza daba vueltas, tenía todos mis pensamientos confusos, lo amaba y no me imaginaba una vida lejos de él, no quería perderlo, nos costó tanto poder amarnos, tuvimos que pasar por tantas cosas y perderlo así de un día para el otro no quería. Pasaron las horas y comenzó a anochecer, hacia mucho frió y estaba por comenzar a llover por lo que mi padre dijo:


- Vamos a casa Mary, deja descansar a Jason.


- No padre, perdóname pero me quedare a dormir aquí a su lado como todos los días. No lo abandonare, no ahora.- Le dije con una voz mandona como si estuviera enojada por que me haya dicho eso.


- Está bien hija, como quieras. Mañana volveremos con tu madre y te traeremos ropa para que te puedas cambiar- Me dijo cediendo a mi petición.


Lo mire y le guiñe el ojo como dándole las gracias.

Cuando ellos partieron, se acerco a mí un médico del hospital y me dijo:


- Escúchame niña, sé que no debo hacer esto porque va contra las reglas del hospital, pero si quieres puedes quedarte a dormir en la habitación de tu novio acompañándolo. Te digo esto porque no pude evitar escuchar la conversación con tu padre.


No dude en aceptar y fui directamente allí. Al llegar agarre una manta que había sobre la silla, la expandí en el piso y con mi abrigo me cubrí. Al terminar de establecerme me levante y me quede mirándolo fijamente durante varios minutos, viendo como él estaba conectado a miles de aparatos y como estaba consumido por su enfermedad. Luego de estar un largo rato mirándolo él despertó y mirándome a los ojos y sonriéndome como si todo estuviera bien, nos pusimos a recordar momentos de nuestra hermosa relación, momentos que no recordaba, momentos que había pensado que fueron solo un sueño, nos pusimos a hablar sobre los pensamientos de cada uno sobre un mismo momento y confesamos cosas que creía imposibles en él. Fue un momento distinto a todos los demás, un momento único con él como hacía mucho no teníamos, un momento que sentí realmente la conexión que había entre él y yo.

"Este hombre me tiene completamente enamorada y no quiero nada si no es con el" - Pensé mientras comentábamos todo lo ocurrido entre nosotros.


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