Capitulo 2

27 2 0
                                    


Narra Mary.


Antes de que toda esta historia comenzara yo era una niña mimada y mal educada que vivía en la mansión de mis padres sin noción de todo lo que me rodeaba, sin sentimientos hacia los demás e incluso desprecio hacia ellos. Tenía tantos lujos que no estaba acostumbrada a hacer cosas cotidianas como las hacen todas las personas, como lavar los platos, simplemente me acostaba en mi cama y estaba todo el día conectada al celular hablando con mis amigas, llamando por teléfono a otros países e incluso hablando con algún otro chico mientras mi padre trabajaba sin cesar para que tenga todos los lujos. Hablando de mi madre, que también trabajaba todo el día, no vivía en casa, sino que estaba en casa de mis abuelos ya que ella y mi padre se separaron cuando yo tenía nueve meses y medio de nacida por infidelidades de mi padre con la mucama, que al tiempo, fue despedida luego de dejarla embarazada. Un día, mi padre me obligo a sacar la basura, que hace días estaba acumulada, ya que les había dado vacaciones a los empleados por su buen servicio. Hice berrinches como cualquier adolescente cuando le piden ayudar con las cosas de la casa pero luego cedí porque mi padre comenzó a sacarme cosas, y es al día de hoy que se lo agradezco. Al salir de la mansión y dirigirme hacia el basurero, lentamente como sin ganas, vi que algo se movía en el. Asustada tire la bolsa de basura al piso y comencé a caminar lentamente de nuevo hacia la casa. Pasaron por mi cabeza miles de cosas, pensé desde que fuera un animal salvaje hasta que sea una persona, cuando de repente escuche una voz suplicante que dijo:


- Espera, no te vayas.


Al principio, no le di mucha importancia pero esa dulce voz me cautivo, sentí la tristeza, la frialdad en ese tono y sin pensarlo me di media vuelta y allí estaba él, un chico alto, morocho de buen cuerpo y unos impactantes ojos negros, no podía creer que un chico así estuviera en mi basura. Yo no creía que la frase "El amor está en todas partes" fuera tan realista. Al verlo no pude evitar sonreír ya que había algo en él que me atraía, algo que me seducía y no sabía que era, así que sin temer a nada, comencé a hablarle.


- ¿Cómo te llamas? – pregunté


Él me miró sorprendido y sin dudar un segundo me respondió:


- Mi nombre es Jason, ¿y el tuyo?


- Soy Mary, un gusto conocerte.


-Jason te hago una pregunta, ¿me podrías decir por favor dónde puedo dejar esta bolsa de basura? - pregunté muy amablemente ya que era muy tarde y mas allá de no saber quién era él, necesitaba salir cuanto antes de ahí ya que si no mi padre se enojaría conmigo, entonces me señaló uno de los tantos cestos que había en el basurero y lo deje allí para luego regresar a mi casa.


Al llegar corrí a mi habitación ya que todavía faltaba un rato para la cena, me bañe y me puse mi pijama favorito para luego recostarme en la cama y que las preguntas sobre lo sucedido hoy comenzaran, ¿Quién era ese chico? ¿Por qué estaba en mi basurero? ¿Quiénes serán los padres? ¿De dónde habrá venido? ¿Qué me está pasando? no podía creer que esto me estuviera pasando a mí, no podía creer que por primera vez sienta intriga por una persona.

Por sorpresa al día siguiente, mi padre me obligó a sacar la basura y esta vez sin dar vueltas acepté y se lo agradecí aunque él no entendiera el motivo, era como un milagro. Cuando llegue al basurero lo busqué por todas partes mientras caminaba hacia el lugar donde lo había visto el día anterior, así de paso puedo dejar la bolsa de basura. Fue allí donde lo encontré durmiendo y al acercarme abrió los ojos y me miro fijamente sin entender el motivo por el cual yo estaba allí.


-Jason, ¿qué haces durmiendo aquí al lado de la bolsa de basura que deje ayer?


-Tú, que haces aquí Mary?


- Mi padre me obligo a sacar la basura ya que le dio vacaciones a los empleados por lo tanto soy yo quién tiene que realizar sus respectivos trabajos. Yo vivo en la imponente mansión - luego de decirle esto noté como me miraba despectivamente por ser de una clase social más alta aunque también percibía un poco de ternura.


Cada día, durante varios meses saqué la basura y manteníamos una conversación cada vez más extensa en donde hablábamos de gustos y cosas en general, podía notar como él iba adquiriendo confianza en mí pero a mí me costaba confiar en alguien como él porque mostraba actitudes extrañas que aún no lograba descifrar, durante un tiempo creí que era por ser de distintas clases y no manejar los mismos códigos al hablar pero no lo sé, nunca pude entender porqué esa forma de hablarme o tratarme, era como si fuera uno de mi clase por así decirlo. Increíblemente teníamos varias cosas en común y extrañas conexiones, pero al principio dude muchísimo de todo y todos aquí, era todo muy extraño, no podía creer que luego de una semana haya mantenido una conversación con un hombre que conocí en mi basurero, pero bueno, era la primera vez que una persona me interesaba realmente.

Realidades CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora